Los pacientes oncológicos cuestionan un "cambio real" respecto a los tratamientos tras los ceses en Atrys

Durante la mañana de este jueves, El Confidencial publicaba que el Consejo de Administración de Atrys Health-Bienzobas apartaba a su CEO, Isabel Lozano, y a su presidente ejecutivo, Santiago Torres. La noticia se conocía apenas dos meses después de que algunos médicos denunciaran presiones por parte de la compañía para reducir la prescripción de tratamientos oncológicos más caros.

Las reacciones a estos dos ceses no se han hecho esperar. El Grupo Español de Pacientes con Cáncer (GEPAC) opina que ha sido "una consecuencia lógica y necesaria". Sin embargo, esta decisión ha llegado "tarde y, probablemente, forzados por la presión pública y mediática", puntualiza la presidenta del organismo, Begoña Barragán, en declaraciones a El Confidencial. "Desde que se conocieron los hechos, las evidencias eran suficientemente graves como para haber tomado medidas inmediatas. Mantener al frente a quienes estaban señalados por alterar decisiones clínicas ha sido una irresponsabilidad", añade.

Además, junto al cese, Atrys ha nombrado a Marian Isach como su nueva consejera delegada, lo que Barragán tilda como "preocupante". "No se puede hablar de cambio real cuando se nombra como nueva CEO a quien hasta ahora era la responsable del área de oncología, precisamente el que está bajo sospecha. No es creíble que una persona con responsabilidad directa durante todo este proceso pueda liderar una nueva etapa de transparencia y regeneración", denuncia. Por ello, sostiene que es "difícil pedir confianza" cuando no se percibe una "ruptura clara".

Por otro lado, en un comunicado difundido a los medios, GEPAC recalca que esta acción no se puede entender como el cierre del caso, sino como el comienzo de una nueva etapa que ha de estar marcada por "la transparencia, la investigación rigurosa y la depuración completa de responsabilidades".

¿Cómo afecta a los pacientes?

Más allá de las acciones tomadas por esta compañía, Barragán insiste en que los pacientes son “los más vulnerables y desprotegidos”. Y es que a este grupo han llegado personas afectadas por esta situación, tal y como asegura a este medio. “Es lo más doloroso de todo esto. Hemos recibido testimonios de pacientes y familiares que ahora se preguntan si la elección de su tratamiento se basó realmente en criterios médicos o en otras motivaciones. Esa duda es devastadora”, comenta.

Dada la gravedad de las consecuencias, desde GEPAC inciden en la necesidad de que se aclaren todos los hechos “hasta las últimas consecuencias” y que “nunca más” una empresa sanitaria pueda poner en riesgo la integridad de los tratamientos por motivos económicos, tal y como puntualiza el comunicado. Y en esta cuestión opina que el Ministerio de Sanidad, las comunidades autónomas y los organismos reguladores tienen un papel importante, por lo que pide actuar con “firmeza y celeridad”.

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“No basta con cambiar a las personas al frente de una compañía; es imprescindible revisar sus prácticas, establecer controles externos efectivos y asegurar que los intereses de los pacientes estén por encima de cualquier otro. El cáncer no puede depender de decisiones empresariales ni de desigualdades territoriales. Es imprescindible blindar la atención oncológica desde lo público, con criterios de equidad, ética y sostenibilidad. GEPAC seguirá alzando la voz en nombre de los pacientes. Porque el cáncer no puede ni debe ser un negocio, y porque la confianza en el sistema sanitario se basa en la certeza de que las decisiones clínicas se toman con rigor, ética y humanidad”, concluyen.

Por su parte, la Comisión Permanente de la Fundación Eco traslada lo siguiente: "Como sociedad científica no entramos a valorar las decisiones empresariales. Nuestra única razón de ser es la salud de los pacientes y que se aseguren sus derechos fundamentales. Por ello, seguiremos velando porque se les garantice el acceso al mejor tratamiento disponible posible".

Otras organizaciones, como la Asociación Española Contra el Cáncer o la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), han preferido no pronunciarse al respecto.