De la enfermedad de Lyme al dengue: los mosquitos y garrapatas llegan con el calor
Los mosquitos son transmisores de cada vez más enfermedades zoonóticas que hasta hace poco no estaban presentes en nuestro país, como el dengue —del que el
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Los mosquitos son transmisores de cada vez más enfermedades zoonóticas que hasta hace poco no estaban presentes en nuestro país, como el dengue —del que el pasado verano se detectó el mayor brote de casos de transmisión autóctona declarado en España en la comarca del Tarragonès (con 8 casos). Pero también otros virus como el zika, el chikungunya y, más recientemente, la fiebre del Nilo occidental.
En España proliferan sobre todo dos especies de mosquitos: el mosquito tigre (Aedes albopictus) y el mosquito común (Culex pipiens). Mientras que este último necesita bastante agua para reproducirse —ríos, lagos, estanques, etc.—, al mosquito tigre le basta con pequeñas acumulaciones — desagües, jarras, macetas, platillos, cubos y otros pequeños charcos—. Ambas especies son vectores transmisores de enfermedades graves.
“La proliferación de mosquitos es cada vez más preocupante”, explica Andreu García, vicepresidente y portavoz de la Asociación de Empresas de Sanidad Ambiental de Cataluña (ADEPAP), “ya no solo porque sus picaduras son molestas y pueden causar reacciones, sino sobre todo por las enfermedades que pueden transmitir, que cada vez están más presentes en nuestro país”. “Desde hace algunos años, debido a la subida global de las temperaturas y el cambio climático, nos encontramos con que los casos de enfermedades transmitidas por vectores que eran importados de países en latitudes más cálidas —los humanos se contagiaban a otros países y traían el virus aquí—, se han convertido en casos de transmisión autóctona”.
En sus países originarios, el mosquito tigre es causante de enfermedades como el dengue, la fiebre amarilla, el zika y el chikungunya. Se debe tener en cuenta, además, que en los últimos años se han notificado cada vez más casos de fiebre del Nilo occidental (FNO), una enfermedad provocada por el virus del Nilo occidental (VNO) y que es transmitida sobre todo por el mosquito común (Culex pipiens).
Andreu García advierte que “tenemos que cambiar la idea de considerar a los mosquitos solo como una molestia a tomarnos más en serio su presencia como transmisores de ciertos patógenos”. De hecho, afirma que “estamos viendo cada vez más casos de transmisión autóctona por picaduras de mosquitos, tanto en España como en el resto de Europa”.
En cuanto al virus del Nilo occidental —cada vez más presente en nuestro país— fue detectado por primera vez en aves en España en el año 2003. Un año después, en 2004, se produjo el primer caso en humanos, mientras que en 2005 se detectó el primer caso en caballos. Desde entonces su expansión ha ido en aumento, especialmente a partir de 2020. En 2022 se detectaron en Reus dos casos de transmisión autóctona en humanos.
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Como ya ha ocurrido en los últimos años, las temperaturas suaves de la primavera y la llegada cada vez más avanzada del calor provocan que “los profesionales empecemos a actuar cada vez antes —unos dos meses en relación con lo habitual— contra las plagas de cucarachas”, según afirma el vicepresidente y portavoz de ADEPAP.
Así pues, “la previsión es que estos insectos continuarán apareciendo con fuerza a lo largo de todo el verano”, sobre todo la cucaracha de alcantarillado —especialmente la cucaracha americana (Periplaneta americana), de color marrón y la que encontramos más habitualmente—. En cuanto a la otra cucaracha de alcantarillado, “la cucaracha oriental (Blatta orientalis), de color negro, está claramente en retroceso", explica García.
En cuanto a la cucaracha alemana (Blatella germanica), rubia y de menor tamaño que las anteriores, es más habitual encontrarla en el interior de las viviendas —especialmente en las cocinas— y en el ámbito de la restauración. Por otro lado, las plagas de chinches de cama (Cimex lectularius) se asocian sobre todo a la movilidad internacional de personas y mercancías, así como a la llegada masiva del turismo durante los meses de verano. Estos artrópodos —que ya han desarrollado resistencias a algunos insecticidas— llegan a las casas transportados en la propia ropa o las maletas de viaje y, según explica Garcia, “son bastante difíciles de eliminar”. Aunque no transmiten enfermedades, pueden producir infecciones de la piel y cicatrices al rascar las picaduras, aparte de que algunas personas responden a las infestaciones de las chinches de cama con ansiedad, estrés e insomnio.
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La extensión de las garrapatas, transmisoras de enfermedades, también es una preocupación en España. Siempre las ha habido, especialmente las especies de garrapatas llamadas “duras”, que pueden transmitir, entre otras, la fiebre botonosa o la enfermedad de Lyme. Pero en los últimos dos años ha crecido la preocupación en relación con estos artrópodos, especialmente por la Hyalomma lusitanicum — transmisora de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo—, de la que se han detectado ya ejemplares en Cataluña, especialmente en torno a núcleos urbanos.
A diferencia de otras especies de garrapatas —que esperan dentro de la vegetación a que el huésped pase cerca para engancharse a él— las de esta última pueden salir de la vegetación para perseguirle. Sin embargo, García emite un mensaje de tranquilidad, ya que “de todos los individuos de esta especie que se han encontrado y analizado hasta ahora en Cataluña, ninguno era portador del virus de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo”. La alta pluviometría esta primavera ha provocado la proliferación de termitas aladas, insectos deterioran la estructura de la madera (la humedad es un factor clave para su supervivencia y reproducción).
“Desde hace unos años la temporada de plagas se alarga y este 2025 continúa esta tendencia a la desestacionalización"
Finalmente, en cuanto a las ratas —que como mamíferos son animales de sangre caliente a los que la temperatura exterior no influye en su aparición— están activas y son reproductivas todo el año. En nuestro país encontramos sobre todo la rata gris —o rata común— (Rattus norvegicus) en entornos urbanos y la rata negra (Rattus rattus), que tradicionalmente solía encontrarse en el campo, pero que cada vez está más presente en las ciudades. Esta última especie escala más fácilmente y puede subir paredes con ayuda de cableados, salientes o pequeñas grietas de edificios.
Cada vez más plagas a lo largo de más meses, el vicepresidente y portavoz de ADEPAP recuerda que “el cambio climático y el aumento global de las temperaturas, además de un adelanto cada vez más temprano del calor, hacen que las plagas de verano aparezcan cada vez antes”, explica. “Desde hace unos años la temporada de plagas se alarga y este 2025 continúa esta tendencia a la desestacionalización”, continúa, “y las plagas cada vez están más presentes y activas durante más meses del año”. El vicepresidente de ADEPAP insiste en la importancia del control de plagas para la salud pública, ya que “los profesionales de este ámbito hacemos un servicio fundamental y necesario en el cuidado de la salud ambiental y, por consiguiente, para la calidad de vida de las personas”.
Los mosquitos son transmisores de cada vez más enfermedades zoonóticas que hasta hace poco no estaban presentes en nuestro país, como el dengue —del que el pasado verano se detectó el mayor brote de casos de transmisión autóctona declarado en España en la comarca del Tarragonès (con 8 casos). Pero también otros virus como el zika, el chikungunya y, más recientemente, la fiebre del Nilo occidental.