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Los editores acusan a De la Vega de olvidar el plan de ayudas que prometió a la prensa
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SE SIENTEN AGRAVIADOS FRENTE A LAS TELEVISIONES PRIVADAS

Los editores acusan a De la Vega de olvidar el plan de ayudas que prometió a la prensa

La reunión tuvo lugar el miércoles por la mañana. La Junta Directiva de la Asociación de Editores de Diarios Españoles (AEDE) casi al completo constataba indignada

Foto: Los editores acusan a De la Vega de olvidar el plan de ayudas que prometió a la prensa
Los editores acusan a De la Vega de olvidar el plan de ayudas que prometió a la prensa

La reunión tuvo lugar el miércoles por la mañana. La Junta Directiva de la Asociación de Editores de Diarios Españoles (AEDE) casi al completo constataba indignada el olvido en que ha caído el plan de ayudas a la prensa que la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, se comprometió a negociar con el sector en la reunión que mantuvo a finales de marzo con la presidenta de AEDE, Pilar de Yarza. “Antes de Semana Santa se hizo llegar a Presidencia un borrador con las propuestas que se hablaron en aquel encuentro. Desde entonces, ni palabra. Ni nos han contestado”, asegura molesto uno de los presentes.

Ayer mismo, uno de los principales editores españoles, Pedro J. Ramírez, publicaba un artículo en el periódico El Mundo destinado a pedir al Gobierno que ponga en marcha de una vez las ayudas prometidas para evitar el hundimiento de la prensa de papel en España, con el argumento de que éste es el verdadero periodismo y no s epuede permitir que deje de existir.

La gota que ha colmado el vaso de los dueños de la prensa es la decisión adoptada por el Gobierno y negociada por De la Vega de eliminar a partir de septiembre la publicidad en TVE, una medida que libera una cantidad superior a 500 millones que las televisiones privadas esperan capitalizar. “El plan que se acordó para la prensa estaba entre 30 y 50 millones de euros, de los que 10 eran para los quiosqueros. Se nos ha hecho un auténtico agravio frente a las televisiones, cuando ellas ganan dinero y muchos grupos de prensa no sólo lo pierden, sino que están inmersos en expedientes de regulación de empleo. Ha contentado a las privadas y se ha olvidado completamente de los editores”, asegura esta fuente.

La Junta del miércoles sirvió para que Pedro García Guillén, nuevo consejero delegado de Sogecable tras la salida del Grupo Prisa de Javier Díez Polanco, pasara el testigo en la asociación a José Ángel García Olea, flamante director general de El País. También estaban presentes, por Unedisa, su director gerente, Luis Enríquez; por Zeta, Enrique Simarro, director general; y Domingo de Silos, en representación de Prensa Ibérica, entre otros. Más allá de las buenas palabras, lo que quedó claro durante el cónclave es la falta de consenso entre los diferentes medios ante la posibilidad de tomar acciones editoriales concertadas, una de las opciones que se planteó para presionar a De la Vega.

“Hay una cierta resignación –explica el representante de uno de los principales grupos-. Existe el convencimiento de que se ha perdido el momentum, que hubiera sido abril o mayo. Todo el mundo daba por seguro de que el primer trimestre de año iba a ser malo y las ayudas habrían tenido un efecto psicológico pensando en mayo y junio. Ahora, la debacle de la publicidad no encuentra freno. Hagan lo que hagan, el plan de ayudas del Gobierno ya llega tarde”. Las peticiones del sector iban inicialmente encaminadas hacia la introducción de estímulos fiscales, como la rebaja del IVA a un tipo mínimo, o medidas siguiendo el modelo Sarkozy, con suscripciones gratuitas para universitarios o al alcanzar la mayoría de edad.

Una relación plagada de desencuentros

“Lo triste es que llevamos diez meses con este tema”, asegura esta fuente. Es más, la relación de los editores con De la Vega no ha sido tan fácil como la que parece haber desarrollado con las televisiones privadas, agrupadas en Uteca. El 17 de febrero, la AEDE se reunía para celebrar su 30 aniversario. Javier Godó (La Vanguardia), José Manuel Vargas (Vocento), Juan Luis Cebrián (Prisa) y Antonio Fernández Galiano (Unedisa) acordaban mandar una carta a Moncloa para solicitar una reunión con el presidente del Gobierno con el fin de pedir auxilio ante la crisis del sector. Zapatero se lavaba las manos y trasladaba el problema a la Secretaría de Estado de Comunicación, ante lo que los editores montaban en cólera.

No eran los únicos. También lo hacía la vicepresidenta primera, que veía como los editores se olvidaban de ella y le ponían a los pies de los caballos frente a Zapatero, cuando había sido ella misma quien había encauzado las negociaciones con el sector. Fue en una reunión mantenida en julio de 2008, cuando los editores ya le expresaron las dificultades por las que atravesaba el sector. Pasaron siete meses sin respuesta y los editores se sintieron legitimados a recurrir a Zapatero al no obtener contestación alguna por parte de su mano derecha.

De la Vega reaccionó rápido y montó un nuevo encuentro con De Yarza a finales de marzo para limar asperezas. De ahí salió el acuerdo para implementar un miniplan, alejado de los 600 millones que destinará Sarkozy en Francia, pero satisfactorio para ambas partes. De la Vega dejó claro en ese encuentro que no se contemplaban ayudas directas, vía un aumento específico de la publicidad institucional, ni fiscales, vía reducción del IVA a un tipo mínimo. “Esa medida requeriría un consenso a nivel europeo”, explicó. Sin embargo, sí se plantearon medidas para favorecer el fomento de la lectura de diarios, así como otras de apoyo a los quioscos, sobre todo para su renovación tecnológica. Hasta ahora.

“Simplemente parecen estar desbordados”, se asegura desde un medio. Entretanto, los problemas crecen en los grupos editoriales. Por ejemplo, Vocento está inmerso en un expediente de regulación que afecta a más de 200 trabajadores del diario ABC; Unidad Editorial, editora de El Mundo, también ha acordado con los sindicatos la salida de 180 profesionales, y el Grupo Prisa, con una deuda galopante a cuestas, está fomentando las bajas voluntarias en sus cabeceras.

La reunión tuvo lugar el miércoles por la mañana. La Junta Directiva de la Asociación de Editores de Diarios Españoles (AEDE) casi al completo constataba indignada el olvido en que ha caído el plan de ayudas a la prensa que la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, se comprometió a negociar con el sector en la reunión que mantuvo a finales de marzo con la presidenta de AEDE, Pilar de Yarza. “Antes de Semana Santa se hizo llegar a Presidencia un borrador con las propuestas que se hablaron en aquel encuentro. Desde entonces, ni palabra. Ni nos han contestado”, asegura molesto uno de los presentes.

AMI (Asociación de Medios Informativos) Javier Godó Juan Luis Cebrián