Así ha sido la visita de los reyes Felipe y Letizia a la capilla ardiente de Isabel II

Con unos minutos de retraso, en el más absoluto silencio y más que breve. Así ha sido el paso de los Reyes por Westminster Hall, el lugar donde desde el pasado miércoles descansan los restos de la monarca británica para que los ciudadanos puedan despedirse de ella. Y tal y como estaba previsto, Felipe y Letizia lo han hecho solos, evitando de momento la foto con don Juan Carlos en esta capilla ardiente de Isabel II.

Mucho se ha especulado sobre las posibilidades que hay de encuentro entre el monarca y su padre y si habrá imagen de los dos juntos o no en los actos a los que tienen previsto asistir entre este domingo y el lunes, pero de momento esa esperada imagen no se ha dado.

La hora anunciada para la visita de los Reyes eran las cuatro en suelo británico. Pero dado que justo en ese momento tenía lugar el cambio de la guardia que custodia el féretro, no los hemos visto hasta rebasados unos minutos. Previamente, habían pasado por la embajada española, donde veíamos a la reina Letizia con otro atuendo diferente al que después luciría brevemente en Westminster Hall. Juntos y cogidos del brazo, subían hasta el pequeño palco que hay preparado estos días para los diferentes mandatarios mundiales en este histórico edificio que da el último adiós a la longeva monarca.

Al igual que algunos de sus homólogos o líderes mundiales que hemos visto este domingo, su paso por allí no ha durado mucho. Apenas dos minutos -el tiempo permitido a todos- para presentar sus respetos a Isabel II en el más absoluto silencio. El mismo que acompaña estos días a la enorme cola de gente que se despide de su reina, solo roto por los pasos de los alabarderos y los guardias que cada cierto tiempo van tomando su posición para custodiar el féretro. Son muchas las personalidades mundiales que durante este domingo están pasando por Westminster Hall, por lo que hay que repartir el poco tiempo disponible.

Precisamente, precediendo a don Felipe y doña Letizia veíamos a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y tras ellos, a los reyes de Suecia, Carlos Gustavo y Silvia; Olena Zelenska, la esposa del presidente ucraniano; o, minutos más tarde, el presidente de Estados Unidos y la primera dama, Joe y Jill Biden. Ha llamado la atención que la primera dama no haya elegido el luto para pasar ante el féretro de Isabel II, escogiendo un vestido en color gris. Muchos de ellos se marchaban tras pasar por la capilla ardiente a Buckingham, donde a las seis de la tarde hora británica está prevista una recepción organizada por el nuevo rey, Carlos III.

Precisamente, es esa recepción una de las oportunidades de oro que puede tener el rey Juan Carlos para dejarse ver con el rey Felipe. Y es que desde que se supiera que había confirmado su asistencia al funeral de Isabel II, que tendrá lugar este lunes, se ha debatido sobre si habrá imagen conjunta o no y, sobre todo, de la idoneidad de que la haya. De momento, se sabe que por cuestiones protocolarias ni compartirán asiento en la abadía de Westminster ni tampoco alojamiento, puesto que los Reyes se alojan en la embajada y los eméritos lo harán en un hotel.

Así, y teniendo en cuenta que no será nada fácil que veamos a don Juan Carlos junto a su hijo -una imagen que no se da desde enero de 2020, cuando tuvo lugar su último encuentro público-, sí parece más probable que lo veamos con la reina Sofía, con la que tampoco coincide ante las cámaras desde febrero de 2020. Fue el funeral de la infanta Pilar el escenario en el que se vio por última vez juntos a padre e hijo y el último adiós al empresario Plácido Arango lo que motivó a los eméritos a dejarse ver juntos ante las cámaras. Y será ahora otro funeral, el de Isabel II, el que permita ver de nuevo una imagen de unión. Si no es la de don Juan Carlos y su heredero, será con su esposa.

Volviendo al interior de Westminster y a ese paso de los Reyes por la capilla ardiente de Isabel II, hemos visto que a diferencia de la primera dama Jill Biden, que ha preferido obviar el protocolo, doña Letizia sí que ha elegido el riguroso luto para presentarse ante el féretro de Isabel II. Así, lucía un vestido negro de manga corta con una sobrecapa decorada con pétalos por encima. Como única joya, unos pendientes de diamantes en forma de flor que tiene desde su época como Princesa de Asturias.

De lo que prescindía era del broche que sí había lucido en su llegada a la embajada. Una pieza muy conocida con una enorme perla en color gris que perteneció a Victoria Eugenia y que está incluida en el lote de pasar. También prescindía de tocado, a diferencia de otras personalidades que han pasado por Westminster Hall durante estos días o las mujeres de la familia Windsor.