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Parejas de hecho
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Parejas de hecho

Ver para creer. Las últimas semanas, pero especialmente esta que termina, han dejado claro que en el mundo del dinero todo vale y que quien ayer

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Parejas de hecho

Ver para creer. Las últimas semanas, pero especialmente esta que termina, han dejado claro que en el mundo del dinero todo vale y que quien ayer fue tu enemigo hoy, pelillos a la mar, puede ser tu mayor aliado. El pasado miércoles, en el Congreso y a petición del Grupo Prisa, el PP se prestó a poner contra las cuerdas al Gobierno a cuenta de un supuesto trato de favor a Mediapro, rival de la familia Polanco en la llamada guerra del fútbol. Rajoy y Polanco, PP y Prisa, primera pareja de hecho.

No hace muchos días, el pasado domingo, Pedro J. Ramírez, director editorial de Unedisa, dejaba claras sus intenciones al dar cancha a Jaume Roures, presidente de Mediapro, con una amplia entrevista en las páginas del diario El Mundo. Además, una empresa de Unedisa (editora de El Mundo) distribuye también parte del diario de Roures, Público. Roures, confeso nacionalista catalán y marxista, y Pedro J Ramírez, uno de los líderes mediáticos de la derecha. Segunda pareja de hecho.

Bienvenidos a la etapa más frenética y convulsa que viven los medios de comunicación en muchos años. La aparición de un nuevo actor mediático en la izquierda, justo cuando el gigante Prisa ha recibido el mazazo de la muerte de su fundador, y la cercanía de las elecciones generales, unido a la incertidumbre del resultado, han provocado sangrientas peleas y reconciliaciones impensables, además de formar más de un sorprendente matrimonio de conveniencia.

¿Qué hace el PP siguiendo las órdenes de Prisa y preguntando en el Congreso por un contrato que RTVE concede a la productora Mediapro? Como publicó este periódico el lunes, el propio Juan Luis Cebrián, consejero delegado de Prisa, hizo gestiones ante miembros del PP para que formularan esa pregunta. ¿Acaso se han olvidado en la calle Génova que fue Prisa quién, en la jornada de reflexión de las pasadas elecciones, alentó una manifestación frente a las puertas de su sede que ayudó a que Rajoy perdiera los comicios 24 horas después?

“No se ha olvidado, es que se quiere evitar. No queremos tener a toda la maquinaria del Grupo Prisa en contra cuando las elecciones del 9 de marzo van a ser muy reñidas y se juegan en Cataluña y Andalucía, feudos del PSOE”, aseguran fuentes del PP. Precisamente la cercanía de las elecciones es lo que ha hecho que los populares aparquen en un rincón de su memoria cuestiones como las conocidas palabras de Polanco acusándoles de querer volver a los tiempos de la guerra civil.

Aquellas declaraciones provocaron un boicot del PP e incluso Rajoy dio largas a varios enviados de Jesús Polanco para arreglar la situación, entre ellos el presidente de Sogecable, Rodolfo Martín Villa, y un consejero y amigo personal del fallecido editor, Gregorio Marañón. Luego, cinco días después de la muerte del patriarca, Rajoy e Ignacio Polanco almorzaron juntos y limaron las asperezas que se pueden limar en una comida. Pero lo ocurrido esta semana es algo más que limar asperezas. El PP, sustituyendo al PSOE como brazo ejecutor de Prisa. Quién lo iba a decir.

La estrategia de Prisa

¿Y qué busca la familia Polanco? “Armar ruido, hacerle ver a Zapatero que no puede abandonarles y echarse en brazos de lo que Cebrián llamó los brujos visitadores de la Moncloa. Y, de paso, acercarse al PP por si gana las elecciones y le ayuda a frenar al grupo de Roures”, explica alguien del sector. Además de Roures y José Miguel Contreras, la última víctima de Prisa es el director de RTVE, Luis Fernández.

Fernández también es un ex trabajador de Prisa. Fue director de Informativos en Telecinco, de donde salió en 2000 cuando el PP logró la mayoría absoluta y Vocento, que entonces controlaba los informativos de la cadena, le sacrificó a cambio de que Aznar le concediera una licencia de radio digital. Prisa fue quien le rescató para su productora de Miami, Plural Entertainment, aunque fue Globomedia quien le terminó contratando años después para su empresa Promofilm. Sus amigos, Contreras y Barroso, le han aupado a su actual cargo en RTVE.

En Prisa no aguantan que desde la cadena pública les hayan hecho la competencia, algo impensable en la etapa de Felipe González, y les hayan quitado ya los derechos para emitir el motociclismo y las ligas inglesa e italiana. De hecho, en su momento, Prisa presionó a todo el que pudo para que RTVE dejara el camino libre a Cuatro y Canal Plus para dar estos acontecimientos. No surtió efecto y ahora han intensificado la venganza.

