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La plantilla de Zeta amenaza a Asensio con los tribunales por apropiación indebida
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ERNST & YOUNG versus BAKER & MCKENZIE

La plantilla de Zeta amenaza a Asensio con los tribunales por apropiación indebida

Por la existencia de unas actas fiscales de los años 1991 a 1994 que ahora tiene que abonar el grupo tras pleitear largo tiempo con la Hacienda estatal

Foto: Artur Mas (d) y el presidente del Grupo Zeta, Antonio Asensio (i), durante la entrega del Premio Catalan al periodista Joaquim Maria Puyal (c).
Artur Mas (d) y el presidente del Grupo Zeta, Antonio Asensio (i), durante la entrega del Premio Catalan al periodista Joaquim Maria Puyal (c).

Los trabajadores de Grupo Zeta no descartan llevar a la dirección del holding de Antonio Asensio Mosbah ante los tribunales si continúan adelante las intenciones de rebajar los salarios un 33%. Fuentes de los comités de empresa de Zeta señalaron a El Confidencial que existe la posibilidad de plantear una querella “por apropiación indebida y delitos contra los trabajadores”.

Dirección y trabajadores de Zeta se encuentran inmersos en una dura negociación por las medidas que la cúpula del grupo quiere imponer para paliar la fuerte caída de ingresos. La negociación afectaría a las condiciones de todos los convenios, aunque la principal queja de la plantilla es que en el 2014 tiene ya pactada una reducción del 8%. Si a ello se le añade un 20 o 25% adicional (que es la media de lo que prevé la propia dirección), el recorte total se sitúa en un tercio del sueldo. Desde el año 2008, los trabajadores ya han perdido un 20% del poder adquisitivo.

Pero la batalla abierta entre dirección y comités de empresa se libra no sólo en los despachos de Grupo Zeta, sino también en los despachos de las principales consultoras españolas. Grupo Zeta ha contratado a Ernst & Young para que le asesore en este conflicto. Por su lado, el comité intercentros ha hecho lo propio con Baker & McKenzie, la compañía que preside Manuel Pizarro. “Si ellos juegan en los despachos de consultorías, ¿por qué no podemos nosotros rebatir sus argumentos también con la ayuda de una consultora?”, subrayan fuentes de los trabajadores.

Baker & McKenzie tiene en su poder un completo informe con datos concretos del pleito que Grupo Zeta tiene planteado en estos momentos. El punto principal de ese informe hace referencia a la existencia de unas actas fiscales de los años 1991 a 1994 que ahora tiene que abonar el grupo. “Esa deuda fiscal dejó de pagarse en aquellos años y fue a parar al bolsillo del propietario, que es quien ha de pagarla ahora, no el grupo. Si la cobró el propietario y ese dinero pertenecía al grupo, lo que ha habido es una apropiación indebida”, afirman fuentes de los comités de Zeta.

placeholder Prostestas de los trabajadores de Grupo Zeta. (Foto: Sindicatos de Periodistas de Madrid)

“Hemos hecho un verdadero ejercicio de arqueología financiera y nos hemos encontrado con actuaciones poco claras y con sorpresas”, subrayan otras fuentes. Los números que manejan son muy claros. En el año 1991, los beneficios del grupo fueron de 1.322 millones de pesetas y de ellos 1.250 millones pasaron al bolsillo de Antonio Asensio en concepto de dividendo, en vez de pagar impuestos. En 1992, los beneficios fueron de 2.241 millones y los dividendos, de 1.400 millones. En 1993, los beneficios ascendieron a 2.064 millones y los dividendos, a 893 millones. Y en 1994, los beneficios fueron de 1.777 millones y los dividendos, de 900 millones. El total de beneficios, pues, fue de 7.404 millones de pesetas (44,4 millones de euros) y los dividendos, de 4.443 millones (26,7 millones de euros). Las actas fiscales levantadas por Hacienda, incluyendo el importe total, los intereses y los aplazamientos, ascienden a 31,7 millones de euros, de los que se han pagado ya 4,8 millones de euros. En el año 2010, Zeta había provisionado 24 millones de euros para riesgos por las actas fiscales, que tras una sentencia del Supremo se han convertido en deuda con Hacienda.

Un “duro golpe”

“Lo que hubo fue un larguísimo proceso con Hacienda. Hemos estado pleiteando durante muchos años y la sentencia final nos ha sido desfavorable. Fue un duro golpe. Lo único que tenemos claro es que hemos de hacer frente a ese pago, aunque una parte ya haya sido saldada”, explican fuentes de la dirección del holding a El Confidencial.

La especial situación que atraviesa el grupo empresarial de Asensio añade más tensión a las negociaciones para saldar las deudas. El comité intercentros se opone a que se haga recaer sobre las espaldas de los empleados el importe de las actas fiscales, lo que puede representar el más importante escollo para alcanzar algún acuerdo. “Las negociaciones siempre han sido duras, pero ésta es todavía más. Llevamos muchos años de crisis profunda y por eso las posiciones están más tensas. Nuestra intención es negociar pase lo que pase. Y esperamos, en principio, que los trabajadores quieran también negociar. Y si se sientan a una mesa, estamos seguros que podremos alcanzar algún acuerdo”, explican fuentes de la dirección.

placeholder Manuel Pizarro. (EFE)
Manuel Pizarro. (EFE)

Estas mismas fuentes reconocen que la situación es mucho más delicada que en otras ocasiones y que tienen constancia de que el proceso podría “judicializarse”, aunque confían en que se resuelva en los despachos antes de llegar a esas extremos.

Por parte del comité intercentros, sin embargo, las cosas no se ven tan sencillas. En primer lugar, porque, afirman, la dirección del holding ha intentado influir en Baker & McKenzie. “Sabemos que el propio Pizarro recibió presiones de un alto directivo del grupo. Y otro directivo del diario Sport también le presionó. Pero esas presiones, por el momento, no han tenido el efecto deseado”, afirman fuentes de los trabajadores a este diario.

Lo cierto es que ahora se abre un periodo crucial para saber si el conflicto entra en una fase de negociación tranquila o se encona y acaba en los pasillos de los tribunales. “Es verdad que estas negociaciones son más duras que las que ha habido en otras ocasiones, pero también es verdad que las acciones que plantea la dirección también son mucho más duras y que hasta ahora quienes han hecho sacrificios en el grupo son exclusivamente los trabajadores”, zanja una fuente de la plantilla.

Los trabajadores de Grupo Zeta no descartan llevar a la dirección del holding de Antonio Asensio Mosbah ante los tribunales si continúan adelante las intenciones de rebajar los salarios un 33%. Fuentes de los comités de empresa de Zeta señalaron a El Confidencial que existe la posibilidad de plantear una querella “por apropiación indebida y delitos contra los trabajadores”.

Antonio Asensio Mosbah
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