La historia de amor que conmueve a Francia: dos viudos del Bataclan se enamoran

La noche 13 de noviembre de 2015, entre los cientos de espectadores del concierto con trágico final de Eagles of Death Metal en París, estaban la francesa Floriane Bernaudat y el alemán Johannes Baus. Ambos disfrutaban del evento en la discoteca Bataclan con sus parejas cuando tres terroristas, armados con kalashnikovs y chalecos explosivos, irrumpieron con la intención de matar a la mayor cantidad de gente posible. Ambos terminarían siendo parte de las 90 víctimas mortales del atentado.

Floriane, que tenía previsto casarse en breve con su novio, Renaud, al que conocía desde los 16 años, salvó la vida al esconderse durante horas en los baños de la discoteca. Días después del trágico suceso relataba que para ella esa noche “había sido el fin del mundo”, en declaraciones que recoge Radio Canada. Tras el ataque se mudó, cambió de trabajo y durante un tiempo evitó las multitudes y el transporte público. En parte por el miedo y en parte por el luto.

Tratando de empezar de nuevo, buscó apoyo en una asociación que se ocupó de las víctimas de los ataques y a través de la cual conoció a varias personas en su misma situación. Johannes fue una de ellas. El alemán contactó con ella tras leer un post suyo en Facebook en el que hablaba de su vida tras el ataque. “Cuando lo leí pensé: esta es una situación similar a la mía y le escribí un mensaje”. Él también había estado en Bataclan aquella noche, también logró esconderse detrás de la barra. También descubrió al día siguiente que Maud, con la que se acababa de casar, había sido asesinada.

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Floriane y Johannes se conocieron así: compartiendo el recuerdo de aquella tragedia y el luto por sus parejas. No saben cómo explicarlo, solo saben que de alguna manera “se han encontrado el uno al otro". "Es como si estuviéramos consiguiendo ahora lo que no pudimos lograr con Renaud y Maud", explicó Floriane al medio francés. "En cierto sentido, es como seguir viviendo para ellos".

La pareja se casó hace dos años y hoy, junto a su hija, viven en un apartamento a las afueras de París. Decidieron llamar a su pequeña Bérénice porque "es un nombre que significa 'victoria'. Para nosotros es una victoria sobre la vida, sobre lo que hemos experimentado. Una forma de seguir mirando hacia el futuro ", aseguran.

Pero esta conmovedora historia de amor tiene aún algo por resolver. Tres años y medio después del ataque, aún no han recibido la indemnización para las víctimas de ataques terroristas. Y aunque prefieren no hablar de ello, están frustrados y entienden que la situación es injusta.