Las familias de Vocento aceleran los contactos para desactivar la crisis 'in extremis'

Quedan ocho días. Las familias de Vocento, editora del diario ABC, negocian contrarreloj para llegar a un pacto de cara a la Junta Extraordinaria de Accionistas que decidirá el futuro de la compañía el 26 de abril. ¿Objetivo? Alcanzar un consejo de administración de consenso. Según aseguran fuentes internas de la casa, las conversaciones para desactivar la crisis –que tienen lugar a diario en la última semana- están siendo promovidas por el nuevo presidente, Enrique Ybarra, y Soledad Petisa Luca de Tena, cuyo 11% del capital resulta clave para el desenlace del drama. “Podría anunciarse un acuerdo hoy mismo. Lo que está sobre la mesa es la elección de los tres consejeros independientes”, se asegura.  

Dos son los bloques en liza, cada uno con una propuesta diferente para la Junta. Por un lado, el frente formado por los Bergareche, Urrutia y Castellanos. Los dos primeros abrían la caja de los truenos el pasado 27 de febrero al presentar un requerimiento notarial en el Consejo por el que solicitaban una Junta Extraordinaria en el plazo de dos meses para revocar el cónclave y tomar la compañía. Por otro, el resto de los consejeros, con la familia Ybarra a la cabeza y otros institucionales como Gonzalo Soto o Fernando de Yarza. En los últimos días parece haberse abierto una tercera vía con Enrique Ybarra y la pequeña de las Luca de Tena, que parecen haber encontrado intereses comunes.

“Es curioso, pero es como si hubieran llegado al pacto de que Enrique protege el 'ABC' para 'Petisa', y ésta mantiene al presidente en el cargo. Llevan la voz cantante en las conversaciones, centradas en sacar adelante una lista de independientes que cuente con el plácet de todos”, explican estas fuentes. El bloque rebelde partía con más de un 21% del capital, que el apoyo de Castellanos acercaría al 27%. Los Ybarra y los institucionales –con el 6,5% del presidente incluido- se acercarían al 40%. El 11% de las Luca de Tena, que podrían arrastrar otro 3% adicional, convierten a las hermanas en bisagra de cualquier votación. También podrían ser clave los paquetes en manos de minoritarios, en muchos casos vinculados a las familias.

A la espera de un acuerdo, dos son las propuestas de Consejo que se votarán en la Junta. La rebelde apuesta por un cónclave con tres miembros del sector crítico (con un representante de las familias Bergareche, Urrutia y Castellanos) y tres de los supuestos institucionales (dos Ybarra y una Luca de Tena). Los tres consejeros independientes serían fundamentales para la toma de decisiones. Por su parte, los Ybarra consiguieron sacar adelante en el Consejo del 21 de marzo una renovación del órgano en la que se añadían dos puestos institucionales a la propuesta de la dupla Bergareche-Urrutia. Además, Enrique Ybarra sustituía a Diego del Alcázar en la presidencia. Esta será la segunda propuesta que se someta a votación.

Salvar al consejero delegado

El acuerdo que está sobre la mesa enlazaría con la convicción que expresan abiertamente algunos consejeros respecto la necesidad de no perjudicar más a los actuales gestores de la sociedad. “Luis Enríquez [consejero delegado] saldría ileso y hasta reforzado en el caso de un pacto”, remachan estas fuentes. “Hay accionistas que están muy preocupados por el día después. Hay una compañía que sacar a flote, salga lo que salga de la Junta Extraordinaria”, se añadía recientemente desde el grupo. No falta quien recuerda que el primer ejecutivo, reclutado para dinamizar la gestión de la firma hace apenas nueve meses, agradecería poder concentrarse en los números y no verse sometido a la actual espiral de intrigas y maquinaciones.

Y es que las familias ni siquiera pueden fiarse del todo de los suyos. El propio Enrique Ybarra hacía la semana pasada un guiño al enemigo y sacaba a dos institucionales de la Comisión de nombramientos y retribuciones, hasta entonces en manos de sus huestes. El movimiento, entendido por muchos en la casa como un intento de acercamiento al sector crítico para forzar una solución de consenso, también le ha granjeado la desconfianza de su familia, que se plantea agrupar sus votos de cara a la Junta por si el presidente –y las Luca de Tena- les dan la espalda a última hora. No ayudó a generar confianza que el presidente comunicara la decisión a sus supuestos aliados apenas cinco minutos antes del Consejo. Tampoco que asegure ante quien quiere escucharle que ya hace planes como presidente a dos años vista. Todo sea por una solución pactada.