Se alquila palacete en la M-30 con amianto. Razón, Patrimonio Nacional

Cualquiera que haya visto ese palacete abandonado a los márgenes de la M-30, la carretera que circunvala la ciudad de Madrid, se habrá hecho la misma pregunta. Qué pasado esconde esa monumental mansión versallesca color crema, qué pecado habrá cometido para seguir abandonada año tras año sin que nadie se ocupe de rehabilitarla. El conocido como Instituto Llorente tiene su origen en una concesión que hizo el rey Alfonso XIII a la familia Mejías para la instalación de unos laboratorios farmacéuticos. Eran unos terrenos propiedad de la Corona que hoy pertenecen a Patrimonio Nacional. El proyecto del arquitecto Joan Boix Ribó se completó en los años 30 y dio como resultado un edifico original, similar estéticamente al Palacio de El Pardo, que ha corrido muchas vicisitudes a lo largo de su historia.

El Instituto Llorente está situado en una parcela de terreno de 33.757 m² , entre los cuarteles de Somontes y de Zarzuela, en las inmediaciones del Monte de El Pardo. Dentro de esa parcela se encuentra el conocido edificio, pero también las huellas de su pasado como sede de una empresa de la industria farmacéutica. En 1997, la empresa dejó las instalaciones y desde entonces no ha vuelto a tener uso, a pesar de que Patrimonio ha intentado a menudo y por varias vías aprovechar la instalación. Estuvieron muy cerca en 2008, cuando quisieron darle un uso cultural y trasladar allí algunos talleres de restauración artística que se encontraban en el Palacio Real.

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A pesar de que se invirtió mucho dinero y esfuerzo para lograrlo, "los responsables de Patrimonio Nacional descubrieron que el jardín albergaba bajo el suelo restos farmacológicos inertes mezclados con escombros que incluían fibrocemento, material de construcción que contiene amianto, de origen no conocido". Lo contaron en un extenso reportaje en 'El País', donde se advertía de que si los expertos encontraban nocividad en esos restos no se podría acometer el ambicioso proyecto que habían proyectado, en el que se iban a invertir 18 millones de euros. Todo se paró.

Ahora, más de una década después, Patrimonio vuelve a la carga. Dentro de su objetivo de lograr recursos propios rentabilizando su parque inmobiliario, el organismo que tutela los bienes de la Corona acaba de lanzar la licitación para el arrendamiento de la parcela y del Instituto Llorente. El pliego se puede encontrar en su página web desde el pasado 26 de febrero y el plazo para recibir ofertas estará abierto hasta el 29 de marzo.

El que esté interesado deberá presentar un plan de negocio y ocuparse de las obras de rehabilitación del edificio y el entorno. En cuanto al precio del alquiler, "se negociará según destino o proyecto de obras a realizar en el inmueble", aunque en el pliego sí dice que la renta a abonar no podrá ser "inferior a un millón de euros por toda la duración del contrato". Un chollo, teniendo en cuenta la ubicación y la extensión de la superficie construida del edificio principal, más de 7.000 metros cuadrados.

Eso sí, hay que abonar 150.000 euros de fianza, suscribir un seguro por un capital igual o superior a 1.800.000 euros y (aquí viene lo más gravoso) invertir al menos cinco millones de euros en las obras de restauración y limpieza del amianto, que nunca desapareció. "El licitador asume el compromiso de inversión en la rehabilitación del edificio del Instituto Llorente y en la adecuación de su parcela, incluyendo en todo caso el tratamiento y retirada del material de relleno que contiene fibrocemento de la parte posterior, teniendo presente que la inversión mínima exigida al licitador es de cinco millones de euros".

Hasta la fecha, "Patrimonio Nacional no ha abordado todavía la retirada de los restos de fibrocemento que existen en la parte posterior de la finca; esta intervención que solo implica su desarrollo con las adecuadas condiciones de seguridad y salud, deberá hacerse por el futuro adjudicatario y así está contemplado en el apartado 1.9 del correspondiente pliego de arrendamiento", remarcan a Vanitatis desde el organismo que tutela los bienes de la Corona.

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El del Instituto Llorente es solo uno de los muchos inmuebles que tiene este organismo en alquiler. Se trata de fincas agrícolas, pisos, locales, plazas de garaje y palacetes que se publican continuamente a través de su página web y desde el año 2014. Están "disponibles para todo tipo de público interesado" y a precio de mercado. Por ejemplo. Patrimonio alquila varias plazas de garaje en un aparcamiento subterráneo de la calle Tudor (Madrid), en frente de El Corte Inglés de Argüelles, a 150 euros al mes. Un piso para entrar a vivir de 230 metros cuadrados (36 de ellos de una soleada terraza) en la calle Princesa se alquila por 2.850 euros mensuales. Y varios locales en la emblemática Casa de Oficios de Aranjuez se pueden arrendar por un precio muy económico.

"La procedencia de estos bienes es muy diversa. La mayoría de ellos forman parte intrínseca de los Reales Sitios y fueron construidos alrededor de los Palacios o Monasterios, en general para personal vinculado en su día a la Corona (Casas de Oficios, de Caballeros, de Infantes…). Otros proceden de los Reales Patronatos vinculados a la Corona y, por último, algunos tienen su origen en herencias o donaciones realizadas a lo largo del tiempo por particulares a la Corona, por lo que no tienen un origen vinculado a los Reales Sitios", nos explican desde Patrimonio.

Los 'pisos vacíos', según la directora de Patrimonio

Aún así, el organismo es titular de muchos más inmuebles que están vacíos por su deficiente estado de conservación. María de los Llanos Castellanos Garijo, directora de Patrimonio, describe a Vanitatis cuál es la situación a través del portal de Transparencia: "Los inmuebles de Patrimonio Nacional susceptibles de aprovechamiento rentable que no se encuentran arrendados o anunciados para su arrendamiento se corresponden a viviendas que precisan de actuaciones de rehabilitación o reforma (en general adecuaciones de instalaciones, paramentos verticales, pavimentos, eficiencia energética o dotaciones diversas). Este organismo viene afrontando, en la medida que permiten las disponibilidades presupuestarias, un programa de recuperación y rehabilitación de estas viviendas, de manera que se vayan incorporando a la oferta al público a través del sistema de información indicado [la web]".

En general, uno de los objetivos actuales del organismo es 'ponerse las pilas' en este sentido y sacar rentabilidad de ese parque móvil.