Matilde Faria y Mourinho: 30 años de matrimonio, tatuajes... e infidelidades

Se conocieron en su Setúbal natal, fue su primera novia de adolescente y ha sido una pieza clave en la, hasta hace poco, exitosa carrera de su marido, José Mourinho, reciente fichaje para el banquillo del Tottenham. Matilde Faria, o Tami, como la conoce todo el mundo, se casó con el conocido entrenador en 1989 y ha influido en decisiones clave en su trayectoria ya que por ejemplo le convenció para que no aceptara ser seleccionador de Inglaterra en 2008.

“Todo el mundo me decía que aceptara. Los jugadores del Manchester, del Liverpool...”, declaraba hace unos años el luso. “Pero mi mujer me dijo que no lo hiciera y tenía razón. No puedo pasarme dos años jugando con Kazajistán y San Marino”.

Pero pese a que es un devoto hombre familiar –tiene tatuados el nombre de su esposa y sus dos hijos en un brazo–, parece que este año en el que ambos celebran su 30º aniversario puede ser el último que pasen juntos ya que unas imágenes del técnico sin el anillo de casado parecen indicar una ruptura definitiva entre él y Matilde. Aunque un representante de Mou ha afirmado al diario 'Daily Mail' que "todo está absolutamente bien. José se despertó muy temprano el domingo por la mañana y simplemente olvidó su anillo y su reloj”.

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Pero a nadie se le escapa que las continuas infidelidades de Mourinho, aireadas por los tabloides británicos, le han podido pasar por fin factura. La primera en 2007 mientras aún entrenaba en Portugal y la más reciente con una joven once años menor que él llamada Prue Carter Robinson.

Por su parte, si hay algo que ha caracterizado siempre a la esposa de Mourinho es la discreción: pocas apariciones públicas, perfil en redes sociales protegido y una vida dedicada a los más necesitados desde un segundo plano.

Lleva años actuando como embajadora de buena voluntad del Programa Mundial de Alimentos, la agencia de la ONU que lucha contra el hambre en todo el planeta. Aunque la única prueba pública de su implicación en un programa, son unas fotografías que dan cuenta de su periplo al campo de refugiados sirios de Zaatari (Jordania).

Su discreto perfil choca con la ascendente carrera de su hija como influencer, a la que apodan Tita, cuya vida de lujo cuenta con pelos y señales en sus redes sociales.

La distancia entre Matilde y José es un hecho, ya que ella viajó a Nueva York la pasada semana para celebrar los 23 años de su hija acompañada de su hijo menor José. Un viaje al que el polémico entrenador no acudió. No hay imágenes de la pareja juntos desde primeros de año.