Los trabajadores de Zeta desconvocan la huelga tras una maratoniana reunión con la Generalitat

Los trabajadores del Grupo Zeta desconvocaron la huelga prevista para los días 14, 15 y 16 de enero en todas las publicaciones del holding de Antonio Asensio Mosbah después de más de 12 horas de negociación en la sede de la consejería de Trabajo de la Generalitat de Cataluña. La jornada fue fructífera y permite, en principio, reconducir la crisis generada por la presentación de un expediente de regulación de empleo que afectaría a 531 de los 2.300 trabajadores de Zeta.

 

Las negociaciones comenzaron por la mañana, con una macro-reunión entre la empresa y todos los comités de las distintas compañías que integran el holding. Más de 100 personas en una sala complicaron, en principio, la negociación. Diversas fuentes que asistieron a la reunión coincidieron en señalar que una negociación con tanta gente “es poco operativa”. Según la empresa, además, “los propios comités tienen criterios distintos ante el problema, ya que mientras unos están dispuestos a negociar, otros apuestan sólo por la huelga y se oponen a cualquier despido”. Entre los propios trabajadores, se corrobora esta afirmación. “Es muy difícil poder llegar a entenderse entre tanta gente”, admitieron fuentes de los trabajadores.

 

En dicha reunión, compareció, entre otros, Rafael Nadal, director del buque insignia de Zeta, El Periódico de Cataluña. Expuso su situación y declaró que estaba dispuesto a aceptar 33 despidos en la compañía editora del rotativo, Ediciones Primera Plana, en vez de los más de 70 previstos en un principio. Además, según señalaron algunos presentes, si esa cifra se rebasaba en cinco o seis más, podría incorporar más tarde a otros tantos trabajadores del diario que necesitaban “regularizar” su situación.

 

La intervención de Nadal fue duramente criticada por otros comités. El director del rotativo fue incluso abucheado por algunos presentes, para los que “no se puede ir a ninguna reunión negociadora con la intención de despedir a gente y asumiendo punto por punto los planteamientos de la empresa. Parece como si quisiera pasar a la historia como el director que despide periodistas”.

 

Convocatoria de la Generalitat

 

A primera hora de la tarde, las partes en conflicto fueron convocadas por la consejera de Trabajo, Mar Serna, con el fin de intentar reconducir la situación. El director general de Relaciones Laborales, Salvador Álvarez, fue el encargado de pilotar la maniobra de acercamiento entre empresa y trabajadores, que dio sus frutos a las 2 de la madrugada.

 

A última hora de la tarde, la oferta de Grupo Zeta incluía algunas concesiones a los comités y la rebaja del número de afectados a una cifra en torno a los 470. Más tarde, los sindicatos realizaron una nueva contraoferta: la condición indispensable era la retirada del expediente de regulación junto al aumento de bajas voluntarias (que pasarían de 61 a 120) y la creación de una comisión de negociación con un representante por comité para evitar la multitudinaria y caótica reunión del martes y 13.

 

Lo cierto es que la intromisión de la Administración fue un bálsamo para la situación. El director general de Relaciones Laborales pudo consensuar unos mínimos para negociar: el expediente de regulación de empleo se suspenderá durante 15 días para que se pueda discutir tranquilamente sobre el plan de futuro.

 

Además, fijó un comité de 16 personas, con representantes de todos los comités, para que las reuniones no se conviertan en un gallinero. Además, la empresa ha modificado algunas de sus condiciones: aunque es reacia a dar cifras, un portavoz de la misma admitió a este diario que el número de afectados “será inferior a los 531 previstos en un principio. El número final dependerá de cómo vayan las negociaciones en los próximos días”.

 

La nueva oferta

 

Para los afectados, se han modificado al alza las indemnizaciones: se ha fijado un máximo de 20 mensualidades (en vez de las 12 previstas antes) y se aumentan los días por año trabajado a 42. Para los sueldos más elevados de 70.000 euros anuales, la indemnización quedará fijada en 35 días por año. Se mejoran, asimismo, las condiciones de los prejubilados, que son los trabajadores que tienen entre 57 y 63 años, y se crea una bolsa de trabajo con los despedidos, que tendrán prioridad en la contratación si Zeta necesita empleados en el futuro.

 

Estas condiciones ya estaban, más o menos, contenidas en la última contraoferta del holding, por lo que la negociación, en los próximos días, “será más fácil”. Fuentes de la compañía aseguran que “tenemos ahora un par de semanas en las que se pueden producir acercamientos y avances importantes”. Esta semana, continuarán las reuniones. Dependiendo de la flexibilidad y la habilidad de las partes, el conflicto puede entrar en una vía de solución pactada o agriarse de nuevo y arrastrar al Grupo Zeta a una situación laboral impredecible.