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La mudanza tabú de los reyes Felipe y Letizia al palacio de la Zarzuela
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FAMILIA REAL

La mudanza tabú de los reyes Felipe y Letizia al palacio de la Zarzuela

Los reyes titulares viven en un pabellón cercano, pero el palacio sigue siendo el hogar de la reina Sofía, que pasa muchas temporadas en Londres y Grecia

Foto: Don Felipe y doña Letizia, en una imagen de archivo. (LP)
Don Felipe y doña Letizia, en una imagen de archivo. (LP)

Cuando la princesa Beatriz de Holanda decidió abdicar en su hijo Guillermo, en 2013, se tomaron varias decisiones. Una de ellas fue recuperar su antiguo título de 'princesa'. Otra, volver al que había sido su hogar hasta que empezó su etapa como reina. La princesa se mudó pocos meses después de abdicar al castillo de Drakensteyn, en Lage Vuursche, donde había vivido desde 1963 hasta 1981, año en que se convirtió en reina y se trasladó por razones del cargo a Huis ten Bosch, en La Haya. Los nuevos reyes, Máxima y Guillermo, tardaron cinco años en mudarse a Huis ten Bosch, tras someter sus amplias y numerosas estancias a una intensa reforma que costó más de 60 millones de euros. Por fin, en 2019 lo 'estrenaron'.

Alberto y Paola de Bélgica viven en el palacio del Belvedere, situado frente al castillo real de Laeken, la residencia oficial de los reyes belgas y donde habitan Felipe y Matilde de Bélgica con sus hijos. Esto es lo habitual, salvo en el caso de la Corona española. El 2 de junio de 2014, cuando se anunció la abdicación del rey Juan Carlos, una de las preguntas que surgieron fue dónde vivirían los nuevos Reyes. Hasta entonces, los eméritos habitaban el palacio de la Zarzuela, mientras que don Felipe y doña Letizia vivían en el Pabellón del Príncipe, un chalet dentro del mismo recinto construido a partir de 1999 para ser la residencia del heredero de la Corona.

placeholder La familia real de Holanda saluda desde las puertas del palacio de Huis ten Bosch. (Reuters)
La familia real de Holanda saluda desde las puertas del palacio de Huis ten Bosch. (Reuters)

El movimiento natural hubiera sido que don Felipe y doña Letizia, como Reyes titulares, se hubieran mudado a Zarzuela, dejando el Pabellón en desuso, y que los eméritos se hubieran buscado otro lugar. Pero no fue así. Con Leonor y Sofía en plena infancia, decidieron que las cosas se quedaran como estaban, es decir, Juan Carlos y Sofía seguirían habitando el palacio mientras ellos se quedaban en el chalet. Y así siguen las cosas siete años después.

Quién vive allí

Ahora, el rey Juan Carlos deshoja la margarita de su vuelta (quiere volver a residir en la que fue su casa durante décadas) tras marcharse a Abu Dabi en 2020. La reina Sofía y su hermana Irene pasan temporadas en Londres y en Grecia. Y, con el antiguo monarca fuera de nuestro país, la residencia oficial de la familia real española se ha convertido prácticamente en una oficina. La mudanza allí de los Reyes actuales es, sin embargo, un tema que de momento no está encima de la mesa.

El hecho es que, aunque don Felipe y doña Letizia viven en el Pabellón, pasan mucho tiempo en Zarzuela, donde ambos tienen sus despachos. El palacio de la Zarzuela es, desde 1963, la residencia oficial de la familia real. Se trata de un edificio del siglo XVIII, mandado construir por el infante Fernando, hermano de Felipe VI, como pabellón de caza, pero no fue hasta los años 60 cuando se convirtió en un hogar. Consta de dos plantas, decoradas con mobiliario de Patrimonio Nacional, una zona de desvanes, un semisótano, que alberga los servicios, cocina y office, y un sótano en el que está la maquinaria.

placeholder Uno de los salones de Zarzuela. (Gobierno de México)
Uno de los salones de Zarzuela. (Gobierno de México)

En la planta baja, a la que se accede por un gran hall, se encuentra el despacho del Rey, una biblioteca, un comedor, una sala de visitas y varias salas de estar. En el primer piso están los dormitorios, cuartos de vestir y habitaciones de invitados. Al edificio original, se decidió añadirle dos alas en los laterales: una en la que ahora se encuentran las oficiales de los trabajadores y otra que alberga habitaciones privadas de la familia.

