Kate Middleton, la royal 360: bucea, baila, canta, toca el piano y se atreve con todos los deportes

Kate Middleton no es solo una icono de estilo admirada alrededor del mundo, sino que también es una mujer de lo más completa. Amante de distintas aficiones, desde pequeña la duquesa de Cambridge ha mostrado un lado artístico que la llevó a estudiar Historia del Arte y que nos ha ido mostrando poco a poco desde su boda con el príncipe Guillermo en 2011. Siempre espontánea, Kate se atreve con todo en los actos oficiales, sobre todo con distintos deportes. No siempre con tino, pero sí con una gran sonrisa. Podríamos asegurar, sin exagerar, que se trata de la perfecta royal 360.

Así lo ha demostrado en su tour por el Caribe. Durante su estancia en Belice, los Cambridge no dudaron en bucear para ver en primera persona la que es la segunda barrera de coral más grande del mundo. El príncipe Guillermo es un experto en el scuba y Kate conseguía su título en 2015, por lo que los vimos nadando sin problemas entre tiburones y otros peces, como muestra el vídeo que compartieron en redes sociales.

En Belice, Kate no solo buceó. También bailó con gente local. Aunque el movimiento de caderas era un poco rígido y estaba un tanto vergonzosa, la duquesa no dudó en saltar a la pista mientras el príncipe Guillermo lo daba todo, demostrando que él sí es un buen bailarín; o, al menos, le pone más ganas que su mujer.

Estas navidades, durante el concierto benéfico organizado por la propia Kate en la abadía de Westminster, la duquesa mostró al público otra de su sus hazañas: tocar el piano. Fue durante el confinamiento cuando la nuera del príncipe Carlos recibió lecciones y su seguridad es tal que se atrevió a tocar junto al cantante británico Tom Walker una canción en recuerdo a los que nos dejaron a causa del coronavirus.

Otro de los hobbies de Kate es el dibujo y la pintura. Fue ella la encargada de dibujar las invitaciones a la boda de su hermana Pippa con James Matthews en 2017, en las que se veía en carboncillo la imagen de la iglesia de Saint Mark's. Asimismo, el año pasado, en su regreso a la universidad de St. Andrews, donde se conocieron y se enamoraron los duques, la cuenta de Instagram de Kensington compartía una pintura del lugar hecha por Kate en 2002, cuando todavía era una estudiante.

Quizás la pasión más conocida de Kate es la fotografía. A la duquesa le encanta fotografiar a sus hijos por sus cumpleaños y regalarnos también tiernas imágenes familiares. En algunos actos oficiales, como en su viaje a Pakistán, incluso la hemos visto cámara en mano fotografiando los lugares y las personas a las que conoce.

Como decíamos, desde bien pequeña Kate se ha sentido atraída por las artes, e incluso con 12 años se subió al escenario del colegio para interpretar a Eliza Doolittle, de 'May Fair Lady'. La después duquesa cantó sin problemas 'Wouldn't it be loverly?'.

En otra de las obras escolares, Kate interpretó a una mujer que pedía ayuda a una adivina para conseguir un hombre rico y guapo. Curiosamente, el nombre de ese hombre era Sir William.

Kate también ha mostrado interés por el diseño de jardinería. En 2019, la duquesa presentaba su propio proyecto del Chelsea Flower Show bajo el nombre de 'Back to Nature'. Ella misma, junto a dos colaboradores, ideó el jardín y estuvo presente durante su construcción.

Según su marido, Kate es una "buena cocinera" a la que le gusta demasiado el picante. En algunos actos oficiales la hemos visto amasando pan, preparando una sopa o decorando con una manga pastelera unos postres.

Y aparte de todo ello, si hay algo relacionado con el deporte, Kate siempre está dispuesta a intervenir. Hace unas semanas, en su estreno como patrona de la Federación de Rugby de Inglaterra, la vimos en un entrenamiento practicando junto a otras deportistas y pasándoselo en grande.

Las regatas también le encantan. De ahí que en 2018 el príncipe Guillermo y ella organizaran una competición benéfica, la King's Cup, en la que ambos participaron. Mientras la tripulación del duque quedó primera, la de la duquesa lo hizo en último lugar, algo que Kate se tomó a risa, aunque tapándose la cara con las manos un poco avergonzada.

Poco después de dar a luz al príncipe George, vimos a una Kate Middleton totalmente recuperada jugando a voleibol. Además, lo hizo subida a unos zapatos de plataforma.

A Kate le encanta el tenis desde pequeña, de ahí que fuera nombrada patrona de Wimbledon. En algunos actos la hemos visto practicando con éxito su drive.

Y si el tenis se la da bien, también el ping pong. Durante una visita oficial a Irlanda, la duquesa no dudó en coger las palas y echar una partida contra su marido. Ella fue la ganadora.

Si estás en la India, tienes que probar suerte el deporte más popular, el críquet, y así lo hizo Kate Middleton en 2016.

No hay reto que se le resista a la duquesa, que en Gales se atrevió con la escalada.

Y no podemos olvidarnos del hockey, deporte que practicó en el colegio durante su juventud y del que no dudó en mostrar su técnica en público.