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35 años de la boda de Carlos y Diana: así empezó el declive popular del príncipe
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35 años de la boda de Carlos y Diana: así empezó el declive popular del príncipe

Cuando el primogénito de Isabel II le dio el 'sí quiero' a Diana Spencer, jamás imaginó la gran popularidad que ella llegaría a alcanzar. Eso provocó unos enormes celos en él

Foto: Diana y Carlos el día de su boda (Cordon Press)
Diana y Carlos el día de su boda (Cordon Press)

35 años, 420 meses y 12.783 días. Este es el tiempo que ha pasado desde que empezó el declive de popularidad del príncipe Carlos. Era un día soleado, las calles estaban abarrotadas y no era para menos. El futuro rey de Inglaterra iba a casarse con una joven, bella y tímida aristócrata de nombre Diana. Todo Reino Unido y medio mundo estaban pendientes de aquella boda celebrada en la catedral de St. Paul que unió para siempre el destino del príncipe de Gales y Lady Di. Aunque aquel 29 de julio debería haber sido uno de los días más felices para los dos protagonistas, no fue así. Diana acababa de unirse con un hombre que no la amaba y que estaba enamorado de otra y Carlos se había casado con la encargada de llevar su imagen pública a los infiernos.

Boda de Carlos y Diana

Cuando el primogénito de Isabel II le dio el 'síquiero' a Diana Spencer, nunca pensó que las cosas acabarían tan mal entre ellos y jamás imaginó la gran popularidad que ella llegaríaa alcanzar. Tras su enlace matrimonial, Lady Di se convirtió en una verdadera estrella. Su ropa, su peinado e incluso su mirada de 'corderito' eran imitados por las británicas. En cada acto oficial, la gente se abarrotaba para darle la mano, besarla o entregarle un ramo de flores. Mientras todo esto sucedía, un atónito Carlos se quedaba en un segundo plano mirando de lejos a su esposa y pensando: "Pero si el heredero soy yo". Y sí, el heredero era (y sigue siendo) él, pero nadie parecía darse cuenta. El príncipe se convirtió en un espectro a la sombra de su mujer.

Como es comprensible, los celos empezaron a aflorar en Carlos, quien estaba acostumbrado a la atención mediática desde bien pequeño. Pero lejos de intentar superar esa envidia y alegrarse por lo bien que se había adaptado su mujer, el príncipe de Gales empezó una estrategia para recuperar su popularidad que incluía bromas de gracia dudosa hacia su mujer. "Debería tener dos esposas para contentaros a todos",comentó en una ocasión en pleno discurso oficial."Así -proseguía- cada una podría ir saludando por un lado de la calle y así yo podría estar en medio de la calle dirigiendo la operación".

Mientras la popularidad de Diana subía como la espuma, los celos y la envidia de Carlos iban a más. Incluso llegó a pedirle a su madre que no la dejara acudir a tantos actos oficiales y que rebajara su agenda oficial. Por su parte, y a pesar del gran apoyo popular con el que contaba, Lady Di se sentía sola en un mundo que no dominaba y con un marido que empezaba a despreciarla. Esa fue una de las causas por las que enfermó de anorexia y bulimia. Durante un viaje oficial a Canadá, Diana se desmayó en público porque no había ingerido nada en muchas horas. Pero Carlos apenas se inmutó y tan solo le recriminó que no se hubiera desmayado en privado, asegurando que lo había hecho para "llamar la atención". Esa misma noche, durante la cena de gala, el primogénito de Isabel volvió a sacar su particular humor y aseguró que "todo es debido a las ventajas de su fragilidad y de que pronto va a tener sextillizos".

Ni la llegada de Guillermo y Harry ni su papel como padre lograron aumentar la ya denostada fama de Carlos. Y menos después de que empezaron los rumores de crisis. Aunque él era su príncipe y adoraban a la reina, los británicos se pusieron del bando de Diana en la guerra mediática que empezaron y que acabó con un polémico divorcio en 1992. Pero cuando la popularidad del príncipe de Gales tocó fondo fue el 31 de agosto de 1997, día de la muerte de Lady Di. Fueron muchos los que, injustamente, culparon a Carlos del fallecimiento de la 'princesa del pueblo'. La actitud fría y distante adoptada por él y por Isabel II tras conocerse la noticia puso en jaque a la monarquía, que supo reaccionar a tiempo y darle a Diana el funeral que merecía. Los años posteriores a la muerte de la princesa fueron muy duros para Carlos, quien debía encargarse de dos hijos adolescentes y una opinión pública terrible.

Pero los años pasaron y las cosas fueron mejorando poco a poco. Carlos consiguió casarse en 2005 con la mujer a la que siempre ha amado, Camilla Parker Bowles. Juntos han logrado un matrimonio feliz, algo que puede verse en cada una de sus apariciones públicas. En contra de lo que podría pensarse, la duquesa de Cornualles le ha devuelto al príncipe de Gales un poco de aquella ansiada popularidad que Diana involuntariamente le arrebató. Sin embargo, el pueblo perdona, pero no olvida y son muchos los que siguen viendo en Carlos a aquel hombre celoso y egocéntrico que ridiculizaba públicamente a su mujer.

Es por ello que más del 60% de la población de Reino Unido desea que el príncipe Guillermo sea el heredero directo de Isabel y que Carlos nunca llegue al trono. De momentoy a sus 67 años, el príncipe de Gales todavía lo tiene un poco lejos eso de ser rey, pues su madre cuenta con una salud de hierro. Lo que está claro es que su popularidad sigue siendo bastante baja, sobre todo si la comparamos con la de los duques de Cambridge. Cabe destacar que el príncipe Guillermo ha vivido una situación similar a la de su padre, pues su mujer le ha robado parte de la fama. Sin embargo, él, como un hombre maduro, está feliz de que los británicos amen a Kate como él lo hace.

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35 años, 420 meses y 12.783 días. Este es el tiempo que ha pasado desde que empezó el declive de popularidad del príncipe Carlos. Era un día soleado, las calles estaban abarrotadas y no era para menos. El futuro rey de Inglaterra iba a casarse con una joven, bella y tímida aristócrata de nombre Diana. Todo Reino Unido y medio mundo estaban pendientes de aquella boda celebrada en la catedral de St. Paul que unió para siempre el destino del príncipe de Gales y Lady Di. Aunque aquel 29 de julio debería haber sido uno de los días más felices para los dos protagonistas, no fue así. Diana acababa de unirse con un hombre que no la amaba y que estaba enamorado de otra y Carlos se había casado con la encargada de llevar su imagen pública a los infiernos.

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