Juan Luis Cebrián y Felipe González, con el apoyo de Carlos Slim, quieren hacerse con el control de Prisa

Juan Luis Cebrián no ha terminado de encajar la decisión de Jesús Polanco de elegir como sucesor al frente de Prisa a su hijo Ignacio. El consejero delegado del grupo mediático y el ex presidente del Gobierno Felipe González, han diseñado un plan para hacerse con el control del Grupo Prisa, contando para ello con el apoyo financiero del magnate mexicano Carlos Slim, que se haría con la propiedad de un paquete significativo del mismo.

Cebrián no parece dispuesto a poner en peligro su liderazgo en Prisa, ni el papel que el propio grupo tiene como faro de la izquierda española. El periodista aspiraba a presidir el holding mediático, pero el gran patrón ha elegido como sucesor a su primogénito, Ignacio Polanco. Dos nombres sonaban en las quinielas de la sucesión: Javier Díez Polanco, sobrino del tycoon y consejero delegado de Sogecable, y el propio Cebrián. La elección de Ignacio, que se producía al día siguiente de que este diario informara sobre la grave enfermedad que aqueja al empresario (ver noticia), pilló con el paso cambiado a ambos aspirantes.

Hasta el momento, Ignacio, al igual que ha hecho siempre su padre, se mantiene equidistante entre Díez Polanco y Cebrián. Pero el académico no quiere correr el riesgo de que en un futuro cercano, cuando el fundador abandone el grupo, se rompa el statu quo actual. El control accionarial de Cebrián y sus allegados es mínimo, y no podría evitar que la familia Polanco decidiera, en un momento dado, relegarle de la primera línea de gestión o incluso vender la propiedad.

Así las cosas, y según ha podido saber El Confidencial por fuentes conocedoras de la operación, Cebrián ha diseñado con Felipe González un plan para intentar hacerse con el control de Prisa y asegurar su futuro dentro de la actual línea ideológica. A tal efecto, el ex presidente del Gobierno ha sondeado la disponibilidad de su amigo personal, Carlos Slim, para entrar en el accionariado del grupo de comunicación, idea a la que el magnate mexicano habría respondido afirmativamente.

La tercera fortuna del mundo

La operación, sin embargo, se presenta sumamente compleja y parece difícil que pueda culminar con éxito. El dinero no es problema en este caso, habida cuenta de que Slim es, según la revista Forbes, el tercer hombre más rico del mundo, con una fortuna valorada en 30.000 millones de dólares. La dificultad estriba en convencer a alguno de los principales socios de Prisa –los cuatro hijos de Polanco y Francisco Pérez González- para que vendan.

El accionista de control es el grupo Timón, fundado por Jesús Polanco y Francisco Pancho Pérez González, y propiedad de las familias de ambos. Timón, de forma directa o a través de su posición en Promotora de Publicaciones (Propu), controla más del 60% del capital de Prisa.

La compra por parte de Carlos Slim de un paquete de control permitiría a Cebrián acceder a la presidencia, evitando en cualquier caso ser relegado a un segundo plano en cuanto Jesús Polanco abandone el grupo.

Slim es un hombre de negocios mexicano de origen libanés. El tercer hombre más rico del mundo -sólo por detrás de Bill Gates y Warren Buffet- es presidente de un buen número de empresas, entre ellas Telmex (la mayor empresa de telecomunicaciones de Latinoamérica y gran rival de Telefónica), América Móvil y Grupo Carso.

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