Destruida

Los jardines de Zarzuela, rodeados por el monte de El Pardo (donde habita el águila imperial), cuentan con una piscina, una pista de tenis y otra de squash. Hace unos años, don Juan Carlos mandó construir unas pistas de hípica para que su primogénita, la infanta Elena, pudiera practicar allí cuando quisiera. También encontramos en los alrededores una ermita, que ha albergado algunos bautizos y comuniones reales. Y un pabellón donde se encuentran los trofeos de caza conseguidos por Juan Carlos I a lo largo de su extensa vida como cazador.

En una entrevista a la revista '¡Hola!', Diego Méndez, arquitecto restaurador de Zarzuela, contó cómo se encontró el edificio: "La Zarzuela me la encontré completamente destruida. La tomaron como punto de mira los nacionales cuando estaban en las inmediaciones de Madrid y lo destruyeron por completo. Fue Franco quien me comunicó que quería reconstruir el palacio como alojamiento para el príncipe. [...] Conservé nada más que la estructura. Todo lo demás es nuevo: sótanos, jardines, piscina... El total con todo creo recordar que no llegó a cuarenta millones de pesetas (240.000 euros)".

A poco menos de medio kilómetros en línea recta del palacio se encuentra el Pabellón del Príncipe, cuya parcela supera los 3.000 metros cuadrados y costó 4,2 millones de euros. Diseñado por Manuel del Río, director del Departamento de Arquitectura e Inmuebles de Patrimonio Nacional, los interiores los eligieron los decoradores Francisco Muñoz y Patricia Sanchís con la ayuda de la firma Gastón y Daniela.

Piscina

El chalet está dividido en cuatro plantas –sótano, planta baja, primera planta y buhardilla–. En el semisótano se incluyen 5 dormitorios de servicio, 4 baños, un aseo, una cocina y un salón comedor, entre otras estancias. En la planta baja se encuentra la zona oficial, decorada combinando muebles y cuadros de Patrimonio Nacional con otros nuevos: dos salas de audiencias, dos del consejo, una de espera, un dormitorio, dos despachos, cuatro aseos, un cuarto de servicio y un office.

En el primer piso se sitúa el área residencial, con cinco dormitorios, tres salas de estar, cinco baños, un aseo, un office, un cuarto de servicio, dos despachos y una terraza. En esta planta se encuentra el dormitorio principal, de 110 metros cuadrados, en el que se incluye un vestidor, un baño y una sala de estar con chimenea. La residencia dispone también de una amplia piscina y de un pequeño gimnasio.

Cuando la princesa Beatriz de Holanda decidió abdicar en su hijo Guillermo, en 2013, se tomaron varias decisiones. Una de ellas fue recuperar su antiguo título de 'princesa'. Otra, volver al que había sido su hogar hasta que empezó su etapa como reina. La princesa se mudó pocos meses después de abdicar al castillo de Drakensteyn, en Lage Vuursche, donde había vivido desde 1963 hasta 1981, año en que se convirtió en reina y se trasladó por razones del cargo a Huis ten Bosch, en La Haya. Los nuevos reyes, Máxima y Guillermo, tardaron cinco años en mudarse a Huis ten Bosch, tras someter sus amplias y numerosas estancias a una intensa reforma que costó más de 60 millones de euros. Por fin, en 2019 lo 'estrenaron'.

Rey Felipe VI