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Cuando llega el calor... ¿los chicos se enamoran?
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Responden los expertos

Cuando llega el calor... ¿los chicos se enamoran?

Hace más de dos décadas que Sonia y Selena dieron a luz la canción que todos los periodos estivales vuelve a sonar. El dúo musical hizo una aseveración que hoy ponemos a examen con la ayuda de un neurólogo y un sexólogo

Foto: Foto: iStock.
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Hace más de 20 años que Sonia y Selena sentaron cátedra en el mundo afectuoso al afirmar que “cuando llega el calor, los chicos se enamoran”. Allá por 2001, el dúo catalán dio a luz al ‘hit’ veraniego que vuelve a las radios todos los periodos estivales desde hace dos décadas: ‘Yo quiero bailar’.

Con el primer disco homónimo, cosecharon todos sus éxitos que, en realidad, fueron efímeros. El grupo se disolvió a mediados de 2002, comenzando sus integrantes carreras en solitario y solo volvieron a juntarse en el décimo aniversario para grabar de nuevo la canción que hoy nos ocupa.

Tanto en el tema original como en el ‘remake’ de 2011, Sonia y Selena daban sus motivos por los que el amor afloraba en el estío. El dúo justificaba que son “la brisa y el sol”, además de señalar que en esta época “todos tus sentidos son como un volcán”.

Ante el éxito de esta canción y que las temperaturas ya han aumentado, cabe plantearse la pregunta de cuánta razón tenían. Por ello, charlamos con dos expertos para saber si es cierto que cuando llega el calor, los chicos y las chicas se enamoran.

¿Cómo reacciona el cerebro ante el amor?

Antes de adentrarnos en el periodo estival, es importante saber cómo funciona el cerebro cuando hablamos del amor.

“Cuando uno se enamora se producen cambios en el cerebro de las personas. Como cualquier proceso que tiene el ser humano, es un proceso cerebral. En el caso del amor se activan múltiples áreas. De hecho, hay estudios recientes que han visto que se activan más de 12 áreas y que no son exactamente iguales en los hombres que las mujeres”, explica a El Confidencial el neurólogo Jesús Porta.

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Foto: iStock.

“Por otro lado, siempre hay un común de los elementos que nos generan satisfacción a los seres humanos y es un núcleo nuclear que nos activa siempre de la misma manera el tema de los estímulos”, añade el vicepresidente de la Sociedad Española de Neurología (SEN).

Cuando estos procesos cerebrales se activan “llega una fase de pasión, en la que se liberan distintos neurotransmisores, entre ellos la oxitocina”. “De manera progresiva esta pasión se va normalizando en el funcionamiento del cerebro y luego ya queda lo que sería la sensación de amor”, añade.

¿Es la brisa y el sol?

Una vez hemos definido cómo se llega a generar el amor, es el momento de resolver si tenía razón el dúo musical al afirmar que en el estío aumenta. Y la respuesta es: sí.

Pero… ¿Cuáles son los motivos? ¿Es la brisa? Podría ser. ¿Es el sol? Por supuesto. Y muchos otros elementos.

El neurólogo explica que el aumento de horas de sol es relevante: “El sol es un elemento positivo desde el punto de vista de las emociones y del ánimo”. Además, apunta a que la climatología veraniega hace que se incrementen las relaciones sociales y, por ende, la facilidad de los acercamientos.

En la misma línea, el sexólogo Roberto Sanz afirma a este periódico que el aumento de la longitud de los días y el buen tiempo “son claves para que las relaciones sociales aumenten, favoreciendo contactos sentimentales, eróticos, sexuales o de cualquier tipo”. “A nivel bioquímico, el aumento de horas de luz favorece una serie de facilitadores del estado de ánimo, es decir, de dopamina o cortisol. La luz solar nos genera mejor estado de ánimo y eso también los facilita”, reafirma el especialista de la Fundación Sexpol.

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Foto: EFE/Marcial Guillén.

En ese sentido, el sexólogo apunta también a que el buen tiempo hace que aumenten los planes al aire libre, lo que favorece aún más la interacción.

Del mismo modo, la climatología hace que las prendas sean más ligeras, lo que produce “que sea más fácil la erotización”.

Asimismo, el periodo vacacional que suele darse en estos meses facilita que la gente –además de poder tener una mayor relación social– esté más relajada y dispuesta a interactuar.

Por otro lado, el sexólogo destaca que en estas fechas existe una mayor predisposición por parte de la población a la erótica, lo que hace más proclives los acercamientos y enamoramientos: “Psicológicamente, estás más predispuesto, estás más abierto a posibles encuentros”.

Por lo que podemos concluir que sí. Cuando llega el calor, los chicos –y las chicas– se enamoran.

Hace más de 20 años que Sonia y Selena sentaron cátedra en el mundo afectuoso al afirmar que “cuando llega el calor, los chicos se enamoran”. Allá por 2001, el dúo catalán dio a luz al ‘hit’ veraniego que vuelve a las radios todos los periodos estivales desde hace dos décadas: ‘Yo quiero bailar’.

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