Menú
7 signos demostrados que delatan que sufres mucho estrés
  1. Bienestar
Bajo el prima de la investigación

7 signos demostrados que delatan que sufres mucho estrés

La ciencia tardó tiempo en encontrar el nexo entre el estrés y su afectación fisiológica. Hoy está suficientemente documentada: eleva el riesgo cardiaco, causa insomnio... Descubre si es esto lo que te pasa a ti

Foto: Foto: Unsplash.
Foto: Unsplash.

Hubo un tiempo en el que la propia ciencia dudaba de que el estrés pudiera ser un factor de riesgo cardiaco. De hecho, corrían los años 90 cuando aún muchos científicos negaban la posibilidad de que la mente y el cuerpo se comunicaran entre sí, y que las tensiones, las preocupaciones y el estado de ánimo pudieran influir en la salud física, pero las últimas investigaciones están demostrando que esta relación existe.

En un momento u otro, la mayoría de las personas se enfrentan a sentimientos de estrés. De hecho, la revista 'BMC Family Practice' se hacía eco de un trabajo que destapó, tras analizar a 587 pacientes de atención primaria de salud de 18 a 65 años (377 mujeres, 210 hombres), que el 33% de los adultos reportaron experimentar altos niveles de estrés percibido.

Foto: Foto: iStock.

En el momento actual, según el III Estudios de Salud y Estilo de Vida de Aegon, nueve de cada diez españoles declara haber sufrido estrés en los últimos 12 meses, aunque la mayoría (57,70%) lo sufre ocasionalmente. Además, el 90,50% de los encuestados afirma que el estrés impacta mucho o algo sobre su salud. Y sufrirlo, desgraciadamente, te lleva a la 'montaña rusa' de una larga lista de síntomas físicos y mentales. El Confidencial te cuenta siete de los que se experimentan comunmente.

Dolores de cabeza

Muchos estudios han encontrado que el estrés puede contribuir a ellos, una condición caracterizada por molestias, sobre todo, en la región de la cabeza o el cuello. Un ensayo de 'The Journal of Headache and Pain' con 267 personas con dolores de cabeza crónicos encontró que un evento estresante precedió al desarrollo de dolores de cabeza crónicos en aproximadamente el 45% de los casos.

placeholder Foto: iStock.
Foto: iStock.

Otro estudio más amplio mostró que el aumento de la intensidad del estrés se asoció con un incremento en la cantidad de días de dolor de cabeza experimentados por mes. Si bien es cierto que hay que tener en cuenta que otros desencadenantes comunes del dolor de cabeza incluyen la falta de sueño, el consumo de alcohol y la deshidratación, la ciencia no duda a estas alturas de la relación entre ambos.

Enfermedad frecuente

Si estás constantemente luchando contra un caso de resfriado, el estrés puede ser el culpable. Afecta a tu sistema inmunológico y puede causar una mayor susceptibilidad a las infecciones. En un estudio se inyectó la vacuna contra la gripe a 61 adultos mayores y se descubrió que las personas con estrés crónico tenían una respuesta inmune debilitada ante esta, lo que indica que el estrés puede estar asociado con una inmunidad disminuida.

De manera similar, un análisis que examinó 27 estudios recogidos en 'Psychosomatic Medicine' mostró que el estrés estaba relacionado con una mayor susceptibilidad de desarrollar una infección de las vías respiratorias superiores.

Disminución de energía e insomnio

La fatiga crónica y la disminución de los niveles de energía también pueden ser las 'víctimas' de estar bajo el yugo del estrés prolongado. Por ejemplo, un estudio de 2.483 personas encontró que la fatiga estaba fuertemente asociada con un aumento de los niveles del mismo. También interrumpe el sueño y nos causa insomnio.

Foto: Foto: iStock.

Otro trabajo de 2.316 participantes probó que experimentar un mayor número de eventos estresantes se asoció significativamente con un mayor riesgo de insomnio

Cambios en la libido

Muchas personas experimentan cambios en sus impulsos sexuales durante periodos estresantes. La revista 'Journal of Family Psychology' divulgaba un ensayo compuesto por 103 mujeres que determinó que los niveles más altos de estrés se vincularon con niveles más bajos de actividad sexual y satisfacción.

Del mismo modo, un estudio examinó a 339 médicos residentes e informó que los altos niveles de estrés afectaron negativamente el deseo sexual, la excitación y la satisfacción.

Problemas digestivos

La diarrea y el estreñimiento también pueden ser causados ​​por altos niveles de estrés. Un trabajo que hizo un seguimiento de 2.699 niños descubrió que la exposición a eventos estresantes se asoció con un mayor riesgo de estreñimiento.

Puede afectar especialmente a las personas con trastornos digestivos como el síndrome del intestino irritable (SII) o la enfermedad inflamatoria intestinal (EII). Estos se caracterizan por dolor de estómago, hinchazón, diarrea y estreñimiento.

Transpiración

La exposición al estrés también puede causar sudoración excesiva. Un pequeño estudio del 'British Medical Journal' observó a 20 personas con hiperhidrosis palmar, una afección caracterizada por sudoración excesiva en las manos. El estudio evaluó su tasa de sudoración a lo largo del día utilizando una escala de 0 a 10. El estrés y el ejercicio aumentaron significativamente la tasa de sudoración de dos a cinco puntos en aquellos con hiperhidrosis palmar, así como en el grupo de control

Cambios de apetito

Son comunes en momentos de estrés. Los exámenes te ponen al 'borde de los nervios'. Así, un estudio de estudiantes universitarios encontró que el 81% informó que experimentaron cambios en el apetito cuando estaban estresados. De estos, el 62% tuvo un aumento en el apetito, mientras que el 38% notó una disminución del mismo.

Estos cambios en las ganas de comer también pueden causar fluctuaciones de peso durante periodos estresantes. Por ejemplo, un ensayo de 'American Journal of Epidemiology' a partir de un estudio con 1.355 personas halló que el estrés estaba relacionado con el aumento de peso en adultos con sobrepeso.

Hubo un tiempo en el que la propia ciencia dudaba de que el estrés pudiera ser un factor de riesgo cardiaco. De hecho, corrían los años 90 cuando aún muchos científicos negaban la posibilidad de que la mente y el cuerpo se comunicaran entre sí, y que las tensiones, las preocupaciones y el estado de ánimo pudieran influir en la salud física, pero las últimas investigaciones están demostrando que esta relación existe.

Estrés
El redactor recomienda