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Rupert Murdoch y Pedro J. Ramírez comparten confidencias en Mallorca
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REUNIÓN ENTRE EL MAGNATE Y EL DIRECTOR DE 'EL MUNDO'

Rupert Murdoch y Pedro J. Ramírez comparten confidencias en Mallorca

Pedro J. Ramírez, director del diario El Mundo, se ha reunido en su casa de Mallorca con el octogenario magnate de medios de comunicación Rupert Murdoch,

Foto: Rupert Murdoch y Pedro J. Ramírez comparten confidencias en Mallorca
Rupert Murdoch y Pedro J. Ramírez comparten confidencias en Mallorca

Pedro J. Ramírez, director del diario El Mundo, se ha reunido en su casa de Mallorca con el octogenario magnate de medios de comunicación Rupert Murdoch, quien se encontraba estos días navegando en su velero por aguas baleares acompañado de su tercera esposa, Wendi Deng (42), y del director del prestigioso Wall Street Journal, Robert Thomson. El pasado sábado, los tres fondearon el Rosehearthy, de 56 metros de eslora, frente a la Costa de los Pinos para celebrar un almuerzo con Pedro J. y su mujer, Agatha Ruíz de la Prada

Sin desvelar nunca quién era el dueño del “velero subyugante y misterioso” anclado “delante de (mi) casa”, el director de El Mundo utilizó sin pudor su cuenta de Twitter para promocionar su cita con Murdoch, actualmente en el ojo del huracán por el escándalo de las escuchas ilegales de uno de sus diarios, el News of The World, escuchas que provocaron el cierre del mismo y la comparecencia del magnate y su hijo James ante una comisión del Parlamento británico. Los tuits de Pedro J. comenzaron el 20 de agosto, cuando anunció, al tiempo que comentaba la visita a España de Benedicto XVI, que “yo también tendré una visita especial”.

Fiel a su táctica de cautivar a sus ciberseguidores, el periodista disculpaba su baja actividad con el siguiente mensaje: “Perdonad q no os haga mucho caso. Han sido 6 horas apasionantes con el invitado especial”. Al día siguiente, 21 de agosto, y con prosa un tanto cursi, añadía “Sigo abducido por nuestros invitados y la estampa del velero”. A medida que pasaban las horas junto a Murdoch, Pedro J. se iba dejando llevar por la emoción: “El velero de nuestros amigos es ahorA una escultura mágica iluminando la oscuridad de la bahía. Inolvidable cena de amor al periodismo”.

El cebo funcionó. Despertada la curiosidad con el truco del visitante misterioso, Pedro J. contestó el día 22 a uno de sus seguidores: “Todo periodista desearía subir a ese velero como lo he hecho yo. Es algo parecido a lo del balcón de Carabaña” (famosa fotografía en la que Rodrigo Rato y el periodista aparecían juntos y felices tras la victoria popular de 1996 en el balcón de la casa del hoy presidente de Bankia y entonces mano derecha de Aznar, celebrando las fiestas del citado pueblo).

Una vez alimentado el morbo sobre quiénes serían los propietarios del yate, Pedro J. dejó entrever su estrategia: publicarlo más adelante en su periódico: “Están siendo días muy intensos: los invitados, el velero, los paparazzi... Al final os lo contaré todo”. Sin embargo, su plan se torció cuando el diario ÚltimaHora.es publicó la fotografía que acompaña esta información y estuvo a punto de reventar la exclusiva. Cuando uno de sus followers le inquirió sobre la información publicada, Pedro J. respondió: “Nada q objetar excepto q no hay ninguna operación empresarial. Sólo una amistad personal basada en la pasión x el periodismo”.  

La posible compra de Unidad Editorial

He aquí el meollo de los encuentros. Según fuentes solventes, Pedro J. estaba testando la posibilidad de que Murdoch comprase el Grupo Unidad Editorial (al que pertenece El Mundo, Marca o Expansión), dado su precario estado y el descontento del grupo italiano RCS. No obstante, otras fuentes descartan esta posibilidad y subrayan que el periodista ha querido hacer pública la visita y su amistad con el magnate como una mera demostración de fuerza ante los italianos.  

Sea como fuere, el periodista no estaba dispuesto a que nadie le estropease la autopromoción, así que su siguiente mensaje ese mismo día 22 volvía a hacer referencia al velero: “Sigo ensimismado con el velero anclado enfrente de casa. Y hablando de política, economía y sobre todo periodismo con nuestros invitados”. Para que nadie se pierda su peripecia, en la noche de ese día anuncia que zarpan: “Pasaremos la mayor parte del día en el velero misterioso y subyugante. Tuitearé cuando tenga cobertura”. E insiste en “regañar” a quienes están empeñados en desvelar su compañía: “No seas chivata, Ana. Cada cosa a su tiempo”.

La singladura acabó el lunes: “Acabamos de dejar el velero en Formentor con nuestros invitados dentro. Ha sido muy intenso. Volvemos a casa. Enseguida business as usual”. Su último tuit aborda sin tapujos la “ilusión” por las horas pasadas con Murdoch: “Entre el velero, los invitados y la reforma de la Consti ha sido un día lleno de emociones”.

Pedro J. Ramírez, director del diario El Mundo, se ha reunido en su casa de Mallorca con el octogenario magnate de medios de comunicación Rupert Murdoch, quien se encontraba estos días navegando en su velero por aguas baleares acompañado de su tercera esposa, Wendi Deng (42), y del director del prestigioso Wall Street Journal, Robert Thomson. El pasado sábado, los tres fondearon el Rosehearthy, de 56 metros de eslora, frente a la Costa de los Pinos para celebrar un almuerzo con Pedro J. y su mujer, Agatha Ruíz de la Prada