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Froilán pasa la cuarentena en un hotel boutique de Benahavís
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Froilán pasa la cuarentena en un hotel boutique de Benahavís

En este lugar, cerrado al público por el confinamiento, se ha instalado el sobrino del rey Felipe con su amigo Andrés Parladé Tassara, compañero de universidad

Foto: Froilán, en una imagen de archivo. (EFE)
Froilán, en una imagen de archivo. (EFE)

Una vez que Froilán regresó a España, procedente del Reino Unido, decidió que no quería pasar la cuarentena en Madrid, ni en casa de su padre, en el barrio de Salamanca, ni en el amplio piso de su madre, cerca del Retiro. Y como lo pensó, lo hizo.

Vanitatis adelantaba, en exclusiva, este miércoles que el nieto preferido del rey Juan Carlos había viajado al sur y se encontraba viviendo estos días en los alrededores de Marbella. El joven conoce muy bien esta localidad de la Costa del Sol, donde suele pasar parte del verano. Cuando era menor de edad, se quedaba en Villa Margarita, la propiedad de Anna Gamazo y Juan Abelló. El matrimonio invitaba a Jaime de Marichalar, que acudía con sus hijos en el reparto de vacaciones según el acuerdo de divorcio.

placeholder La infanta Elena y sus hijos, Victoria Federica y Felipe Juan Froilán. (EFE)
La infanta Elena y sus hijos, Victoria Federica y Felipe Juan Froilán. (EFE)

Cuando cumplió los 18 años, Froilán ya fue por libre. Pasaba unos días en el palacio de Marivent con los primos Urdangarin y el resto con sus amigos de Marbella. Y ha sido uno de ellos, Andrés Parladé Tassara, quien le ha acogido en el que fuera el hogar de su pariente Jaime Parladé. Fue el mejor decorador hasta que falleció en enero de 2015.

Un vergel malagueño

Al profesional vasco lo bautizaron sus colegas como el gran maestro de los maestros. Vivía en una espectacular finca de 20 hectáreas situada en la localidad de Benahavís, con vistas al Mediterráneo y a la serranía de Ronda. Hace cuatro años, los herederos decidieron convertir la casa del tío Jaime en hotel boutique, manteniendo en las zonas comunes y el jardín la esencia que marcó el dueño. Su sobrina, Rocío Tassara, trabajó y aprendió de su pariente los secretos de la decoración. La finca la bautizó con el nombre de Alcuzcuz (el plato árabe a base de cuscús) por la etapa que vivió en Marruecos.

En este lugar, cerrado al público por la cuarentena, se ha instalado Froilán con su amigo Andrés Parladé Tassara, compañero de universidad. El hijo de la infanta Elena no ha salido del recinto y cumple la condición que le impuso su madre, y sobre todo el abuelo rey, de no dar ningún escándalo. Hace gimnasia, juega a las cartas y, por el momento, no se le ha visto por los alrededores del recinto. Cuentan a Vanitatis que una de las cosas que ha hecho ha sido raparse la cabeza, una práctica que se ha puesto de moda entre los jóvenes confinados.

Alcucuz es un paraíso rodeado de vegetación. La casa familiar es una finca del siglo XIX, donde los invitados viajan atrás en el tiempo, pero con todas las comodidades de nuestros días. Consta de seis habitaciones dobles, con baño dentro de la casa principal, y dos casitas que antes eran de invitados con un dormitorio, un salón y una pequeña cocina fuera de la misma.

Jaime Parladé recibía encargos de cualquier parte del mundo. Entre sus clientes estaban Julio Iglesias, Lord Jacob Rothschild, al que decoró su villa en Corfú, la baronesa McHelen de Rothschild en Marrakech, el conde Maximilian Bismarck en Hamburgo, la residencia de Diana Ross en Connecticut y Villa Margarita de Anna Gamazo.

Una vez que Froilán regresó a España, procedente del Reino Unido, decidió que no quería pasar la cuarentena en Madrid, ni en casa de su padre, en el barrio de Salamanca, ni en el amplio piso de su madre, cerca del Retiro. Y como lo pensó, lo hizo.

Felipe Juan Froilán
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