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Cassia nació a los 6 meses, pesó 500 gramos y sobrevivió: así trata Europa a sus bebés prematuros
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Cassia nació a los 6 meses, pesó 500 gramos y sobrevivió: así trata Europa a sus bebés prematuros

La OMS considera prematuro un bebé nacido vivo antes de que se hayan completado 37 semanas de embarazo. Mihaela lo vivió en primera persona, su hija estuvo 111 días ingresada en el hospital

Foto: Servicio de Neonatología de un hospital madrileño. (Ana Beltrán)
Servicio de Neonatología de un hospital madrileño. (Ana Beltrán)

Mihaela deseaba ser madre, pero no podía cumplir su sueño de forma natural por culpa de su endometriosis. Tras siete fecundaciones in vitro fallidas, se quedó embarazada a principios de 2024. Todo iba bien hasta el 9 de julio, que ingresó en el Hospital Maternidad Giulesti de Bucarest, Rumanía, por una insuficiencia cervical.

Esta condición es una alteración del cuello uterino que puede causar abortos espontáneos y partos prematuros. Los doctores trataron de frenar el nacimiento de Cassia durante una semana, pero la medicación no cumplió con el objetivo y la pequeña corría peligro. Por este motivo, los médicos decidieron realizar una cesárea a Mihaela y la pequeña nació el 19 de julio, con 24 semanas y pesando menos de 500 gramos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera prematuro un bebé nacido vivo antes de que se hayan completado 37 semanas de embarazo. Existen tres categorías: si el bebé nace con menos de 28 semanas, es un prematuro extremo, de 28 a 32 semanas es muy prematuro y de 32 a 37 semanas, prematuro entre moderado y tardío.

Debido a su condición, Cassia estuvo ingresada en el hospital 111 días, de los cuales 40 la mantuvieron intubada y con respiración mecánica. Su evolución fue lenta, pero favorable, y su madre la visitaba cada día. "Otras madres del hospital me preguntaban cómo tenía siempre una sonrisa, lo cierto es que ocupaba cada uno de mis pensamientos. Cuando los médicos me decían que estaba estable para mí era motivo de felicidad", explica la madre al medio rumano Hotnews.

Foto: María acaricia a su hija Jimena en el Hospital 12 de Octubre de Madrid. (A. B.)

Aunque parezca sorprendente, el Estado rumano no sabe cuántos bebés prematuros sobreviven y cuántos pierden la vida al año. El Instituto Nacional de Salud Pública del país solo registra el número de prematuros que nacen anualmente y su edad gestacional. Un informe de Eurostat de 2022 muestra que de un total de 153.397 recién nacidos vivos, 16.053 fueron prematuros.

La situación en España

En España, nacieron 21.322 bebés prematuros en 2023, de un total de 320.656 nacimientos, según los datos del INE. "Corresponde a un 6,6% de todos los alumbramientos, es decir, 1 de cada 15 recién nacidos en nuestro país es prematuro", asegura a El Confidencial Ana Remesal Escalero, miembro del comité asesor de la Sociedad Española de Neonatología (SENeo).

Para la experta, la supervivencia de los prematuros en España es "muy alta", siendo mayor del 95% en los prematuros iguales o mayores de 28 semanas. "Por debajo de esa edad gestacional sigue siendo buena, con supervivencias alrededor del 65% y en ese grupo los niños de 26 semanas o más alcanzan supervivencias de más del 85%", continúa.

En Rumanía, la ONG Save the Children comenzó a equipar las maternidades de los hospitales con dinero recaudado de donaciones. Desde ese momento, ha invertido unos 15 millones de euros en mejorar los recursos de las salas de neonatología y cuidados intensivos.

Remesal describe que la dotación tecnológica y de recursos humanos en las Unidades de Neonatología en España es "de las mejores" a nivel mundial: "No todos los prematuros requieren el mismo nivel asistencial y desde hace años en las distintas comunidades autónomas hay hospitales de referencia en la atención de los grandes prematuros con mayor complejidad. Allí se derivan a estos niños y de forma preferente a las mujeres gestantes de alto riesgo para que el nacimiento se produzca ya en estos hospitales. Además, cuando se implemente el sistema de acreditación específica (ACE) en neonatología [un programa de formación para neonatólogos que propone la SENeo] se garantizará una calidad asistencial aún mayor".

