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Echenique se sube al carro del PP y ataca a 'El País' por su trato a RTVE
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MÁS DE 500 PROFESIONALES DE RNE DENUNCIAN MANIPULACIÓN

Echenique se sube al carro del PP y ataca a 'El País' por su trato a RTVE

“Génova no ha puesto ningún tipo de comisario político en el organigrama [de RTVE]. Génova no interviene en absoluto”, aseguró ayer en el Congreso el presidente

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Echenique se sube al carro del PP y ataca a 'El País' por su trato a RTVE

“Génova no ha puesto ningún tipo de comisario político en el organigrama [de RTVE]. Génova no interviene en absoluto”, aseguró ayer en el Congreso el presidente de la Corporación, Leopoldo González-Echenique, siempre y cuando por Génova se entienda la sede del PP y no una república transalpina, se permitió bromear. No obstante y pese a esa toma de posición, el Gobierno, el partido que lo sostiene, sus antiguos dirigentes y el primer ejecutivo de la cadena pública coinciden a la hora de apuntar al culpable de parte de sus males: el Grupo Prisa. De hecho y por primera vez en una comparecencia pública, Echenique señaló con el dedo a otro grupo de comunicación.

“‘El País’ es crítico con lo que se hace en TVE últimamente”, aseguró, en referencia al enfoque del rotativo respecto a una pieza emitida recientemente por el Telediario 2 en la que se sugería a los parados que recurrieran a la oración para aliviar su situación. El presidente negó ayer la mayor y acusó al diario del Grupo Prisa de promover ese enfoque e introducir “un sesgo” al reportaje. Según explicó, “en ningún momento se recomendó rezar” y defendió que la información emitida no dejaba de ser “una pieza de sociedad” que sólo recogía opiniones de expertos y no de la cadena. Con todo, dejó caer que “el 73% de los españoles dicen sentirse católicos”.

Echenique –que reniega a la menor ocasión del PP pese a haber sido nombrado por el Ejecutivo popular- no es el único que ha convertido a Prisa en un ‘enemigo público’ en las últimas fechas. Lo hizo el expresidente José María Aznar en su reciente entrevista en Antena 3, en la que recordó que el grupo de los Polanco es “un medio en una situación de casi bancarrota”. Antes y en pleno affaire Bárcenas, un miembro del Consejo de Ministros culpaba a un “grupo quebrado” de las críticas a Rajoy. El propio ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, remataba la faena recordando las “importantísimas deudas” con el fisco de algunos grupos, entre ellos el propietario de la Cadena Ser.

Los trabajadores de RTVE, sin embargo, no compran el argumento. De hecho, donde detectan de veras manipulación es en su propia casa. Nada menos que 517 profesionales de Radio Nacional de España (RNE) firmaban ayer un durísimo documento en el que denunciaban que las decisiones de la Dirección no se toman, “exclusivamente, por criterios profesionales”. La plantilla, que se dice angustiada por el trabajo diario, asegura que la gestión de Echenique “le ha arrebatado a RNE las principales señas de identidad que deben caracterizar a una radio pública: independencia y calidad”. Todo un indicativo del nivel de malestar en la redacción.

¿Presiones? De los propios compañeros 

Pese al motín en la radio pública, el presidente volvió a plantarse respecto a las acusaciones de manipulación. “La única presión es la presión de cada profesional para hacer una información rigurosa”, dijo. Y utilizó a los sindicatos como argumento de autoridad para asegurar que las únicas coacciones de que ha tenido noticia son las que ejercen unos compañeros sobre otros para saber si se han recibido algún tipo de órdenes desde la Dirección de la cadena. “Hay voces sindicales que aseguran que hay presiones que se están ejerciendo desde el Consejo de Informativos”, puntualizó. Él se desligó. Y dejó claro que la única instrucción desde la cúpula “es el Manual de Estilo”.

La etapa que se abrió en RTVE con la llegada del PP no sólo ha provocado cismas internos por doquier. También ha puesto en jaque al propio partido en el gobierno, dividido en su visión de cómo se está gestionando la casa. No en vano, Echenique fue apadrinado para el cargo por la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, a espaldas de la estructura aglutinada durante el año 2011 por la secretaria general, María Dolores de Cospedal, para desembarcar en la casa cuando los populares tomaran el poder. Un equipo embrionario de unas 60 personas que deambula por la casa sufriendo el desdén de los ajenos pro-PSOE y la indiferencia del nuevo equipo de gestión, al que acusa de obviar ese mando en la sombra durante tantos meses cultivado.

Todo en un escenario de estrecheces económicas que no tiene visos de solucionarse. RTVE ya registró pérdidas de 113 millones de euros en 2012, al no ser capaz de asumir el recorte de 204 millones acordado por el Ejecutivo nada más llegar al poder. En el presente ejercicio, con 50 millones más de ajuste, el PSOE calcula que el agujero podría llegar a los 150 millones. Echenique, que desacreditó esa cifra pero evitó facilitar sus propias proyecciones, sí adelantó la debacle de ingresos que prevé por las tasas que pagan las televisiones y las telecos. Los 165 millones que se recaudarán este año contrastan con los casi 280 de 2010. Todo un tour de force financiero.

“Génova no ha puesto ningún tipo de comisario político en el organigrama [de RTVE]. Génova no interviene en absoluto”, aseguró ayer en el Congreso el presidente de la Corporación, Leopoldo González-Echenique, siempre y cuando por Génova se entienda la sede del PP y no una república transalpina, se permitió bromear. No obstante y pese a esa toma de posición, el Gobierno, el partido que lo sostiene, sus antiguos dirigentes y el primer ejecutivo de la cadena pública coinciden a la hora de apuntar al culpable de parte de sus males: el Grupo Prisa. De hecho y por primera vez en una comparecencia pública, Echenique señaló con el dedo a otro grupo de comunicación.

Leopoldo González-Echenique El País RTVE