España no para de engordar, sigue bebiendo mucho alcohol, pero fuma menos
Los hábitos de vida relacionados con la alimentación, la actividad física, el consumo de tabaco y alcohol han mostrado cambios importantes en las últimas décadas
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El Ministerio de Sanidad y el Instituto Nacional de Estadística (INE) han publicado este martes los resultados preliminares de la Encuesta de Salud de España (ESdE) 2023, que recoge datos clave sobre el estado de salud, uso de servicios sanitarios y determinantes sociales de la salud de la población residente en todo el territorio nacional.
Desde que se inició la serie histórica de la Encuesta de Salud de España en 1987, la percepción que tienen los españoles de su estado de salud ha experimentado una evolución positiva y sostenida. En ese año, el porcentaje de población que declaraba tener una salud buena o muy buena era del 65%, mientras que en el último año medido alcanza el 74%, a pesar del notable envejecimiento de la población (el cual ha elevado la edad media desde los años 80).
Esta mejora se observa en todos los grupos de edad. Por ejemplo, en las personas de 45 a 54 años, la percepción positiva ha pasado del 63% en 1987 al 72% en 2023; en el grupo de 65 a 74 años, del 40% al 59%; y en los mayores de 75 años, del 37% al 40%, evidenciando que incluso entre los más mayores se han registrado avances.
Estos datos reflejan no solo un aumento en la esperanza de vida, sino también en los años vividos con buena percepción de salud, lo cual apunta a mejoras efectivas en calidad de vida, prevención y atención sanitaria en España durante las últimas décadas.
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Los hábitos de vida relacionados con la alimentación, la actividad física, el consumo de tabaco y alcohol han mostrado cambios importantes en las últimas décadas. Los datos de la ESdE 2023 permiten observar mejoras en algunos indicadores clave, aunque persisten desigualdades por edad, sexo y clase social que condicionan estos avances.
En este sentido, el informe señala que el consumo diario de fruta y verdura ha mostrado una evolución positiva desde los años 2000, especialmente en las mujeres. En 2001, solo el 50% de los hombres y el 56% de las mujeres comían fruta diariamente; en 2023, estas cifras se sitúan en el 63,9% y 69,6% respectivamente, con un incremento sostenido a lo largo del tiempo. El consumo diario de verdura también ha mejorado, pasando de 27% en hombres y 38,5% en mujeres en 2001 a 52,3% y 74,1% en 2023. A pesar de este progreso, el acceso y la frecuencia siguen marcados por el nivel socioeconómico: los grupos más desfavorecidos consumen significativamente menos productos frescos que los de clases altas.
Pero a pesar de esta mejora en la alimentación, la prevalencia del sobrepeso y la obesidad en adultos ha aumentado desde 1987, aunque parece haber empezado a estabilizarse en los últimos años. En 1987, el 45,3% de los hombres y el 33,5% de las mujeres tenían sobrepeso u obesidad. En 2023, estas cifras se sitúan en el 62,2% para hombres y 48% para mujeres.
Eso sí, aunque la tendencia general del aumento de peso es de incremento, en la última década se observa una ligera desaceleración, especialmente en mujeres. En la infancia, la situación ha evolucionado de forma similar: el sobrepeso y la obesidad infantil, que alcanzaron picos del 32% en los años 2000, se sitúan ahora en torno al 28%, lo que indica cierta contención del problema, aunque persisten fuertes desigualdades sociales.
La desaceleración en el aumento de la obesidad y el sobrepeso tiene su reflejo en que el sedentarismo en el tiempo libre ha experimentado una mejoría clara desde 2014. En ese año, el 46,6% de las mujeres y el 35,9% de los hombres declaraban no realizar ninguna actividad física en su tiempo libre. En 2023, esas cifras han descendido a 32,6% en mujeres y 25,3% en hombres, lo que sugiere un cambio positivo en la conciencia sobre la importancia del ejercicio.
En cuanto al consumo de alcohol, el nuevo informe del INE muestra una disminución general, aunque con matices. En 2006, el 64,8% de los hombres y el 46,4% de las mujeres bebían de forma habitual (al menos una vez a la semana). En 2023, estas cifras han descendido al 52,4% y 40,8% respectivamente.
El consumo diario de alcohol también ha disminuido significativamente en los últimos años: del 20% en hombres en 2011, alrededor del 12% en 2023. En mujeres, ha bajado de forma más marcada aún, de cerca del 7% a menos del 4% actual.
Sin embargo, si miramos los datos de los últimos 12 meses, en general ha subido ligeramente. Cabe destacar que aunque España no encabeza la lista de países con mayor consumo de alcohol, según la OMS, sus niveles de consumo per cápita son altos en comparación con la media europea.
En 2021, el consumo de alcohol en España fue de aproximadamente 11 litros de alcohol puro por persona mayor de 15 años, según el informe Health at a Glance 2023 de la OCDE. Este nivel coloca a España entre los países con mayor consumo dentro de la Unión Europea, superando la media europea de 9,2 litros por persona.
Respecto al consumo diario de tabaco, ha disminuido notablemente en las últimas tres décadas. En 1993, el 32,1% de la población fumaba a diario; en 2023, esta cifra se reduce al 17%.
Esta mejora es especialmente destacable en hombres jóvenes: en el grupo de 15 a 24 años, la tasa de fumadores diarios ha pasado de más del 40% en 1995 a menos del 14% en la actualidad.
Como novedad, el INE ha comenzado a medir, el porcentaje de personas en España que han fumado cigarrillos electrónicos (vapeadores u otros dispositivos similares).
Sobre esta nueva forma de fumar cabe destacar que los jóvenes (entre 15 y 34 años) son el grupo que más ha probado cigarrillos electrónicos: 3,5 % los fuma actualmente, 6,1 % los ha usado anteriormente y 9,6 % los ha probado alguna vez.
Además, estos datos muestran que existe una clara disminución por edad y una brecha de género moderada, con hombres más propensos al uso.
Las enfermedades de los españoles
Las enfermedades crónicas que destacan entre la población adulta son la hipertensión, el colesterol alto y el dolor de espalda crónico. Destaca que las mujeres presentan una mayor prevalencia de trastornos como depresión y ansiedad.
Más concretamente sobre salud mental, el informe destaca que el 29,8% de la población adulta presenta sintomatología depresiva, una cifra que es considerablemente mayor en mujeres (35,1%) que en hombres (24,4%). Las diferencias se acentúan con la edad, y los indicadores muestran un deterioro del bienestar emocional respecto a ediciones anteriores: 20,4% en 2014 al 24,4% en 2019.
Por otro lado, se muestra que el 41,6% de las personas mayores de 65 años sufre limitaciones de movilidad, y un 16,8% de la población de 55 años o más tiene dificultades para realizar actividades básicas de la vida diaria. Además, en el grupo de mayores de 65 años, un 36,3% declara tener problemas de audición, un 28,8% deterioro cognitivo y un 23,2% limitaciones visuales.
En cuando al uso de servicios sanitarios: el 82,4% de la población acudió al médico en el último año, un dato que se mantiene alto y constante. Además, el 23% acudió a urgencias, el 6,8% fue hospitalizado y el 6,7% recibió atención en hospital de día, siendo los mayores y personas con enfermedades crónicas quienes más utilizan estos servicios.
El Ministerio de Sanidad y el Instituto Nacional de Estadística (INE) han publicado este martes los resultados preliminares de la Encuesta de Salud de España (ESdE) 2023, que recoge datos clave sobre el estado de salud, uso de servicios sanitarios y determinantes sociales de la salud de la población residente en todo el territorio nacional.