Las excusas han sido, primero, el contrato que RTVE ha dado a Mediapro para que comercialice los canales internacionales de la cadena y, segundo, la decisión de Fernández de contratar sin concurso previo a Pedro Pablo Mansilla, conocido promotor socialista, para que dirija la operación inmobiliaria del cambio de sede del ente: ni más ni menos que 200.000 metros cuadrados en venta. Mansilla fue de la familia guerrista del PSOE, ex jefe de gabinete de Ernest Lluch y amigo íntimo de Juan Barranco. El promotor es amigo de Fernández desde hace muchos años y marido de una histórica de TVE, Elena Sánchez, presentadora de los informativos de la cadena con el PSOE hace años. “Además, si ha nombrado a Mansilla es porque tiene el apoyo interno del PSOE”, aseguran fuentes del partido.

“Por eso, es difícil que Fernández dé su brazo a torcer. Pero el director de RTVE es sólo una excusa para Prisa. Lo que buscan es crear un caldo de cultivo contra Zapatero para que si luego pierde las elecciones quede claro quien pone y quita presidentes: puso a Zapatero, y ahora demuestra poder para quitarlo”, explican en el sector.

Mientras, en el Gobierno le restan importancia a los ataques de Prisa. “Son pequeños ataques, patadas en la espinilla, a los que nos tenemos que acostumbrar porque la estrategia del periódico de cara a las elecciones va a ser la equidistancia: no pueden tampoco ir en contra de lo que piensan sus lectores”, explican fuentes del entorno de Moncloa, que recuerdan lo mal que le fue a ABC cuando se desmarcó de la teoría de la conspiración en el juicio del 11-M.

En Moncloa están convencidos de que Prisa jugará a dos bandas: el periódico seguirá con sus críticas, pero la radio y la televisión, con Iñaki Gabilondo a la cabeza, apoyarán a Zapatero. Todo apunta a que será así, sobre todo después de que el equipo directivo de Prisa haya descartado apoyar a Rosa Díez desde las páginas de El País por falta de confianza en las posibilidades de la política vasca.

El Mundo y Roures

El fondo de la pelea es la reorganización del sector editorial y quién ocupará su liderazgo, ahora en manos de Prisa. Para Unedisa y Pedro J. Ramírez, la entrada en liza de Roures es una oportunidad de debilitar a Prisa y auparse ellos al trono. Tras la adquisición de Recoletos, esta compañía de capital italiano ha creado el conglomerado mediático líder del centro-derecha, dejando a un lado a Vocento y su maltrecho diario ABC. Sin embargo, Unedisa todavía no es el primer grupo de comunicación español y su buque insignia, El Mundo, sigue por detrás de El País en ventas, audiencia e influencia.

Cambiar esa situación es lo que mueve a Pedro J. Ramírez y a su grupo editorial a ponerse de lado de Roures en la batalla que mantiene con Prisa. Todo lo que sea debilitar a Prisa-El País, será bueno para Unedisa-El Mundo. “No hay más que ver la entrevista a toda página el domingo pasado en su diario o leer la información que han dado sobre la guerra del fútbol, siempre a favor de Mediapro y en contra de Sogecable”, señala una fuente del sector.

Rajoy-Polanco, Ramírez-Roures. Dos extrañas parejas para una etapa mediáticamente convulsa y, además, preelectoral. No son las únicas. La guerra del fútbol ha dado otra más, aunque ya más fácil de entender: Paolo Vasile, consejero delegado de Telecinco, al lado de los Polanco. La cadena de Fuencarral ha emitido ya un partido de fútbol en detrimento de La Sexta y está previsto que también emita el Valencia Barcelona de esta jornada.

Prisa quiere debilitar a la cadena de Contreras mientras que la entrada de Telecinco en la batalla tiene un único objetivo: comprar barato el partido de fútbol en abierto que le ofrece Sogecable para subir la audiencia y aumentar sus ingresos publicitarios. Sin olvidar una importante cuestión de fondo: Mediapro tiene los derechos de emisión de la fórmula 1 a partir de 2009 y tiene que sacarlos al mercado. Lo normal es que se los venda a La Sexta, algo que debilitaría a Telecinco porque las carreras de coches son uno de los puntales de su audiencia.

¿Cómo acabará todo? Dependerá del resultado de las elecciones del 9 de marzo, unos comicios mucho más importantes de lo que parecen por lo que se juegan tanto la familia Polanco como el propio Zapatero. Al fin y al cabo, los protagonistas de la batalla son ellos, con Roures y compañía como detonantes. Si gana el PSOE, Zapatero gana y demuestra a la familia Polanco que no son imprescindibles. Buenas noticias para Roures. Pero si pierde el PSOE... la familia Polanco demostrará que no ha perdido un ápice de poder e influencia pese a la muerte del patriarca en julio: puso a Zapatero en Moncloa y, cuando éste se revolvió, con la misma facilidad lo llevó a la oposición a los cuatro años. Todo está abierto.

Ver para creer. Las últimas semanas, pero especialmente esta que termina, han dejado claro que en el mundo del dinero todo vale y que quien ayer fue tu enemigo hoy, pelillos a la mar, puede ser tu mayor aliado. El pasado miércoles, en el Congreso y a petición del Grupo Prisa, el PP se prestó a poner contra las cuerdas al Gobierno a cuenta de un supuesto trato de favor a Mediapro, rival de la familia Polanco en la llamada guerra del fútbol. Rajoy y Polanco, PP y Prisa, primera pareja de hecho.