El enigma de la mente en blanco que descoloca a los científicos y les habla de tu salud mental

Es viernes por la mañana, estás en quinto de primaria y tienes un examen de matemáticas. Te quedan solo dos ejercicios para terminar, pero de pronto tu mente se queda en blanco, no sabes qué contestar, parece que tu cerebro ha borrado esa fórmula que te hace falta. ¿Cómo es posible si has repetido los ejercicios 50 veces?

Pues este fenómeno sigue sorprendiendo a los científicos y un nuevo artículo, publicado este miércoles en la revista Trends in Cognitive Sciences del grupo Cell, podría arrojar luz. Aunque ya se han hecho otros estudios sobre el tema, este es el primero que recopila y analiza "de forma exhaustiva" toda la literatura relacionada con la mente en blanco (MB). Y no solo eso, los investigadores también han incluido información extraída de su propio trabajo observando la actividad cerebral de las personas.

"Durante la vigilia, nuestros pensamientos transitan entre diferentes contenidos. Sin embargo, hay momentos aparentemente carentes de contenido reportable, conocidos como MB", expresan los autores principales del estudio Thomas Andrillon, biólogo en el Instituto del Cerebro de París, y Athena Demertzi, investigadora en Neurociencia Cognitiva y Clínica y jefa del Laboratorio de Fisiología de la Cognición en la Universidad de Lieja.

Según explican a este periódico, el objetivo del análisis era abarcar todos los aspectos de la mente en blanco: sus definiciones, protocolos experimentales, técnicas de registro y manifestaciones en condiciones similares, como meditación, sueños blancos o patologías. "El artículo propone un mecanismo que explica los diferentes tipos de informes que conducen a estos episodios y concluye que la MB puede adoptar diferentes formas, lo que puede indicar distintos mecanismos neurocognitivos cerebrales", manifiestan.

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Como bien exponen los autores, aún no está claro qué representan estos espacios en blanco, lo que pone de relieve sus "ambigüedades definitorias": "Parece que los episodios ocurren por defecto durante la vigilia, pero también durante el sueño. Al igual que con la divagación mental y la ensoñación, aunque con menos frecuencia, el MB parece ocurrir sin necesidad de que la persona lo provoque". De hecho, insisten en que, anteriormente, la mente en blanco solo se estudiaba mediante investigaciones y experimentos dirigidos a indagar en la divagación mental. "Es una experiencia distinta y se debe considerar de forma independiente", aseguran.

Respecto a por qué es importante conocer el funcionamiento del cerebro cuando ocurre este fenómeno, Demertzi reseña lo siguiente: "Puede aportar ideas cruciales sobre el funcionamiento de la mente humana. Esta línea de investigación es reveladora, ya que desafía la creencia arraigada de que la vigilia consciente se caracteriza por un flujo ininterrumpido de pensamientos. También es importante porque la MB subraya las notables diferencias interindividuales en la experiencia subjetiva, potencialmente vinculadas a distintos patrones psicológicos y neurológicos relevantes para la salud mental".

En definitiva, cuenta que contribuye al esfuerzo continuo por definir la mente en blanco de forma "más clara y sistemática". "A nivel teórico, puede presentar un enigma convincente para las principales teorías de la conciencia, ya que ahora deben explicar cómo los individuos pueden permanecer despiertos y receptivos mientras experimentan conscientemente la nada", añade.

¿En qué momentos ocurre?

Entre las conclusiones que la investigación destaca, se encuentra la frecuencia con la que ocurre, y, aunque varía mucho entre los individuos, se cifra entre un 5% y un 20% del tiempo, aproximadamente. El documento también describe los signos que incluye: lapsos de atención, problemas de memoria y un cese del habla interna.

Igualmente, remarcan que los momentos en blanco tienden a ocurrir hacia el final de tareas que requieren atención prolongada y sostenida, como exámenes, y después de la falta de sueño o ejercicio físico intenso. Otro de los aspectos que comentan es que los niños con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) tienen la mente en blanco con mayor frecuencia que las personas neurotípicas.

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"Estos espacios forman parte de la descripción clínica del trastorno de ansiedad generalizada en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5). Aunque es relevante para otras afecciones clínicas, como accidentes cerebrovasculares, convulsiones, traumatismos craneoencefálicos y el síndrome de Kleine-Levin, que provoca que las personas duerman hasta 20 horas al día", apuntan.

"Cuando se instó a las personas a vaciar sus mentes de forma activa, los investigadores observaron desactivaciones en el giro frontal inferior, el área de Broca, la corteza motora suplementaria y el hipocampo", reseñan.

"La mente en blanco forma parte de la descripción clínica del trastorno de ansiedad generalizada"

De este modo, los científicos especulan que el factor común entre las diferentes formas de borrado puede estar relacionado con cambios en los niveles de excitación, lo que conduce a un mal funcionamiento de mecanismos cognitivos clave como la memoria, el lenguaje o la atención.

No obstante, Andrillon y Demertzi señalan que, pese a la connotación potencialmente negativa que el MB puede conllevar, también podría ser beneficioso para el organismo, ya que podría relacionarse con la forma en que el cerebro gestiona sus recursos cognitivos o metabólicos. "En ese sentido, los episodios podrían ser adaptativos. Sin embargo, sus causas aún están por definir", finalizan. Ahora, el próximo objetivo del equipo será conocer cómo se vincula la mente en blanco con otras experiencias similares como la meditación.