La venta del refugio de Jackie Kennedy en Portugal, paralizada por unos boy scouts

Jackie Kennedy era una mujer curiosa. Pública pero a la vez privada y llena de enigmas. Cuando viajaba, gustaba de conservar cierto anonimato, ese que fue roto por su matrimonio con el que fuese presidente de Estados Unidos, John Fitzgerald Kennedy, por el romance con Onassis y por las mil y una facetas que hicieron de ella uno de los rostros más populares del pasado siglo. Cuando viajaba a Portugal, gustaba de alojarse en un palacio situado en Comenda que estos días es noticia por motivos muy diferentes.

El lugar en cuestión, según cuenta Idealista, iba a ser comprado por la friolera de 45 millones de euros. Sin embargo, y por muy surrealista que parezca, un grupo de boy scouts ha hecho que la venta se paralice. Al parecer, el Agrupamiento 415 del Cuerpo Nacional de Escutas, los boy scouts portugueses, venía cuidando del molino situado en esa finca desde hace veinte años. Sin embargo, desde finales de enero se encontraron con las puertas cerradas, las ventanas clausuradas y las cerraduras cambiadas. Eso ha hecho que emitan un comunicado para explicar por qué la venta del lugar va en contra del cuidado que le han dispensado durante dos décadas. “Durante todo este periodo, nunca prestamos cuentas a los propietarios de la finca sobre la utilización en exclusiva de la Casa Abrigo, habiendo costeado todas las obras de mantenimiento y conservación del espacio y de la zona circundante”, ha dicho la presidenta de la agrupación, Nicole Novo.

Hasta ahora, la pareja de millonarios había pagado 15 de los 45 millones que cuesta el palacio, pero todo son impedimentos a la hora de adquirirlo. Otro de ellos es el propio Ayuntamiento de Setúbal. La propiedad hacía imposible el acceso público a la playa de Albarquel. Hubo un acuerdo inicial entre el municipio y la nueva propiedad, pero el aparcamiento público y su acceso, además de un merendero, se encuentran ahora bloqueados. Habrá que ver lo que dice la Administración al respecto, pero se espera que estén tan en desacuerdo como los propios scouts.

Un lugar lleno de historia

El edificio acogió a Jackie Kennedy y a sus hijos Caroline y John allá por 1963, cuando ella era la viuda de América. JFK había sido asesinado en Dallas en noviembre de ese mismo año. El palacio fue testigo del intento de Jacqueline de olvidar uno de los hechos más traumáticos de la sociedad occidental de los años 60. Dos años después, su hermana Lee y su amigo, el legendario Truman Capote, también visitaron la finca.

Fue años después, alrededor de 1980, cuando los Armad, dueños del inmueble, se lo vendieron a Antonio Xavier de Lima. En 2009, dos años después de morir, los familiares de este último lo pusieron a la venta por 45 millones. Y, de hecho, no habían encontrado comprador hasta el pasado mes de diciembre.

Como si de una maldición se tratase, el palacio ha vuelto a quedarse en un limbo, a la espera de que los boy scouts o el propio Ayuntamiento den su brazo a torcer.