La tuberculosis no para de crecer en España y las políticas de Trump pueden volverla mucho más peligrosa
Alertan de su aumento en nuestro país, al tiempo que EEUU ha retirado los fondos para frenarla en regiones en vías de desarrollo, lo que podría generar una mutación de la enfermedad que provocara "mayor mortalidad" en todo el mundo
Enfermos de tuberculosis en Londres en 1936. (Getty Images/Fox Photos)
Hace unos días se conocía uno de los casos más complejos de trasmisión de tuberculosis que ha vivido nuestro país en los últimos años. La Agència de Salut Pública de Catalunya (ASPCAT) daba a conocer el pasado jueves que está estudiando un brote que ha afectado, por lo menos, a 25 personas desde 2022, especialmente en Barcelona y Hospitalet de Llobregat, aunque también se ha diagnosticado en Terrassa.
Según la ACN, el origen del brote es una persona que vivía en una situación de precariedad social y que no tenía residencia fija. El paciente acudió al Hospital Vall d'Hebron a finales de 2022, pero entró y salió del sistema, pasando por más hospitales e incluso huyó en algunas ocasiones sin cumplir con el tratamiento. Por razones ajenas a la enfermedad, el hombre fue encarcelado en septiembre de 2023. En la prisión de Brians-1 y tras recibir 128 dosis de tratamiento, con diferentes interrupciones, el paciente quedó por fin en aislamiento. Finalmente, en septiembre de 2024, se consiguió la curación. Este último hecho no quita para que la trasmisión pueda continuar entre el resto de contactos, por lo que siguen investigando.
La tuberculosis es una enfermedad infecciosa causada por el bacilo tuberculoso, una bacteria que suele afectar a los pulmones. Se transmite por el aire cuando una persona enferma tose, estornuda o escupe. Según las estimaciones, alrededor de una cuarta parte de la población mundial se ha infectado, pero solo entre el 5% y el 10% acaba presentando síntomas y enfermando. Se trata de una patología que se puede prevenir y curar, siendo una enfermedad que suele tratarse con antibióticos, pero que puede ser mortal si no se trata.
Aunque el caso catalán es uno de los más exagerados, lo cierto es que la trasmisión de dicha bacteria en España ha crecido especialmente en el último lustro y preocupa a los expertos. Este lunes, la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) advertía de que solo en el último año la incidencia de la enfermedad ha aumentado un 7% en nuestro país.
Si tomamos un poco de distancia, desde la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) explican que la incidencia descendió entre 2015 y 2019, que se acentuó con el impacto de la pandemia de covid-19 para dar paso posteriormente a un cambio de tendencia. Más concretamente, según datos de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica y el Plan para la prevención y control de la tuberculosis en España, en 2023 la tasa de notificación fue de 8,2 por 100.000 habitantes, lo que supone un aumento del 11,4% con respecto a la tasa de 2021.
María del Mar Tomás, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), apunta a este periódico que los factores del aumento en España son “múltiples”. Respecto a los datos del último lustro, apunta a la posibilidad de una relajación de las medidas de protección tras la pandemia y señala que "determinas áreas puede vivir mejor el patógeno".
El último informe al respecto del Ministerio de Sanidad, con datos del año completo de 2023, apunta a que esta incidencia varía entre comunidades autónomas. Así, aquellas que presentaron una tasa mayor fueron: Cataluña (12,3), Galicia (11,2) y País Vasco (10,9). Y a la cola se sitúa Castilla-La Mancha, que no reportó información sobre la localización de la enfermedad.
En cuanto a las “determinadas áreas”, más allá de las propias donde el patógeno vive mejor, la portavoz de SEIMC explica que lo que hace que se propague más es el mal clima de algunas zonas –como se ve en los datos españoles–, ya que la gente tiende a refugiarse más en espacios cerrados, lo que favorece la propagación.
Por otro lado, Tomás, que también es microbióloga en el Hospital de La Coruña, hace hincapié en la necesidad de “establecer una mejora en los estudios de contactos, rastrear las posibles líneas de contagio y establecer programas de cumplimiento del tratamiento con la supervisión y observación directa en aquellos pacientes que puedan presentar dificultades de adherencia a dichos programas”. “Hay que detectar posibles poblaciones que no puedan seguir la prevención y el diagnóstico”, añade.
