China da por concluida la investigación del origen del covid-19 y apunta a EEUU entre los posibles causantes

Cinco años después del estallido de la pandemia que paralizó al mundo, China ha dado por cerrada su investigación sobre el origen del SARS-CoV-2, como se desprende de un documento publicado este miércoles por la Oficina de Información del Consejo de Estado y difundido por la agencia estatal Xinhua.

El Ejecutivo chino da por concluida la búsqueda del foco primario del virus y asegura que no existen evidencias que contradigan el estudio conjunto realizado con la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2021.

Bajo el título Covid-19 Prevención, control y rastreo de orígenes: acciones y postura de China, el documento no solo defiende el papel de Pekín durante la emergencia sanitaria, sino que también reaviva la tesis de que el virus pudo haber llegado a Wuhan desde el extranjero, especialmente a través de productos congelados importados.

“Existe la posibilidad de que la nueva epidemia de coronavirus que se produjo en el Mercado Mayorista de Mariscos de Huanan a finales de 2019 se haya introducido desde el extranjero a través de la cadena de frío”, recoge el informe.

La hipótesis más destacada: la cadena de frío

Aunque el estudio conjunto con la OMS publicado en marzo de 2021 señalaba cuatro escenarios posibles para el origen del virus, el nuevo documento oficial pone el foco en uno de ellos: la introducción del virus desde el extranjero mediante productos congelados. Las autoridades chinas insisten en que los análisis moleculares, los estudios sobre huéspedes animales y las investigaciones sobre productos de cadena de frío descartan a Wuhan como origen natural del brote.

En aquel informe de la OMS, se consideraba como:

• “Posible a muy probable” la vía de un huésped intermediario.
• “Posible a probable” el salto zoonótico directo.
• “Posible” la transmisión a través de la cadena de frío.
• Y “extremadamente improbable” la hipótesis de un incidente en laboratorio.

A pesar de ello, en diciembre de 2024, la propia OMS instó a China a compartir más datos sobre sus investigaciones, insistiendo en que aún quedan preguntas clave sin responder.

China señala ahora a Estados Unidos

Más allá de defender su gestión, el informe da un paso más y apunta directamente a Estados Unidos como posible origen del virus, recordando que entre mayo y octubre de 2019 las autoridades sanitarias estadounidenses notificaron brotes de enfermedades respiratorias de causa no identificada. Según recoge el documento, algunas de estas afecciones fueron atribuidas en su momento a una “neumonía causada por los cigarrillos electrónicos”.

También se hace referencia al cierre del laboratorio de Fort Detrick en julio de ese año y a estudios que, según China, detectaron anticuerpos del SARS-CoV-2 en muestras de sangre recogidas en EEUU antes del primer brote en Wuhan.

Rechazo a las acusaciones internacionales

En respuesta a las reiteradas acusaciones de opacidad por parte de países occidentales, China asegura que ha actuado con transparencia, compartiendo información con la OMS desde el inicio del brote y permitiendo dos misiones conjuntas del organismo internacional en su territorio. “La verdad no se encuentra en las acusaciones prematuras, sino en la verificación rigurosa basada en datos”, afirma el texto.

Además, el Gobierno chino reprocha a algunos sectores políticos de EEUU haber utilizado la pandemia como herramienta de confrontación geopolítica, politizando la investigación científica y promoviendo teorías conspirativas sobre una posible filtración en laboratorio.

Una conclusión política y científica

El informe finaliza reiterando que la investigación sobre el origen del virus “ha terminado” y que corresponde ahora a otros países seguir explorando posibles focos. “China ha cumplido con su responsabilidad como gran nación y ha ofrecido apoyo al mundo; ahora otros deben hacer lo mismo”, sentencia.

En un contexto de crecientes tensiones internacionales, la publicación de este documento supone un nuevo capítulo en la batalla narrativa sobre los orígenes del covid-19, marcada por la desconfianza, la diplomacia sanitaria y la lucha por el relato global de la pandemia.