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RTVE ha perdido más del 40% de su audiencia desde que Zapatero eliminó la publicidad
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AMENAZA CON CAER POR DEBAJO DE LOS DOS DÍGITOS

RTVE ha perdido más del 40% de su audiencia desde que Zapatero eliminó la publicidad

“El presidente está obsesionado con no cerrar el ejercicio por debajo de los dos dígitos de audiencia”, aseguran fuentes internas de RTVE. Todo un tour de

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RTVE ha perdido más del 40% de su audiencia desde que Zapatero eliminó la publicidad

“El presidente está obsesionado con no cerrar el ejercicio por debajo de los dos dígitos de audiencia”, aseguran fuentes internas de RTVE. Todo un tour de force para Leopoldo González-Echenique, llegado hace apenas medio año para frenar una rodada que le sobrepasa. La1 alcanzaba el 18,6% de cuota de pantalla en enero de 2010, el primer mes en que operaba la ley Zapatero que eliminó la publicidad de la televisión pública. Ahora se mueve en un pobre 10,6%, un 43% por debajo. El desplome de La2 es similar: de un 3,6% ha pasado a un residual 2,1% en noviembre de 2012. “¿Podemos tener más de 6.000 trabajadores en nómina para hacer una televisión por debajo del 10%?”, se preguntaba recientemente un cargo intermedio de la casa.

La evolución tiene dos explicaciones, una económica y otra relacionada con la gestión. En primer lugar, el share de RTVE es víctima de la menor inversión en la cadena. El sector lo tiene claro: los puntos de audiencia 'se compran'. Más inversión en la parrilla, mayor share. Y la cadena pública, que en 2010 recibía fondos públicos por importe 547,59 millones, tan sólo tendrá a su disposición en 2013 vía Presupuestos Generales del Estado 292,74. Por el camino, un recorte de 200 millones que dejó la dotación en 2011 en apenas 342,74 millones. Un informe de la Caixa publicado hace apenas meses ya advertía que el recorte del gasto iba a provocar un desplome de la audiencia. Y lo cuantificaba sin ambages.

“El menor gasto en contenidos supondrá implícitamente una pérdida de share adicional . En 2011, bajo nuestras estimaciones, RTVE ha tenido un coste por punto de share de 53,8 millones (frente a los 37,2 millones de Antena 3 y 31,9 millones de Telecinco), por lo que, si la reducción de 200 millones de gasto fuese en su totalidad sobre programación, podría llegar a perder 3,7 puntos”, apuntaba el análisis. El propio presidente, recién llegado al negocio, no ha tardado en descubrir la ecuación. Al punto de que no cumplirá con el ajuste de 200 millones planteado por la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. “No podíamos seguir cubriendo el prime time con reposiciones de El hombre y la tierra, como se hizo en verano, justificó en el Senado. El déficit en 2011 será de 105 millones de euros.

Especialmente lúcido fue un consejero saliente de la Corporación, que aún tuvo tiempo de negociar el ajuste propuesto por el Partido Popular nada más llegar al Gobierno. “De los 200 millones que se plantean, entre 160 y 170 millones saldrán de contenidos y eso tiene su efecto en cuota de pantalla. Ya hemos hecho cálculos. Supondrá unos cinco puntos, para quedarnos entre el 8% y el 9%”, afirmaba a este diario, allá por febrero de 2012. E iba más allá: “El problema es dónde se para la reflexión. Porque, si con 1.000 millones de presupuesto sólo se alcanza un 8% de audiencia, ¿para qué queremos una televisión pública? Ese será el siguiente paso”. Todo con la financiación de la casa en manos de Bruselas y el fantasma de un macroere sobrevolando la compañía.

Mantener el equipo anterior

Más allá del dinero, no falta quien apunta a los problemas de gestión que han aquejado a la Corporación. “Con 1.000 millones de puede hacer una televisión estupenda”, se apunta desde una de las televisiones privadas, aquejadas por un problema que RTVE ya no sufre: la debacle de la publicidad. El propio González-Echenique se refería hace apenas semanas al año de impasse vivido por la sociedad entre los veranos de 2011 y 2012, meses en que estuvo sin presidente y gestionada por los consejeros de forma rotatoria. “Me senté en el cargo el 2 de julio. La situación gerencial ha sido muy difícil, teniendo que gestionar un ahorro brutal”, exponía. Y recordaba que hay compromisos contractuales ya firmados que no se pueden romper. “Se hace lo que se puede”, se encogía de hombros, al tiempo que se marcaba finales de 2013 como plazo para volver al equilibrio.

No todo el mundo en la casa es tan generoso con el nuevo inquilino de Prado del Rey, responsable último de hitos como la derrota histórica del Telediario 2 frente al Telecinco. “Estos penosos resultados los ha conseguido un equipo directivo que, en su gran mayoría, ha sido ratificado por el presidente actual, sin emitir publicidad y con un presupuesto más alto que el que vamos a tener en el futuro. ¿Alguien puede creer que los que no han sido capaces de gestionar bien con más recursos, lo van a hacer ahora con menos?”, aseguraba recientemente en una nota informativa el sindicato USO. “Primero, nos quitaron la publicidad. Después, hemos ido perdiendo la audiencia (…) Si no cambia esta deriva, es sólo cuestión de poco tiempo que perdamos los dos dígitos. El cambio anunciado hace un año no ha llegado. Todo sigue a peor”, zanjaba.

La crítica del sindicato enlaza con la falta de coordinación escenificada en el PP durante el desembarco en RTVE. Como publicó El Confidencial, unas 60 personas vinculadas al PP formaron en abril de 2011 entre ocho y diez grupos de trabajo para preparar la llegada de los populares a la Corporación. La mayor parte de los implicados era gente de la casa, pero también había profesionales de fuera. Era el caso, por ejemplo, de Julio Somoano, que al final fue nombrado director de Informativos. También estaban los consejeros propuestos por el PP. El entramado lo tuteló desde el minuto uno la secretaria general, María Dolores de Cospedal. Finalmente, Sáenz de Santamaría impulsó el nombramiento de González-Echenique, lo que para muchos en la casa echaba por tierra el trabajo anterior y la estructura de mando en la sombra forjada por los populares. "Mis jefes no están en Génova", desafiaba el presidente en una de sus primeras comparecencias parlamentarias.

“El presidente está obsesionado con no cerrar el ejercicio por debajo de los dos dígitos de audiencia”, aseguran fuentes internas de RTVE. Todo un tour de force para Leopoldo González-Echenique, llegado hace apenas medio año para frenar una rodada que le sobrepasa. La1 alcanzaba el 18,6% de cuota de pantalla en enero de 2010, el primer mes en que operaba la ley Zapatero que eliminó la publicidad de la televisión pública. Ahora se mueve en un pobre 10,6%, un 43% por debajo. El desplome de La2 es similar: de un 3,6% ha pasado a un residual 2,1% en noviembre de 2012. “¿Podemos tener más de 6.000 trabajadores en nómina para hacer una televisión por debajo del 10%?”, se preguntaba recientemente un cargo intermedio de la casa.

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