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El Gobierno vasco se gasta 111 millones de euros en sostener las finanzas de la ETB
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EL GASTO PÚBLICO, CLAVE EN EL DEBATE CARA AL 21-O

El Gobierno vasco se gasta 111 millones de euros en sostener las finanzas de la ETB

El candidato del PNV a lehendakari, Iñigo Urkullu, se comprometía hace apenas días a auditar las cuentas del Gobierno de Patxi López si gana las elecciones

Foto: El Gobierno vasco se gasta 111 millones de euros en sostener las finanzas de la ETB
El Gobierno vasco se gasta 111 millones de euros en sostener las finanzas de la ETB

El candidato del PNV a lehendakari, Iñigo Urkullu, se comprometía hace apenas días a auditar las cuentas del Gobierno de Patxi López si gana las elecciones del próximo 21 de octubre. Sin embargo, no parece que haga falta una auditoría para detectar pozos sin fondo. Según consta en las últimas cuentas anuales presentadas en el Registro Mercantil, el Gobierno vasco destinó 111,14 millones de euros en 2011 a sostener las finanzas de su televisión pública, Euskal Telebista (ETB), que sin ese respaldo vería seriamente amenazada su continuidad. De hecho, la cifra de negocio que presenta la sociedad no le permite siquiera cubrir las nóminas de su plantilla, una constante que comparten todas las televisiones públicas y que pone su futuro en manos de las subvenciones de los gobiernos regionales.

“Durante el ejercicio 2011, al igual que en ejercicios anteriores, la sociedad ha incurrido en pérdidas significativas. En este sentido, la sociedad cuenta con el apoyo financiero explícito de su Accionista Único para restituir la situación patrimonial y poder hacer frente a las obligaciones y necesidades de financiación establecidas en su plan de negocio”, expone Deloitte en su auditoría. “Consecuentemente –prosigue-, la continuidad de las operaciones de la sociedad, así como su capacidad para realizar sus activos y liquidar sus pasivos por los importes y en los plazos en que figuran registrados (…) depende fundamentalmente del apoyo financiero de su Accionista”.

Y es que los números no salen. La sociedad facturó el año pasado 20,34 millones de euros, mientras que solo en gastos de personal y en subcontratar trabajos de otras empresas desembolsó 37,23 y 41,3 millones, respectivamente. Del mismo modo, la compañía reconoce que tiene deudas a corto plazo con proveedores por valor de 29,61 millones de euros, y cuentas a cobrar en los próximos doce meses por solo 4,33 millones. Una situación que solo salva la aportación de fondos públicos, inyección que permite a la casa cerrar el año con unas pérdidas de solo 5,64 millones de euros.

“Del importe total entregado por el Gobierno Vasco al Grupo EITB [Ente Público Irrati Telebista-Radio Televisión Vasca] durante el ejercicio 2011, la sociedad ha recibido un importe total de 111.144.497 euros, que se encuentran registrados dentro del epígrafe otros ingresos de explotación-subvenciones de explotación incorporadas al resultado del ejercicio de la cuenta de pérdidas y ganancias del ejercicio 2011”. Además, el Gobierno vasco y Diputación Foral de Bizkaia aportaron otros 13,76 millones, en su mayor parte para la financiación de cine vasco. Según recoge el informe de gestión de la firma, los Presupuestos Generales de la Comunidad Autónoma para 2012 fijan una partida de 108 millones para la ETB.

Menos publicidad en pleno duopolio

La sociedad gestiona cuatro cadenas –ETB1, ETB2, ETB3 y ETBSAT- y contaba a 31 de diciembre de 2011 con 628 empleados, tras reducir la plantilla en el año en 28 profesionales. Un recorte que forma parte de “un ajuste del gasto que ha afectado a todas la partidas del mismo que suponen flujos de efectivo”. La empresa explica este proceso en un marco de recesión económica y de reestructuración del sector. “El ejercicio 2011 ha sido un año singular. Se refuerza, por un lado, el negocio de las empresas privadas de televisión, con una configuración tendente a un modelo de duopolio, y las nuevas estrategias de comercialización que utilizan estos grupos privados reducen, de facto, la capacidad comercializadora del sector público empresarial”, apunta el informe de gestión.

“Por otro lado –continúa-, el sector público ha sufrido significativos recortes presupuestarios, especialmente por la reducción de los ingresos”. Y es que las estrecheces de la televisión y la administración pública vascas no es son casos aislado. Según van conociéndose las cuentas del pasado ejercicio, queda claro que las finanzas de las cadenas autonómicas no son sostenibles. Por ejemplo, la todavía presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha destinado más de 855 millones de euros en subvenciones desde que accedió a la presidencia para compensar las pérdidas de su televisión pública. Según las últimas hechas públicas recientemente por la entidad, correspondientes al año 2011, Telemadrid perdió 116,82 millones. Un montante que la Comunidad se compromete a cubrir para garantizar la continuidad de la cadena, que según la auditoría se encuentra en causa de disolución.

No le va a la zaga la Radiotelevisión Valenciana (RTVV), que gastó el año pasado 54,24 millones en retribuir a su plantilla, mientras que tan solo facturó 17 millones. Inmersa en un expediente de regulación de empleo que afecta a casi 1.200 trabajadores, la auditoría cuestiona incluso la capacidad de la sociedad para continuar con su actividad y para liquidar sus pasivos por los importes contemplados en las cuentas. Es más, la sociedad presenta serias dificultades de caja y se encuentra también en causa de disolución. El ejercicio se cerró con unas pérdidas de 136,84 millones y la compañía admite que debe a proveedores a corto plazo la friolera de 160,91 millones de euros.

El candidato del PNV a lehendakari, Iñigo Urkullu, se comprometía hace apenas días a auditar las cuentas del Gobierno de Patxi López si gana las elecciones del próximo 21 de octubre. Sin embargo, no parece que haga falta una auditoría para detectar pozos sin fondo. Según consta en las últimas cuentas anuales presentadas en el Registro Mercantil, el Gobierno vasco destinó 111,14 millones de euros en 2011 a sostener las finanzas de su televisión pública, Euskal Telebista (ETB), que sin ese respaldo vería seriamente amenazada su continuidad. De hecho, la cifra de negocio que presenta la sociedad no le permite siquiera cubrir las nóminas de su plantilla, una constante que comparten todas las televisiones públicas y que pone su futuro en manos de las subvenciones de los gobiernos regionales.