España es solo un ejemplo del aumento de los casos que se está extendiendo por todo el planeta, según alerta la Organización Mundial de la Salud. El organismo calcula que en 2023 contrajeron tuberculosis 10,8 millones de personas en todo el mundo, siendo una enfermedad presente en todos los países y grupos de edad. Además, alerta de que, probablemente, la tuberculosis vuelva a ser la principal causa de muertes en el mundo provocadas por un patógeno infeccioso.
En esta línea, un nuevo informe de la OMS pone el foco en que los casos de menores de 15 años, que han aumentado un 10% en la región europea y suponen un 4,3% de los casos totales. Esas cifras, que comparan datos de 2023 con los del año anterior, muestran que continúa la transmisión y que son necesarias medidas de salud “inmediatas” para controlar y reducir esa tendencia en la región, que incluye a 53 países, entre ellos, Rusia y varias repúblicas exsoviéticas.
Acabar con la epidemia de tuberculosis para 2030 es una de las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) relacionadas con la salud. Pero el director de la OMS para Europa, Hans Kluge, señala “por desgracia, a “la carga actual y el preocupante aumento en niños”.
Las miradas puestas en Trump
Todo el sistema de detección, diagnóstico y tratamiento de la tuberculosis ha colapsado en decenas de países de África y Asia desde que Donald Trump ordenó la congelación de la ayuda el 20 de enero, el día de su toma de posesión. Estados Unidos contribuyó con aproximadamente la mitad de las donaciones internacionales contra la tuberculosis el año pasado, pero las cosas han cambiado, con graves riesgos para todo el planeta.
En concreto, la OMS estima que 27 programas nacionales de lucha contra la tuberculosis han colapsado desde que se produjeron los recortes en los programas de salud global a consecuencia de las siguientes políticas de Trump: retirar a EEUU de la OMS, cierre de la USAID (la agencia estadounidense de cooperación al desarrollo) y reducción de financiación a organismos norteamericanos que apoyan la investigación sanitaria. Algo que también ha ocurrido “con programas nacionales de lucha contra el VIH, de lucha contra la Malaria y de vacunación contra enfermedades inmunoprevenibles”, explica a El Confidencial Daniel López Acuña, que fue director de Acción Sanitaria en Situaciones de Crisis de la OMS.
El epidemiólogo señala “muy especialmente” a la tuberculosis resistente a tratamientos. De hecho, las autoridades alertan del aumento de los bacilos multirresistentes, que no se ven afectados por la isoniazida y la rifampicina, los dos fármacos antituberculosos de primera línea más eficaces. “El crecimiento de la tuberculosis resistente a medicamentos de primera línea está haciendo la situación cada vez más difícil”, apostilla Acuña.
Las políticas actuales de la Administración Trump elevan la posibilidad de que esto suceda. Los expertos explican que suspender el tratamiento durante un par de semanas puede suponer dar al aptógeno la oportunidad de desarrollar resistencia, lo que podría desarrollar una cepa de tuberculosis resistente a todos los antibióticos disponibles, una superbacteria quizás incluso más agresiva y mortal que las variantes anteriores de la enfermedad.
La portavoz de SEIMC resume: “Retirar fondos de ayuda internacional supondría una mayor expansión de cepas resistentes a otros países. Y esto podría provocar una mayor mortalidad, no solo en países subdesarrollados, sino también en otros países. Por lo tanto, es una mala noticia, esperemos que cambien de decisión y que no se retiren los fondos de ayuda internacional en los planes de contención de infecciones por tuberculosis”.
Hace unos días se conocía uno de los casos más complejos de trasmisión de tuberculosis que ha vivido nuestro país en los últimos años. La Agència de Salut Pública de Catalunya (ASPCAT) daba a conocer el pasado jueves que está estudiando un brote que ha afectado, por lo menos, a 25 personas desde 2022, especialmente en Barcelona y Hospitalet de Llobregat, aunque también se ha diagnosticado en Terrassa.