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No puedes evitar que tu hijo esté en Tuenti pero puedes dejar de sufrir por ello
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LA RED SOCIAL PRESENTÓ AYER SUS NUEVAS CONDICIONES DE USO

No puedes evitar que tu hijo esté en Tuenti pero puedes dejar de sufrir por ello

“Remplaza el miedo a lo desconocido con curiosidad”, que diría el refrán. Un porcentaje muy elevado de personas, cada vez más, cuentan con un perfil personal

Foto: No puedes evitar que tu hijo esté en Tuenti pero puedes dejar de sufrir por ello
No puedes evitar que tu hijo esté en Tuenti pero puedes dejar de sufrir por ello

“Remplaza el miedo a lo desconocido con curiosidad”, que diría el refrán. Un porcentaje muy elevado de personas, cada vez más, cuentan con un perfil personal en una red social. De ser españoles, con toda seguridad ‘estarán’ en Tuenti, que cuenta con más de seis millones de usuarios. Tus hijos también. Es su mundo y tienes dos opciones: estar dentro o quedarte fuera.

Este “universo paralelo”, en el que los usuarios comparten opiniones y fotografías principalmente, mostró la peor de sus caras cuando algunas televisiones y diarios digitales, especialmente la web de Telecinco, utilizaron el perfil de Marta del Castillo  y de sus allegados para extraer “información” y datos personales.

Desde entonces, el equipo de Tuenti trabaja codo con codo con la Asociación Española de Protección de Datos (AEPD) y los organismos oficiales europeos para garantizar "la mayor de las preocupaciones actuales en la red": la privacidad del menor.

Siguiendo esta línea de trabajo, Tuenti público este jueves una nuevas, y más comprensibles, ‘condiciones de uso’. Algo necesario dadas las circunstancias que, de un tiempo a esta parte, reclaman una gestión transparente de los datos personales vertidos en las redes sociales, principalmente por los menores. Tuenti ha sido de las primeras redes en apostar por esta transparencia, aunque todo ello siempre suponga ‘un tiro en el pie’ para los abogados.

En palabras del director de la APDE, Artemi Rallo, el concepto de privacidad está sufriendo un cambio de paradigma en los más jóvenes, “empiezan a perder su valor”, y a su juicio, “la solución pasa por las empresas que ofrecen estos servicios”. Aunque también supo reconocer que “es muy probable que ni ellos mismos fueran conscientes de las aristas necesarias en el diseño original de sus portales para garantizar la protección de los datos vertidos en ellas”.

Rallo hizo estas declaraciones el pasado martes, en la jornada organizada por la fundación Solventia sobre “La privacidad del menor en redes sociales”.  Allí también acudieron la directora europea de asuntos institucionales y Gobierno de Google España, Bárbara Navarro, y el director de comunicación de Tuenti, Ícaro Moyano.

“La cuestión no es prohibir, sino educar”

Internet nunca ha sido el juguete preferido por los padres pero si a ello le añadimos la posibilidad de que sus hijos e hijas puedan subir sus propias fotos y datos personales, reales, el nivel de recelo toca techo.

“Pero la solución no es prohibir el uso de estas redes”, asegura Navarro. “¿Se imaginan que en vez de explicar a los niños porqué no se debe abrir la puerta a desconocidos simplemente se prohibiera? La educación es algo fundamental. Saber las consecuencias de publicar datos personales en la red es algo tan importante como aprender a sumar.”

Tal y como puede verse en las condiciones de uso publicadas ayer, Tuenti obliga a que los datos vertidos en los perfiles sean verídicos, de forma que las personas que haya detrás de los perfiles sean realmente las que se muestran ahí. Dichos datos deberán estar actualizados en todo momento.

