Es noticia
El Grupo Zeta prepara un calendario de huelgas para después de las fiestas de Navidad
  1. Comunicación
HOY PRESENTA UN ERE QUE AFECTA A 531 TRABAJADORES

El Grupo Zeta prepara un calendario de huelgas para después de las fiestas de Navidad

El grupo Zeta presenta hoy un expediente de regulación de empleo ante el Ministerio de Trabajo que afecta a 531 de los 2.300 empleados que conforman

Foto: El Grupo Zeta prepara un calendario de huelgas para después de las fiestas de Navidad
El Grupo Zeta prepara un calendario de huelgas para después de las fiestas de Navidad

El grupo Zeta presenta hoy un expediente de regulación de empleo ante el Ministerio de Trabajo que afecta a 531 de los 2.300 empleados que conforman la plantilla. La resolución fue presentada ayer por la empresa en la teecera reunión de la comisión negociadora, que acabó abruptamente tras la imposibilidad de llegar a un mínimo acuerdo entre trabajadores y empresa. Después de fiestas, volverán a reanudarse las negociaciones con un calendario de movilizaciones de los trabajadores sobre la mesa y, si las cosas no se suavizan, con la amenaza de varias huelgas para las que ya se apunta un calendario provisional.

La de ayer se trataba de una reunión más para encontrar una salida a la crisis del emporio que controla Antonio Asensio Mosbah. La única novedad respecto a las anteriores ofertas de Zeta es que el expediente afecta sólo a 531 personas en vez de a 533, como se había propuesto con anteriodad. Fuentes de los comités de empresa del grupo manifestaron a El Confidencial que “tras cinco horas de negociación, la empresa abandonó la reunión porque los representantes de los trabajadores se negaron a aceptar la presentación del expediente de regulación”.

La posibilidad de presentar un expediente durante las fiestas navideñas era una posibilidad que ya había sido adelantada por este diario. Fuentes de los comités de empresa añaden, además, que “el expediente está dirigido por Juan Chozas, abogado contratado por Asensio para pilotar los despidos y que había sido secretario general de empleo del Ministerio de Trabajo. Por lo tanto, llevará la documentación a sus antiguos subordinados”.

Fuentes de la empresa matizaron que hubo una primera reunión de casi tres horas, donde se presentó a los trabajadores un plan de reducción de empleo y “donde se marcaron plazos obligatorios y necesarios para llevar a cabo el plan de viabilidad del grupo. Ellos, en principio, lo vieron bien y lo discutieron, pero cuando volvió a reemprenderse la reunión hicieron una contraoferta. Los sindicatos se mantuvieron firmes en que si no se retiraba la cláusula que hacía referncia al expediente no se podía hacer nada, mientras que la empresa mantenía que esa cláusula es impresincidible. En estas circunstancias, se levantó la reunión porque no tenía sentido seguir negociando”.

La cúpula de Zeta sostiene que la situación del grupo “es grave” y que “si se quiere asegurar la viabilidad, hay que marcar unos plazos para reducir los costes que se soportan”. La propuesta preveía la drástica reducción de plantillas: los trabajadores hasta 57 años, tendrán derecho a una indemnización de 30 días por año trabajado y 14 mensualidades; los que tienen entre 58 y 61 años, serán prejubilados percibiendo el 60% del salario bruto más el convenio especial de cotización a la Seguridad Social; los que tienen 62 y 63 años, serán jubilados con el 60% del salario bruto; y los mayores de 63 años, recibirán una indemnización de 20 días por año trabajado con un tope de 12 mensualidades. El salario regulador se establece en un tope de 55.000 euros brutos anuales y los prejubilados necesitan tener un mínimo de 10 años de entigüedad en la empresa.

Además, la Zeta proponía la congelación salarial hasta el año 2011 y nuevas tablas salariales basadas en grupos profesoinales con distinta retribución de los que existen actualmente.

Los trabajadores rehusan las condiciones

Estas condiciones no son aceptadas por los trabajadores, que en los próximos días celebrarán distintas asambleas para decidir cómo responden al expediente de regulación que se presenta hoy. En principio, han amenazado ya a Zeta con una huelga que afectaría a los días 8, 15 y 16 de enero como primera medida de presión, pero esta decisión no es firme, ya que ha de aprobarse por las diferentes asambleas. La principal de ellas, además, será el día 7 de enero, cuando los empleados de Ediciones Primera Plana compañía editora de El Periódico de Cataluña, decidan si van a la huelga. El rotativo barcelonés es el buque insignia de Zeta y la compañía que gana más dinero del grupo, aunque también es la más afectada por los recortes previstos: Asensio quiere despedir a 76 empleados de esta empresa, de los que 53 son periodistas.

Los propios trabajadores del periódico han comenzado a movilizarse y, además de un manifiesto interno donde muestran su preocupación por la deriva de la situación y la degradación que está sufriendo el grupo en los últimos meses, buscan nuevos apoyos legales y alternativas con las que oponerse al expediente de regulación que Zeta presenta en Madrid. La gran preocupación de la cúpula de Zeta es que si El Periódico va a la huelga, se corta la principal vía de financiación del grupo, además de afectar seriamente a la imagen de la compañía. En la entrega de los últimos Premios Antonio Asensio, celebrados en el Auditorio de Barcelona, un grupo de trabajadores de Primera Plana causó un profundo disgusto a Antonio Asensio Mosbah, porque lo reibieron con una cacerolada y pitidos a la entrada del edificio donde se iba a celebrar la gala. El joven empresario (27 años), dicen los que le conocen, teme que la situación pueda llegar a ser mucho más desagradable.

El grupo Zeta presenta hoy un expediente de regulación de empleo ante el Ministerio de Trabajo que afecta a 531 de los 2.300 empleados que conforman la plantilla. La resolución fue presentada ayer por la empresa en la teecera reunión de la comisión negociadora, que acabó abruptamente tras la imposibilidad de llegar a un mínimo acuerdo entre trabajadores y empresa. Después de fiestas, volverán a reanudarse las negociaciones con un calendario de movilizaciones de los trabajadores sobre la mesa y, si las cosas no se suavizan, con la amenaza de varias huelgas para las que ya se apunta un calendario provisional.