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La auditoría de RTVE denuncia que personas 'de fuera' utilizan tarjetas Visa corporativas
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NO SE CUMPLE "EL PRINCIPIO DE AUSTERIDAD"

La auditoría de RTVE denuncia que personas 'de fuera' utilizan tarjetas Visa corporativas

La austeridad para RTVE que proclama su presidente, Alberto Oliart, todavía no parecía presidir la casa en 2009, antes de su llegada. Y la falta de control

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La auditoría de RTVE denuncia que personas 'de fuera' utilizan tarjetas Visa corporativas

La austeridad para RTVE que proclama su presidente, Alberto Oliart, todavía no parecía presidir la casa en 2009, antes de su llegada. Y la falta de control incluso alcanzaba al uso de las tarjetas de crédito de la empresa. Según denuncia el borrador de Auditoría correspondiente al pasado ejercicio, una de esas tarjetas “ha sido utilizada por una persona cuya relación con la Corporación es mediante un contrato de asistencia y consultoría”. Una práctica irregular en tanto la normativa interna deja claro que únicamente los directivos de la televisión pública y de sus sociedades estatales podrán utilizar el plástico corporativo.

El informe elaborado por la Intervención General del Estado (IGAE) no se queda ahí. Añade que, incluso en el caso de los directivos con derecho a utilizar las tarjetas de crédito, “en algunos gastos de la muestra realizada no se detalla la explicación del gasto (motivo, comensales, etcétera)”. Un procedimiento que lleva al auditor a lamentar que parte de esos desembolsos “parecen no cumplir el principio de austeridad”. La Auditoría se encuentra todavía en fase provisional y, por tanto, RTVE puede presentar alegaciones.

Como ya adelantó este periódico, las principales dotaciones destinadas por la Corporación a asistencia y consultoría en 2009 corresponden al Proyecto Nueva Sede, que el Consejo de RTVE decidió definitivamente abandonar hace apenas diez días. Sin ir más lejos, la televisión pública abonaba la friolera de 17.083,33 euros por su trabajo como consultor al director de la Oficina Proyecto Nueva Sede, Pedro Pablo Mansilla. Otro ejemplo del poder que personas de fuera detentaban en la casa. Ex alto cargo del PSOE y promotor inmobiliario cuando se gestó el proyecto en 2007, fue designado para el puesto por el anterior presidente, Luis Fernández. Su misión era diseñar la macrooperación urbanística por la que RTVE se mudaría a un terreno propiedad del Ministerio de Defensa a dos kilómetros de Prado del Rey.

Demasiados poderes para Mansilla

La Auditoría del IGAE correspondiente al año 2008 ya expresó sus dudas sobre los atribuciones que Mansilla atesoraba en la empresa, que abandonó hace algo más de un año en paralelo a la salida de Fernández. “En relación con el Proyecto Nueva Sede, se ha detectado que en el proceso de contratación de al menos dos contratos de consultorías (…), la misma persona y sólo ella (director de la Oficina Proyecto Nueva Sede) firma el informe de la necesidad del servicio, propone a las empresas a las que se debe solicitar ofertas, firma el informe técnico de adjudicación, el contrato y la recepción de los servicios”, refiere el documento. Unas atribuciones que exceden la normativa interna de la Corporación.

No obstante, el documento del IGAE constata que el gasto en consultoría desciende en 2009 respecto a 2008 un 70%. “Se debe principalmente a que en mayo de 2008 finalizó la contratación con The Boston Consulting Group, que supuso 2.033.400 euros en 2007 y 533.428 euros en 2008, al descenso del gasto en comunicación estratégica y a la disminución de los costes relacionados con el Proyecto Nueva Sede”, subraya el informe. Esta última iniciativa suponía el 69% del gasto en consultoría.

Más allá del acceso a las tarjetas de crédito, la estructura directiva de la Corporación no es precisamente corta. Además de los 12 consejeros, RTVE contaba a finales del ejercicio 2009 con una cúpula con 13 direcciones de máximo nivel, de la que dependía “una estructura orgánica de 142 direcciones y 106 subdirecciones”. Es decir, un total de 261 puestos directivos. El coste fijo de esa parte del organigrama asciende a 18 millones de euros. La Auditoría se queja de que “el régimen retributivo de la cúpula directiva carece de normativa interna” y se aboga por una un sistema regulador que tipifique las categorías de directivos y las horquillas de retribución.

La austeridad para RTVE que proclama su presidente, Alberto Oliart, todavía no parecía presidir la casa en 2009, antes de su llegada. Y la falta de control incluso alcanzaba al uso de las tarjetas de crédito de la empresa. Según denuncia el borrador de Auditoría correspondiente al pasado ejercicio, una de esas tarjetas “ha sido utilizada por una persona cuya relación con la Corporación es mediante un contrato de asistencia y consultoría”. Una práctica irregular en tanto la normativa interna deja claro que únicamente los directivos de la televisión pública y de sus sociedades estatales podrán utilizar el plástico corporativo.

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