Un coche de 500.000 euros para velar por la seguridad del rey Felipe de Bélgica

En Bélgica, como no podía ser de otra manera, la seguridad de su rey es una cuestión de Estado. Las autoridades belgas no quieren escatimar en gastos a la hora de proteger a Felipe I y la última medida aprobada ha sido comprar un nuevo vehículo oficial para el soberano que garantice de manera más eficaz su seguridad. Según publica la revista 'Soir Magazine', el coche adquirido por el gobierno es actualmente el mejor vehículo blindado del mundo, es decir, el más seguro del planeta.

Se trata del Mercedes-Maybach S600 Guard, un automóvil con protección VR10 (hasta la fecha la más segura era de nivel VR9), que es capaz de salir indemne de multitud de ataques ya que posee la máxima protección balística. Su carrocería es capaz de soportar el impacto de fusiles de asalto, granadas, minas y explosiones de hasta 15 kilogramos de TNT. Además, permite que el coche siga circulando pese a recibir algún disparo en algunas de sus ruedas y, en caso, de ataques químicos, posee un tanque de oxígeno para auxiliar a los ocupantes del vehículo.

Y es que este Mercedes combina a la perfección seguridad y confort. Sus amplios espacios, mide 5,45 metros de largo, 3,36 de ancho y dadas sus amplias dimensiones permite que en la parte trasera del vehículo se pueda configurar una bonita sala de reuniones con wifi incorporado.

El Mercedes Maybach S600 Guard es, en definitiva, el vehículo perfecto para personas amenazadas con sufrir ataques terroristas. Por ejemplo, lo ha usado en alguna ocasión la canciller alemana Angela Merkel y, según han publicado algunas revistas especializadas en motor, esta berlina es incluso mejor que el coche que usa el presidente de los Estados Unidos, conocido coloquialmente como “La Bestia”.

Con esta nueva adquisición Felipe de Bélgica, su esposa Matilde y sus cuatro hijos pueden respirar tranquilos. Resultará casi imposible sufrir cualquier tipo de ataque mientras viajen en esta limusina de lujo. Una limusina, que, por cierto, no está al alcance de todos los bolsillos. Cuesta medio millón de euros, sin contar los impuestos. Quien quiera adquirirlo en España deberá pagar la friolera de 630.000 euros (impuestos incluidos).

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