Es noticia
‘La Voz de la Calle’ o cómo perder tu trabajo sin llegar a firmar un contrato
  1. Comunicación
LOS TRABAJADORES SE REUNIRÁN CON LA EMPRESA ESTE LUNES

‘La Voz de la Calle’ o cómo perder tu trabajo sin llegar a firmar un contrato

Se han quedado en la calle y por su hermetismo parece que se han quedado sin voz. Los trabajadores del diario La Voz de la Calle

Foto: ‘La Voz de la Calle’ o cómo perder tu trabajo sin llegar a firmar un contrato
‘La Voz de la Calle’ o cómo perder tu trabajo sin llegar a firmar un contrato

Se han quedado en la calle y por su hermetismo parece que se han quedado sin voz. Los trabajadores del diario La Voz de la Calle se quedaron con dos palmos de narices cuando el impulsor del proyecto, el mecenas del PCE en el exilio, Teodulfo Lagunero, les anunciaba el martes mediante un escueto correo electrónico que no tenía los avales suficientes para garantizar la distribución del periódico. El proyecto había muerto antes de nacer.

Cuarenta y cinco historias quedaban rotas. Compuestos y sin medio. Tres semanas de trabajo que se tiraban a la basura, cuando se había garantizado al menos un año la supervivencia del medio. Desde el simple parado que había encontrado una luz hasta el que había decidido trasladarse desde fuera de Madrid atraído por el proyecto.

“El mínimo común denominador que nos unía a todos los trabajadores era la gran ilusión que nos unía por un medio diferente”, indica a El Confidencial, Raúl García, erigido como portavoz de la asamblea en la que se han organizado los afectados, que se turnan para que la página web del medio siga latiendo, cubriendo actos como la manifestación del pasado jueves de la “Juventud sin futuro”. “Estuvimos haciendo periodismo que es lo que queremos que nos dejen hacer”, señala García.

Unos trabajadores que confiaron tanto en el medio que esperaron a un contrato de trabajo que nunca llegó: “Estaba previsto que lo firmásemos el día de la salida del diario”. Sin embargo, ese día nunca llegó y, ahora, los trabajadores esperan a este lunes a reunirse con representantes de la empresa.

Por el momento, el hermetismo domina la asamblea. Los 45 dramas diferentes se transforman en uno solo y desde que el miércoles, el periodista Alberto Arce publicase un post que recorrió la Red como la pólvora, no se han conocido muchos más detalles sobre cómo se está viviendo la situación.

“El día de la decisión fue un mazazo, aunque luego los ánimos se fueron calmando poco a poco”, explica Raúl García, que añade que evita hablar sobre la posibilidad de que el proyecto siga sólo en formato web: “Lo primero es resolver el conflicto”.

El único consuelo que les queda es que se han sentido “muy apoyados por las redes sociales y por algunos colectivos. El otro día, vino gente de Izquierda Unida a decirnos que están con nosotros y que quieren que se resuelva todo esto”.

La asamblea tampoco habla sobre las participaciones en el capital del periódico, ni sobre qué pasará con la gente que se aventuró a invertir en este fallido proyecto: “Ni nos atañe, ni nos importa”.

Un diario a la izquierda de la izquierda

A principios de marzo, se dio a conocer el proyecto de La Voz de la Calle, avalado por un comité editorial compuesto por sonoros nombres del espectro de la izquierda, como el propio Lagunero,  Pilar del Río, viuda de José Saramago, o Carlos Berzosa. Su tirada inicial sería de 90.000 ejemplares,  con un precio de 1,20 euros, y, como explicaba el propio Lagunero a El Confidencial, dirigido a esa “mitad de España que es sociológicamente de izquierdas”.

“Somos entre 240 y 250 socios, en los que hay personalidades significativas de izquierdas como rectores, catedráticos, economistas… El grupo de lectores a los que queremos dirigirnos es, como reza nuestro nombre, a la calle de verdad”, afirmaba el empresario, entonces, que presumía de una plantilla de cerca de 50 personas que ahora se ha visto en la calle.

En un primer momento, su lanzamiento estaba programado para el 1 de abril, y desde mediados de marzo se podía ver su web en pruebas. Posteriormente, su salida se retrasó al 14 de abril, aunque sin motivaciones republicanas, sino por supuestos problemas en el sistema informático. Parece ser que las motivaciones finales eran mucho más complejas.

Se han quedado en la calle y por su hermetismo parece que se han quedado sin voz. Los trabajadores del diario La Voz de la Calle se quedaron con dos palmos de narices cuando el impulsor del proyecto, el mecenas del PCE en el exilio, Teodulfo Lagunero, les anunciaba el martes mediante un escueto correo electrónico que no tenía los avales suficientes para garantizar la distribución del periódico. El proyecto había muerto antes de nacer.