Sexo a escondidas, celos y cortinas cerradas: habla la 'lolita' de Woody Allen

Se llama Babi Christina Engelhardt y sus palabras llenan la prensa internacional este martes. Cuando apenas tenía 16 años conoció a Woody Allen y comenzó a tener un idilio con él que duraría ocho años. Muchos medios apuntan a que, de hecho, el amor por una adolescente que el director narra en su 'Manhattan' (rodada en 1979, tres años después de que Engelhardt llegase a su vida) está inspirado en esta relación.

Christina ha hablado para el 'Hollywood Reporter' y cuenta cómo, a mediados de los 70, le dejó a Allen una nota con su número de teléfono. El director, que entonces tenía 41 años, le devolvió la llamada a la entonces modelo y la invitó a su apartamento de la Quinta Avenida de Nueva York. “Todavía estoy impresionada con él como artista. Cómo jugó con los personajes en sus películas y cómo jugó conmigo”, afirma. Pese a todo, Christina asegura no querer atacarle. “Esto me hizo quien soy. No me arrepiento”.

Al vivir una relación clandestina, los detalles del romance que narra Engelhardt están llenos de curiosidades que, por sí mismas, darían para rodar varias películas. “Las cortinas de su apartamento siempre estaban cerradas”, rememora. Con el tiempo, a esas citas ocultas se sumaron otras atractivas jóvenes que compartían cama con la pareja. Allen solía controlar cada paso que ella daba y, en muchas ocasiones, los celos ganaban la partida. El hermano menor de Engelhardt era el único que conocía la relación y aún recuerda, en el reportaje, cómo sentía deseos de gritárselo a sus padres. “Mi cerebro no pensaba en algo romántico; yo tenía 11 o 12 años y era un gran fan de él”.

Pese a lo que pueda parecer, esta mujer, hoy divorciada y madre de dos hijos, no acusa a Allen de nada. Entre otras cosas, porque jamás le dijo su edad. Sin embargo, hubo un momento en el que empezó a pasarlo mal por la presión que suponía mantenerlo todo en secreto. “En aquel momento, era lo que necesitaba, irme. Pero la idea de no tenerle en mi vida me aterrorizaba”. Parte de ese terror era compartido por Mia Farrow, que de cuando en cuando se unía a algunos de sus encuentros sexuales. Sin embargo, Allen también le mostró su sensibilidad. Engelhardt recuerda, por ejemplo, sus lágrimas el día que Diane Keaton le llamó para comunicarle que el gato que habían tenido en común había muerto.

Con el tiempo, la exmodelo se acabó yendo de Nueva York y entre sus nuevos proyectos estuvo, por ejemplo, trabajar con otro genio: Federico Fellini. “Me has dejado por Fellini. ¡Eso es genial!”, le dijo él. Lo mejor de la entrevista es el momento en el que la ex de Allen admite su emoción cada vez que vuelve a ver 'Manhattan' y se reconoce en muchas de sus escenas. Ese es, seguramente, el mejor legado de aquel amor a escondidas entre la lolita y el genio.