Gloria de Habsburgo, la nieta del barón Thyssen que no quiere ser famosa

La discreción parece ser el camino que ha elegido Gloria de Habsburgo. La nieta del barón Thyssen es la menos conocida de las tres hijas de Francesca Thyssen (hija a su vez del que fuera marido de Carmen Cervera y su segunda mujer, la modelo británica Fiona Campbell) y Carlos de Habsburgo, archiduque de Austria. No porque tenga menos méritos para ser conocida que ellos ni por su juventud (tiene solo 19 años), sino porque así lo ha decidido.

En estos días en los que su madre, Francesca Thyssen, ha sido noticia por haberse reconciliado con su hermanastro, Borja Thyssen, y haberlo hecho públicamente, su hija menor sigue con su vida tranquila, alejada de los focos en Londres, donde estudia Derecho, lo mismo que su hermana mayor, Eleonore, aunque esta ha decidido emprender un camino como modelo y tiene una gran presencia en Instagram, donde rinde cuenta de su devenir diario y, hasta el momento, tiene algo más de 7.000 seguidores.

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Gloria, por el contrario, no ha dado muestras, por ahora, de tener un gran interés en gozar de notoriedad, aunque sí vivió su gran momento mediático en junio de 2015, cuando fue protagonista junto a sus padres y sus hermanos de un fin de semana festivo en Sevilla, con motivo de su puesta de largo, que tuvo lugar en la Casa Pilatos, residencia de los Medinaceli, a la que asistieron invitados de la alta sociedad, entre los que se encontraban los hijos de Miriam Ungría, Beltrán y Boris, este último, que ha estudiado en Austria, muy amigo de Gloria y su hermano, el piloto automovilístico Ferdinand de Habsburgo, que compite en la Fórmula 3 europea. Una profesión que aplaude también su padre, porque "gracias a ella tiene también una actitud muy relajada ante los medios de comunicación y gracias a eso siempre que tiene que representarme lo hace muy bien", ha manifestado recientemente.

Al igual que sus hermanos, Gloria ha recibido una educación excepcional y en su adolescencia fue una de las ilustres alumnas del elitista internado Le Rosey, considerado el más caro del mundo y conocido oficiosamente como la 'escuela de los reyes' (por él también pasaron, entre otros, el rey Juan Carlos I y el príncipe Rainiero de Mónaco), aunque no estuvo más que un año en este centro, situado a la orilla del lago Lemán y a pocos kilometros de Ginebra.

Tras su paso por el internado suizo, en el que también había estado su madre, Gloria de Habsburgo volvió a Austria, donde prosiguió sus estudios en otro centro escolar que le permitía, además, estar más cerca de su familia, con la que tiene unos estrechos lazos..

Aunque sus padres, Carlos de Habsburgo y Francesca Thyssen, decidieron separarse en 2003, diez años después de su boda, lo hicieron de manera amistosa y podríamos decir incluso que ejemplar. Una ruptura muy civlizada y en tan buenos términos que sus tres hijos han podido contar con ellos en todo momento y sin fricciones.

Si de algo presume Francesca Thyssen en su perfil de Instagram no solo es de su impresionante colección de arte, algunas de cuyas piezas se expondrán dos veces al año en el museo Thyssen de Madrid, tras la reconciliación con Borja Thyssen, sino de sus hijos. Por ello, es habitual que cuelgue fotos de los tres hermanos juntos, de su asistencia a las carreras en las que participa su hijo o de los lugares a los que se va con ellos de vacaciones. Y, por supuesto, como cualquier madre, no escatima los elogios dedicados a ellos.

Descendiente directa de los últimos emperadores de Austria, Carlos I de Austria y Zita Borbón-Parma, Gloria de Habsburgo muestra su lado más espontáneo y su radiante juventud en alguna de las instantáneas que comparte su madre. Sin embargo, son pocas las ocasiones en las que la prensa tiene ocasión de acceder a ella.