Para poder estar en Tuenti se debe tener más de 14 años y haber recibido una invitación de alguien que ya esté dentro. El servicio exige una serie de datos obligatorios para poder entrar: Nombre y apellidos, si se está en el colegio, en la universidad o trabajando, la fecha de nacimiento, la provincia de residencia y una dirección de correo electrónico. El resto de informaciones vertidas son opcionales y corresponde a cada usuario el control y responsabilidad de las mismas.

Según los responsables de Tuenti, es ahora cuando los padres deben participar del entretenimiento de sus hijos, ya que Tuenti ofrece una serie de niveles de privacidad que no siempre son conocidos por los usuarios y que son determinantes en la protección de los datos personales (ver imagen). Con estos tres niveles, es posible permitir que el perfil de uno sea visible para los amigos, para los amigos de los amigos, o para todo Tuenti. El portal es privado y no es accesible por buscadores como Google.

Además, es posible establecer estos tres mismos niveles a la hora de recibir mensajes o visualizar números de teléfono. La forma más segura de cara a la protección de los datos es la de permitir exclusivamente a los amigos ver los perfiles y escribir mensajes privados. Asimismo, también es posible evitar las fotografías subidas a Tuenti puedan ser descargadas con el botón derecho del ratón.

Los despropósitos de la ignorancia

Según ha explicado Ícaro Moyano a El Confidencial, la media de amigos en Tuenti es mucho más baja que en otras redes sociales: cincuenta. Esto, a su juicio, implica que las relaciones son reales, algo muy importante de cara a la posible infravaloración del concepto ‘amigo’ de este tipo de redes, y que en ocasiones lleva a encontronazos indeseados.

La media de edad en Tuenti según fuentes internas a la compañía es de 24 años. Se trata de una de las redes sociales más jóvenes, lo que implica un elevado número de adolescentes, aunque los responsables del portal han rechazado revelar el número exacto. A menor edad mayor desconocimiento. La inmensa mayoría de las veces los usuarios de estas redes admiten las condiciones de uso sin leerlas previamente por ser muy extensas y estar expresadas en términos muy técnicos. Es por ello que Tuenti ha procedido a hacerlas más compresibles. Pero existen seis millones de usuarios que las han aceptado pudiendo no conocer en absoluto lo que implica.

Estas circunstancias son la mejor receta para que los niños estén cometiendo infracciones sin saberlo. Infracciones de las que podrían ser víctimas o que podrían equivales a delitos.

Estar en Tuenti y tener menos de 14 años está prohibido, así como subir material o información ajena o relativa a otros. Algo tan inocente como subir unas fotografías tomadas en la piscina jugando a ser como las sugerentes modelos de las revistas puede contraer problemas muy serios, y más en el caso de los menores de edad. Resabido es que Tuenti es una gran herramienta para ligar, pero ligar puede convertirse en algo muy desagradable si no se conoce en absoluto a la persona que está al otro lado del ordenador.  Ayer mismo fue detenido un joven de 21 años por un presunto delito de corrupción de menores a través de redes sociales entre las que se encuentra Tuenti. No se trata del primer caso.

“Es una necesidad innata seguir en un contacto constante con los que considera importantes”, reflexionaba Ícaro el pasado martes. “Nada más llegar a casa cogía rápidamente el teléfono para seguir hablando con quien acababa de ver hace cinco minutos. Luego vino Internet, los foros, los chats y, ahora, las redes sociales. Es algo que siempre estará ahí”.

“No es la historia la que cambia –continúa-, sino el marco y sus circunstancias. Los niños no son distintos, simplemente disponen de más herramientas que a su vez son cada vez más versátiles”. Dicen que no hay herramientas malas, que depende del uso que se haga de las mismas. Puede que sea verdad.

“Remplaza el miedo a lo desconocido con curiosidad”, que diría el refrán. Un porcentaje muy elevado de personas, cada vez más, cuentan con un perfil personal en una red social. De ser españoles, con toda seguridad ‘estarán’ en Tuenti, que cuenta con más de seis millones de usuarios. Tus hijos también. Es su mundo y tienes dos opciones: estar dentro o quedarte fuera.