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Absolut Vodka y la utopía de un mundo perfecto
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Absolut Vodka y la utopía de un mundo perfecto

Hay campañas publicitarias que se asientan en el subconsciente colectivo durante años, pasando a formar parte de la cultura popular del mismo modo que lo pueden

Foto: Absolut Vodka y la utopía de un mundo perfecto
Absolut Vodka y la utopía de un mundo perfecto

Hay campañas publicitarias que se asientan en el subconsciente colectivo durante años, pasando a formar parte de la cultura popular del mismo modo que lo pueden hacer algunas películas, cuadros, discos o libros que conforman el imaginario de toda una generación. La botella de la marca sueca de vodka Absolut es algo así como el toro de Osborne pero a escala planetaria.

Artistas como Andy Warhol o Laurence Gartel han contribuido con sus reinterpretaciones del envase a una campaña que TBWA creó en 1980 y que, poniendo la creatividad al servicio del producto, ha conseguido que la marca se convierta en el tercer espirituoso blanco del planeta tras Bacardi y Smirnoff. En Estados Unidos, por ejemplo, el 40% del vodka importado viene en esta particular botella, sobria y transparente como el alcohol que contiene.

Pero todo lo que empieza tiene que acabar algún día y la empresa, en pleno proceso de privatización (hasta hace poco su capital era propiedad del Estado sueco), ha decidido no continuar con su publicidad embotellada y utilizar sus anuncios para generar debate social sobre temas candentes. “En nuestra campaña invitamos a los consumidores de todo el mundo a reflexionar sobre acontecimientos actuales y sus protagonistas”, afirma Cetil Eriksen, presidente de la empresa.

En In an Absolut World se busca lanzar el mensaje de un mundo más positivo y cercano. ¿No sería maravilloso el símbolo de Times Square fuera el Pífano de Manet en vez de los neones de las empresas tecnológicas? O que fuera posible solucionar el problema del calentamiento global lanzando cubitos de hielo al océano… En Alemania el debate que Absolut propone a través de su página web (en el que los consumidores participan en un intercambio de ideas) comenzó en el mes de abril y en Estados Unidos, en mayo.

La campaña aterriza en España coincidiendo con la entrada del otoño. Los números de octubre de muchos magazines incluirán ya los nuevos anuncios estáticos y a los cines llegará en breve también un impresionante spot rodado en Uruguay que muestra una guerra de almohadas a escala urbana como respuesta a lo que parecía un enfrentamiento violento entre manifestantes y policía. El anuncio cuenta con el trabajo del director de fotografía Guillermo Navarro, ganador del último Oscar a la mejor fotografía por El laberinto del Fauno.

Ahora sólo falta por ver si el público acoge de buen grado esta ruptura con el pasado. Por el momento, Absolut ha contado con la colaboración del diseñador Antonio Miró y el bailarín Nacho Duato como ‘padrinos’ de la campaña, con la idea de ir ampliando esta lista con otros reconocidos creadores que aporten su propia propuesta sobre el mundo perfecto de Absolut.

Hay campañas publicitarias que se asientan en el subconsciente colectivo durante años, pasando a formar parte de la cultura popular del mismo modo que lo pueden hacer algunas películas, cuadros, discos o libros que conforman el imaginario de toda una generación. La botella de la marca sueca de vodka Absolut es algo así como el toro de Osborne pero a escala planetaria.