¿Qué es la blancorexia? Cuando la obsesión por la estética puede llevarte a perder los dientes
Los blanqueamientos dentales se ha convertido en unos de los tratamientos más populares, en parte debido a las redes sociales
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El blanqueamiento dental es uno de los tratamientos más populares en los últimos años. Es la percepción de los odontólogos que también confirman los datos: uno de cada cuatro personas se haría uno si su coste no fuera un factor, el 44% de los jóvenes tienen interés en ello y el 40% estaría dispuesto a realizarlo para mejorar la satisfacción con su sonrisa.
Óscar Castro, presidente del Consejo General de Dentistas, comenta que esta tendencia se debe, en gran parte, "a la obsesión por la estética dental que se ha creado desde las redes sociales, donde la imagen personal cobra una gran relevancia". Como consecuencia, explica que se está produciendo una proliferación de tratamientos que se promocionan a través de influencers y que se venden directamente al consumidor sin ningún control facultativo, lo que, en algunos casos, "puede representar un riesgo para la salud bucodental del usuario". Si no se hace correctamente o sin la supervisión de un profesional, puede producir sensibilidad dental, irritación de las encías y daños en el esmalte.
Pero estos no son los únicos riesgos: "Hay que destacar también que la obsesión por unos dientes blancos puede derivar en blancorexia, una filia que lleva a los pacientes a realizarse blanqueamientos dentales con mucha frecuencia y sin supervisión. Las consecuencias de esta adicción pueden ocasionar gingivitis, hipersensibilidad dental e incluso la pérdida de los dientes".
Por otro lado, este licenciado en odontología y medicina incide en que la población debe ser consciente de que los dientes no son de un tono blanco puro, sino de un tono marfil que, además, depende de factores genéticos y de estilos de vida. "Es muy importante no recurrir a métodos caseros o de dudosa utilidad que puedan originar erosión en el esmalte y sensibilidad grave", insiste.
Qué es un blanqueamiento dental, tipos y cuándo hacerlo
Este tratamiento odontológico tiene como objetivo corregir la tonalidad de los dientes y el agente blanqueador suele ser el peróxido de hidrógeno o el peróxido de carbamida, tal y como detalla. Ambos permiten eliminar la mayoría de las manchas producidas por causas extrínsecas como el té, otras infusiones, el café, los cigarrillos, el vino tinto… pero no todas son eliminables o mejorables, advierte.
En cuanto a los tipos, Castro comenta que principalmente existen tres:
- El que se realiza en la consulta de un dentista, con concentraciones superiores al 6% de peróxido de hidrógeno. "El profesional aplica el agente blanqueador, pudiendo ser activado por una fuente de luz. Tras comprobar que la boca está sana y realizar la profilaxis adecuada, se aísla la zona a tratar para evitar que entre el agente blanqueador entre en contacto con las encías", detalla. Es un método "muy eficaz", pues la persona que lo realiza está autorizada a usar concentraciones más elevadas y en "muy poco tiempo" se puede conseguir cambiar hasta en ocho grados el tono de los dientes.
- El que se realiza en casa bajo la supervisión del dentista. En este caso, las concentraciones van de 0,1% hasta 6% de peróxido de hidrógeno, gracias a la férula donde se coloca el gel blanqueador, que ha sido encargada por el profesional. Además de esta herramienta, el dentista suministrará el producto y las indicaciones de uso. En dos semanas puede alcanzar "resultados aceptables".
- Blanqueamiento domiciliario. Esto es posible gracias a que existen muchos productos blanqueadores, normalmente en forma de pastas, geles o enjuagues de venta libre, pues son productos considerados cosméticos. El máximo que conseguirán cambiar será uno o dos tonos. Los datos recogen que tres de cada diez personas utilizan dentífricos especiales para tener los dientes más blancos.
¿Qué hay que tener en cuenta?
Además, hay ciertas consideraciones a tener en cuenta. Lo primero, es que hay que hacerse una revisión bucodental para descartar patologías como caries o problemas de encías. Esto es fundamental para que el dentista determine si la persona es apta, o no, para el blanqueamiento.
No se aconseja realizarlo hasta los 18 años, que es cuando se completa la calcificación de los dientes, ni es recomendado para las embarazadas, las mujeres en periodo de lactancia o las que tienen hipersensibilidad dental severa.
En internet hay numerosas ofertas para realizarse este tratamiento, con opciones que empiezan a partir de los 30 euros. Para cerciorarse de que es seguro, Castro insiste en el diagnóstico previo y el plan personalizado. "Además, se deben usar productos autorizados según la normativa europea, realizar un seguimiento durante todo el proceso de tratamiento y también una vez finalizado", concluye.
El blanqueamiento dental es uno de los tratamientos más populares en los últimos años. Es la percepción de los odontólogos que también confirman los datos: uno de cada cuatro personas se haría uno si su coste no fuera un factor, el 44% de los jóvenes tienen interés en ello y el 40% estaría dispuesto a realizarlo para mejorar la satisfacción con su sonrisa.