La detención de Rebekah Brooks ensancha las grietas en el imperio Murdoch

El imperio Murdoch se tambalea. La detención de la exconsejera delegada de News International Rebekah Brooks este domingo fue el broche a un fin de semana de infarto para el magnate de las comunicaciones australiano, que pese a las grandes notas de disculpas publicadas no ha dejado de recibir estocadas, tanto desde la prensa como desde los poderes públicos.

Rebekah Brooks, que también dirigió los tabloides News of The World y The Sun, presentó este viernes su dimisión al frente de la rama británica del imperio, mientras que el domingo culminó su particular via crucis con su detención en el marco del escándalo de las escuchas ilegales. Esta británica de 43 años, cercana al premier David Cameron, ha sido acusada de haber dado el visto bueno a las escuchas ilegales y de pago de sobornos a policías para la obtención de exclusivas.

Según informó la BBC, la Policía comunicó a Brooks el viernes, el día de su dimisión, que tenía presentarse este domingo en comisaría por ser la cara más visible del escándalo y con vistas a finiquitar la hecatombe que ha sacudido el imperio de las comunicaciones.

La detención de Brooks supone la décima practicada en el marco de este caso que, pese a comenzar en 2006, se recrudeció en las últimas semanas. Además de la ex mano derecha de Murdoch, también ha pisado los calabozos Andy Coulson, exjefe de prensa de David Cameron hasta enero de este año. Por si esto no bastase para levantar sospechas, el diario The Independent publicó el domingo que el primer ministro se habría reunido con Murdoch 26 veces en los 15 meses que lleva ocupando Downing Street.

Por su parte, el jefe de la oposición laborista, Ed Miliband, reclamó una nueva regulación de la prensa acusando a Murdoch de tener "demasiado poder sobre la vida pública".

Una relación casi familiar

La detención de Rebekah Brooks supone un duro golpe para Rupert Murdoch, quien este fin de semana emitió sendas notas de disculpas en los siete principales diarios de Reino Unido. La periodista, famosa por su ambición y polémica metodología, mantiene una relación casi familiar con el magnate australiano. Su carrera fue meteórica. En 1989 entró a trabajar en News of the World como secretaria y en 2000, con 32 años, llegó a ser su directora, lo que la convirtió en la mujer más joven al frente de un periódico de ámbito nacional en el Reino Unido.

En los tres años que permaneció al frente del News of the World, ese periódico llevó a cabo numerosas escuchas ilegales con el fin de obtener información de políticos, famosos, deportistas y hasta de víctimas de crímenes, como la niña Milly Dowler, que ha desencadenado el escándalo y la caída en desgracia de la poderosa Brooks. La ambiciosa periodista, siempre rodeada por un halo de misterio, llegó al mundo de los tabloides británicos pisando fuerte y demostrando desde el principio falta de escrúpulos a la hora de conseguir un buen titular.

La prensa británica ha publicado que Brooks invitó a Cameron a su fiesta de Navidad el año pasado y que montaban juntos a caballo en el condado de Oxfordshire, donde ambos tienen una casa de campo. El primer ministro la invitó al menos dos fines de semana a la mansión de Chequers.

Cae el jefe de Scotland Yard

Cuando parecía que nada más podría agrandar el escándalo, el comisario jefe de Scotland Yard, Paul Stephenson, presentó su dimisión en el marco del escándalo. Stephenson había sido criticado esta semana por haber mantenido hasta septiembre de 2010 como consultor en la Policía Metropolitana de Londres a Neil Wallis, exsubdirector del tabloide sensacionalista, detenido esta semana por el escándalo de los pinchazos telefónicos.

El exjefe de la policía británica se vio el sábado de nuevo bajo presión tras conocerse que se había alojado en un spa de lujo del que exsubdirector de News of the World era asesor de relaciones públicas.