El diario 'As' supera en beneficios a 'El País' por primera vez en la historia de Prisa

El cambio de guardia escenificado en el Grupo Prisa con la entrada de sus nuevos socios americanos no es el único en marcha. El diario El País, buque insignia de la compañía de la familia Polanco, registró un resultado de explotación de 8,92 millones de euros el pasado año, muy lejos de los 14,27 millones que se apuntó el periódico deportivo As. Es la primera vez que el diario generalista pierde la batalla con el especializado, adquirido por el grupo de medios en 1996. Una evolución que se produce en pleno desplome de la inversión publicitaria. De hecho, la división de prensa de Prisa ingresó por anuncios 25 millones menos que en 2010.

El País facturó 255,27 millones de euros, un 7,3% menos que el año anterior. Dos son las principales fuentes de ingresos del rotativo. Por un lado, las ventas. Aquí la cabecera logró salvar los muebles, tras acabar el año con una difusión de 365.118 ejemplares diarios, muy cerca de los datos del año anterior. La otra vía, las de los ingresos publicitarios, presentó una evolución más inquietante. No en vano el periódico se quedó en 107,56 millones de euros, 19 millones menos que en el ejercicio precedente. Los gastos de explotación se mantuvieron en torno a 246 millones, lo que deja el resultado por debajo de los nueve millones, el peor registro del siglo.

De hecho, el declive del resultado de explotación de El País en 2011 resulta llamativo a tenor de los guarismos históricos. Por ejemplo, el rotativo se apuntaba en el año 2005 un beneficio antes de intereses e impuestos (ebit) de 143,71 millones de euros, mientras que el As apenas podía presumir 11,79. Una diferencia superior a 130 millones hoy enjugada. Incluso en 2007, el ebit del generalista superaba los 100 millones, casi siete veces más que el diario deportivo. Los últimos cuatro años, coincidiendo con la crisis económica, han sido dramáticos para las cifras del diario que dirige Javier Moreno. De este modo, el resultado de explotación bajaba paulatinamente hasta quedarse en 19,58 y 28,22 millones en 2009 y 2010, respectivamente.

Las cifras del As se han mantenido más estables. La facturación de la cabecera terminó en 75,15 millones en 2011, unos siete millones menos que en 2010. Eso sí, mientras que El País mantuvo intocados los gastos de explotación, el diario de Alfredo Relaño redujo los costes en casi ocho millones (hasta 60,88), lo que le permitió presentar un beneficio antes de intereses e impuestos de 14,28 millones, apenas un 1,6% menos que el año anterior. Todo un logro en plena crisis publicitaria. Es más, se trata de uno de los mejores resultados históricos del periódico deportivo, que nunca ha rebasado los 15 millones de ganancias.

En el punto de mira de Vocento

Otros grupos no han pasado por alto la buena salud del diario. Como publicó El Confidencial, Vocento -editora de ABC- ya sondeó a Prisa para la compra del rotativo en el verano de 2010, al calor de la victoria de la selección española en el Mundial de Sudáfrica y con el objetivo de llenar el hueco que tiene en la prensa deportiva. Los Polanco ni entraron a negociar, también con la convicción de que la apuesta por este segmento informativo resulta imprescindible para impulsar la audiencia en las webs del grupo. Fuentes conocedoras del planteamiento de Vocento aseguraban entonces que cualquier operación de adquisición podría superar los 100 millones de euros, en torno a diez veces el ebitda del diario.

Prisa registró unas pérdidas netas de 451 millones de euros en 2011, tras acometer importantes provisiones para cubrir riesgos fiscales y deterioros del fondo de comercio, sobre todo en Portugal. Sin esas reservas, el año es prácticamente plano, con ganancias de apenas 1,6 millones. Con ese escenario, uno de los aspectos más significativos de los resultados es la retribución percibida por el consejero delegado del grupo, Juan Luis Cebrián, que se embolsó en el año 8,2 millones de euros, entre la remuneración en metálico y en especie. Paradójicamente, sólo la cuantía percibida por el primer ejecutivo de la compañía se come casi todo el resultado de explotación de El País.