Luis Fernández deja Univisión apenas tres años después de abandonar RTVE

Las últimas aventuras de Luis Fernández, ex presidente de RTVE, duran un trienio. El ejecutivo, que abandonaba la televisión pública a finales de 2009 en plenaeliminación de la publicidad, deja ahora el que fue su siguiente destino, el gigante Univisión, la cadena en español más importante de EEUU. Según apuntaba hoy la revista Variety, encontrará acomodo en su principal rival: Telemundo.

No es el único ejecutivo que toma la puerta de salida, después de la deserción de otros dos ejecutivos en los últimos tiempos. “Una inminente oferta pública de venta podría ser el factor que está detrás de estas salidas de Univisión. La compañía estaría en conversación con los bancos para realizar esta operación, que podría producirse en la segunda mitad de 2014”, expone la publicación especializada.

Fernández, profesional de larga trayectoria en el Grupo Prisa, fue nombrado presidente de RTVE en enero de 2007 y logró algunos de los mejores registros de audiencia de la Corporación, que ahora pelea por mantener los dos dígitos. “Hemos conseguido el liderazgo de audiencia en 2008 y 2009 con los presupuestos más bajos de la década. Y también con la menor plantilla de la década. Ahora no llega a las 6.400 personas entre fijos y contratados”, recordaba en una de sus últimas intervenciones parlamentarias.

Un afán que comprometía seriamente la decisión del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de eliminar la publicidad de RTVE, lo que dejaba a la cadena a expensasde los fondos públicos. Entonces era un secreto a voces que Fernández ymás de un consejero estimaba que las restricciones financieras le impedirían competir por el liderazgo. Y la caída de la audiencia sería el primer paso para que las televisiones privada pidieranuna reducción de la asignación, fijada inicialmente en 1.200 millones anuales.

No se equivocaba el hasta ahora presidente deUnivisión Estudios, división interna de producción de la firma. Desde su marcha y eliminados los anuncios, la dotación para la cadena pública no ha dejado de caer ysu audiencia, de menguar. También se ha vuelto a la era de los números rojos.Fue el Gobierno socialista quien decidió poner el contador a cero en su primera legislatura al acordar que las cuentas públicas de 2006 absorbieran una deuda que alcanzaba ya los 7.500 millones, tras décadas de gestiones deficitarias.