"No se debe demonizar la píldora anticonceptiva": los casos en los que sí está indicada
La endometriosis estaba infradiagnosticada y por eso ahora hay más casos. Además, el 46,3% de las mujeres confiesa que necesita medicación para contrarrestar el dolor de la menstruación
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Aunque el principal objetivo de la píldora sea la anticoncepción, su uso también está indicado en el tratamiento de ciertas enfermedades ginecológicas, como la endometriosis, el síndrome de ovario poliquístico (SOP), los miomas uterinos, la dismenorrea severa (menstruación dolorosa) y el sangrado uterino anormal.
En el caso del SOP, que afecta en su gran mayoría a mujeres jóvenes, se utiliza para paliar el desequilibrio hormonal. "La clínica que presentan normalmente son ciclos irregulares, acné, hirsutismo (exceso de vello) o falta de regla. Es un ovario más grande que produce más hormonas y el exceso de estrógenos puede derivar en un mayor riesgo de desarrollar hiperplasia endometrial, que es un crecimiento anómalo del endometrio que a la larga puede derivar en un adenocarcinoma [cáncer] de endometrio", señala Ana Boldo, responsable del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario de Castellón de La Plana y miembro de la junta directiva de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO).
Además, explica que "no se debe demonizar la píldora" y manifiesta que "hay que hacer un uso racional de la misma". "Todos los compañeros que manejan su prescripción, tienen en cuenta algo que antes no se tenía: un análisis de todos los factores de riesgo. Cuando vemos, por ejemplo, un SOP de gente joven, el tratamiento es escalonado. Empezamos por la alimentación, el inositol, un complemento nutricional, puede mejorar el funcionamiento del ovario, pero debe ser un tratamiento a medida. Siempre buscamos el menor riesgo para la paciente, hacer deporte y perder peso también repercute en que se normalice el ciclo. Ahora todo son manejos holísticos, el proceso médico en sí tiene otros complementos, como la alimentación y el apoyo psicológico", expone la experta.
También aclara que en muchas ocasiones confluyen las dos situaciones: "Necesitan un método anticonceptivo, y aparte, tienen una patología". "En la endometriosis, que es la presencia de tejido endometrial de forma ectópica, es decir, en otros órganos ginecológicos o cavidad peritoneal. Se estimula en el momento que tenemos la regla y produce dolor muy intenso, adherencias y otros síntomas. Con el anticonceptivo se ralentiza el crecimiento de ese tejido y se inhibe la enfermedad y sus síntomas, como los cólicos en la zona pélvica", añade.
En el caso de los miomas, Boldo comenta que es un tratamiento sintomático y no modifica el crecimiento de los mismos: "El síntoma principal que produce es un sangrado abundante, con lo cual al controlar el crecimiento escaso del endometrio con el anticonceptivo, compensa la hemorragia que puede producir un útero con una superficie aumentada y miomas que determinan ese sangrado".
Igualmente, se utiliza para detener el sangrado uterino anormal: "A veces no sabemos por qué, pero las mujeres tienen sangrados excesivos (hipermenorreas) que pueden ser funcionales, sin que haya una patología que los origine y el anticonceptivo controla de forma exógena la proliferación de ese endometrio, que será el volumen que sangramos después".
¿Por qué duele la menstruación?
Respecto a la dismenorrea, un dolor muy intenso de menstruación, cuenta la doctora que se produce por la liberación de una sustancia, llamada prostaglandina: "Los antiinflamatorios reducen su producción y, por eso, es el primer escalón para tratarlo. Lo que pasa que a veces no es suficiente con los métodos analgésicos y la píldora anticonceptiva también disminuye la elaboración de esta sustancia".
Al hilo de esto, el 32,7% de las mujeres dice padecer un sangrado intenso o muy intenso durante la menstruación. Esa cifra se eleva hasta más del 35% en el caso de las edades comprendidas entre los 30 y 49 años, según la última encuesta realizada por la Sociedad Española de Contracepción (SEC). Asimismo, el 46,3% de las mujeres admite que necesita medicación para contrarrestar el dolor.
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Pero, ¿hay que normalizar ese dolor cada mes? En respuesta a esta pregunta, la ginecóloga asegura que hay que tener en cuenta el grado de afectación de la calidad de vida de la paciente: "Existe una leve-moderada que cede con analgésicos y a la persona no le condiciona en su día a día. Luego hay un porcentaje de mujeres que puede producir síncopes y requiere de tratamientos intravenosos y en esa pequeña parcela se contempla que uno de los posibles tratamientos sea con anticonceptivos".
Un año después de la entrada en vigor de las bajas por menstruación incapacitante, el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ha tramitado 1.408 con una duración media de tres días, según los últimos datos hasta mitad de abril de 2024.
En cuanto a los efectos secundarios de la píldora anticonceptiva, se encuentran los cambios del estado de ánimo, migrañas, náuseas o aumento de peso. Sin embargo, Boldo insiste en que la preocupación mayor reside en las mujeres fumadoras, que tienen obesidad, antecedentes de problemas de coagulación o lactantes: "Normalmente, son leves, el mayor riesgo es el trombótico, por eso en aquellas pacientes que ya tienen una patología contemplamos el dar otro tipo de anticonceptivos. Hay un tipo que no lleva estrógeno y estaría indicado para estas pacientes".
Sensibilización con la endometriosis
En respuesta a si en los últimos años ha observado un aumento de alguna patología ginecológica en consulta, Boldo indica que la endometriosis: "Es paralelo a los métodos diagnósticos porque antes estaba, y sigue estando un poco, infradiagnosticado, y ahora hemos enfatizado más en su diagnóstico precoz. Su debut es desde la menarquia, desde el comienzo de la regla. Ahora existe una mayor sensibilización de los médicos de Atención Primaria y los centros de planificación. Cuando hay una presencia de los síntomas hay que rastrear bien para comprobar si es endometriosis. Antes se demoraba el diagnóstico hasta el momento de buscar una gestación, ahora se intentan buscar focos ectópicos".
Por su parte, el Ministerio de Sanidad financia ya el primer tratamiento oral contra esta dolencia en España. Se trata de Ryeqo, un medicamento que estaba ya indicado para los miomas uterinos. Este medicamento contiene relugolix, que bloquea determinados receptores en el cerebro, lo que reduce la producción de hormonas que, a su vez, estimulan la producción de estradiol y progesterona en los ovarios. Cuando se bloquean, se reducen los niveles de estrógeno y progesterona circulantes en el organismo.
Aunque el principal objetivo de la píldora sea la anticoncepción, su uso también está indicado en el tratamiento de ciertas enfermedades ginecológicas, como la endometriosis, el síndrome de ovario poliquístico (SOP), los miomas uterinos, la dismenorrea severa (menstruación dolorosa) y el sangrado uterino anormal.