Partos en zonas rurales

Petrina fue una mujer que compaginó sus labores en el campo, costura y hogar con la de partera en su localidad, Alvares de la Ribera, un pequeño pueblo situado en la comarca leonesa del Bierzo. Desarrolló esta actividad durante las décadas de 1960 y 1970, hasta que las embarazadas comenzaron a ir a dar a luz a la Residencia pública de Ponferrada, en la capital de la comarca. Así lo reflejaba el estudio La historia de una partera en la España rural de mediados del siglo XX, publicado en 2015 y elaborado por el Departamento de Enfermería de la Universidad de Alicante.

Sin embargo, la integrante del comité asesor de la SENeo, relata que esto debería suceder ya "de forma excepcional". "Hay programas de asistencia a la mujer embarazada muy bien establecidos tanto en las unidades de atención a la mujer en Atención Primaria como en los servicios de obstetricia en Atención Especializada. Hacen un seguimiento muy estrecho a lo largo de la gestación, detectando y programando el lugar de nacimiento en los centros de referencia para atención a estos partos de riesgo, el mejor traslado siempre es intraútero", reseña.

Foto: (iStock)

"Si sucede, todo el personal sanitario que puede tener que atender un parto y a un recién nacido debe tener formación en medidas de reanimación y estabilización del recién nacido y del recién nacido prematuro. Una vez estabilizado al recién nacido, se le debe trasladar a las Unidades de Neonatología de referencia en unidad medicalizada, preferentemente especializada en transporte neonatal, que se activan desde el momento que hay riesgo de un parto prematuro fuera del hospital", añade.

Acerca de los problemas que hay en España, expone que no existe un sistema de transporte neonatal específico en todas las comunidades: "Hay que seguir trabajando por conseguirlo"."Se debe mejorar en la creación de más unidades en atención temprana y una mayor dotación a los equipos ya existentes. El recién nacido prematuro tiene un riesgo mayor de tener alteraciones del neurodesarrollo y un diagnóstico e intervención precoces mejora el pronóstico de estos niños. La creación del ACE de neonatología y también la especialización en enfermería neonatal supondrá una garantía de calidad en la atención a estos niños", comenta.

Apoyo psicológico

Otros países, como Bulgaria, tienen graves problemas con el seguimiento de embarazos y prevención de partos prematuros en mujeres con escasos recursos económicos. "Muchas de ellas no se han sometido a ningún examen durante el embarazo", expresan desde el periódico Mediapool. Además, añaden que, hasta hace poco, los equipos de neonatología eran antiguos y no permitían una "atención óptima". "Ahora, tras una inversión del Estado de unos 25 millones de euros, la mayoría de hospitales ha renovado las incubadoras o ambulancias neonatales", agregan.

No obstante, hay otras situaciones negativas que persisten en el país, como el poco contacto piel con piel, pese a los beneficios, como la mejora de las tasas de supervivencia, que han demostrado algunos estudios.

Para finalizar, Remesal indica la importancia de ofrecer apoyo psicológico a los padres de hijos prematuros. "Es una situación de estrés y, aunque ya hay centros que disponen de psicología clínica en la unidad de neonatología, otros comparten el servicio con otras especialidades. Es un área de mejora de los hospitales: incrementar el número de profesionales en psicología clínica para que haya una dedicación exclusiva en psicología perinatal", remata.

Mihaela deseaba ser madre, pero no podía cumplir su sueño de forma natural por culpa de su endometriosis. Tras siete fecundaciones in vitro fallidas, se quedó embarazada a principios de 2024. Todo iba bien hasta el 9 de julio, que ingresó en el Hospital Maternidad Giulesti de Bucarest, Rumanía, por una insuficiencia cervical.

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