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La Caixa, Santander y HSBC salvan la inversión de los Polanco en Prisa
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PRESTARON 150 MILLONES A LOS POLANCO Y SUS SOCIOS AMERICANOS

La Caixa, Santander y HSBC salvan la inversión de los Polanco en Prisa

La red de seguridad del Grupo Prisa nunca falla. Según admite la compañía en información remitida al supervisor estadounidense (SEC), Bankia, La Caixa, Santander y HSBC

Foto: La Caixa, Santander y HSBC salvan la inversión de los Polanco en Prisa
La Caixa, Santander y HSBC salvan la inversión de los Polanco en Prisa

La red de seguridad del Grupo Prisa nunca falla. Según admite la compañía en información remitida al supervisor estadounidense (SEC), Bankia, La Caixa, Santander y HSBC financiaron a los Polanco y sus socios americanos la ejecución de 75 millones de warrants (opciones sobre acciones) a finales de 2011, en plena sequía del crédito. Una operación que permitió a los dueños de la sociedad inyectar 150 millones en la firma y paliar los serios problemas de liquidez que atraviesa. De paso, también facilitaba la refinanciación de una deuda creciente que supera ya ampliamente los 3.500 millones, pese a las desinversiones acometidas en los últimos meses.

“El 3 de enero de 2012, Otnas ejecutó 75.000.0000 warrants para suscribir acciones clase A del emisor a dos euros (…) utilizando fondos de un contrato de préstamo a plazo de 150 millones de euros fechado el 21 de octubre, por y entre Banco Santander, S.A., Caixabank, S.A., Bankia S.A., y HSBC Bank, PLC”, explica la información enviada a la SEC. Otnas es la sociedad creada ad hoc por los Polanco -a través de sus empresas patrimoniales-, Nicolas Berggruen –vía Berggruen Acquisition Holdings, sociedad radicada en Holanda- y Martin E. Franklin. Los dos americanos eran la punta de lanza de Liberty, sociedad que agrupaba una veintena de hedge funds y firmas de inversión que inyectaron 650 millones en Prisa en diciembre de 2010.

Los bancos están entre la espada y la pared. Y es que los cuatro financiadores de la ampliación de capital de 150 millones que dio aire a Prisa son también algunos de los principales acreedores del grupo de medios, cuyo agujero financiero alcanzaba los 3.533 millones de euros a 31 de diciembre de 2011. Un montante dividido en dos créditos que complican desde hace años el horizonte de la casa. Uno de ellos, el denominado préstamo puente, fue contraído a comienzos de 2008 con HSBC, Santander, Banesto, Caja Madrid, BNP Paribas y Natixis. Contemplaba un importe inicial de 1.950 millones de euros, de los que aún quedan pendientes de pago 1.540. La última refinanciación pactada por la firma hace apenas un trimestre retrasa el vencimiento hasta el año 2015.

Además, la compañía tiene que hacer frente a otro préstamo, el sindicado con un grupo de 39 entidades financieras, que a 31 de diciembre de 2011 implicaba obligaciones adicionales para la sociedad de 1.382 millones de euros. Según explica la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), con los fondos procedentes de la ampliación de capital de 150 millones “se han amortizado 100.000 miles de euros del préstamo sindicado, quedando pendiente una deuda de 1.282.544 miles de euros, cuyo vencimiento se extiende hasta el 19 de marzo de 2014 o hasta el 19 de diciembre de 2014, si se cumplen ciertos hitos”.

Las acciones de Prisa, puesta en prenda

La información remitida al regulador español revela que la refinanciación de esos créditos estaba condicionada a la ejecución de los 75 millones de warrants. “Timón, Asgard y Propu [sociedades de los Polanco, con las que canaliza su inversión en Prisa] junto con el Sr.Berggruen y el Sr.Franklin, están interesados en facilitar la refinanciación de la deuda financiera de Prisa, para lo cual los bancos financiadores de Prisa han solicitado, entre otros extremos, una aportación al capital social de Prisa por importe de, al menos, 150.000.000 euros”. Ante la SEC, la sociedad precisa que, como garantía para el pago del crédito, los Polanco, Berggruen y Franklin han puesto en prenda parte de sus acciones en la compañía.

Las estrecheces financieras que atraviesa la compañía no han impedido que sus altos ejecutivos percibieran importantes retribuciones en 2011 y aspiren a elevados extras en el presente ejercicio. Como publicó El Confidencial, la compañía prevé la concesión de un bono de 10,57 millones a su equipo directivo en 2012, un 23% más respecto a los 8,09 millones hechos efectivos el pasado año. La parte del león de ese bonus de referencia será para los consejeros con funciones ejecutivas (Juan Luis Cebrián, Fernando Abril-Martorell y Manuel Polanco), que pueden llegar a embolsarse 8,2 millones de euros. La compañía registró pérdidas netas de 451 millones en 2011 tras acometer importantes provisiones.

Todo mientras la redacción de su buque insignia, el diario El País, se mantiene en ebullición desde que se planteara la semana pasada la posibilidad de acometer un duro ajuste de plantilla. Precisamente hoy está previsto que la empresa comunique a la plantilla del rotativo las intenciones de la compañía en una reunión informativa de obligada asistencia. Cebrián ya abortó in extremis el pasado viernes la reprobación del Comité de Empresa, en armas después de que un directivo de Prisa comunicará el pasado martes a la ejecutiva de CCOO su intención de ejecutar un ERE que “afecta a un número muy importante de trabajadores”, según explicaba la representación sindical.

La red de seguridad del Grupo Prisa nunca falla. Según admite la compañía en información remitida al supervisor estadounidense (SEC), Bankia, La Caixa, Santander y HSBC financiaron a los Polanco y sus socios americanos la ejecución de 75 millones de warrants (opciones sobre acciones) a finales de 2011, en plena sequía del crédito. Una operación que permitió a los dueños de la sociedad inyectar 150 millones en la firma y paliar los serios problemas de liquidez que atraviesa. De paso, también facilitaba la refinanciación de una deuda creciente que supera ya ampliamente los 3.500 millones, pese a las desinversiones acometidas en los últimos meses.