Sánchez no ha puesto nada concreto encima de la mesa. Se ha limitado a jugar con las palabras. Sin que podamos no ya discernir, sino ni tan siquiera atrevernos a especular de qué estamos hablando exactamente
ERC está literalmente aterrada, presa del pánico inmovilizador. Viven en la convicción de que hagan lo que hagan, decidan lo que decidan, van a salir mal parados
Los junteros insisten en hacerle saber a Pedro Sánchez que sus advertencias son serias y que si Carles Puigdemont no se convierte en presidente de la Generalitat, la vida parlamentaria del Ejecutivo español va a convertirse en un vía crucis
Lo más vistoso es el derrumbe de ERC. Pero que Carles Puigdemont sólo haya recogido tres diputados de los trece que han perdido los republicanos es igualmente sintomático
Lo que sigue es un intento de desbroce de las cuestiones clave a las que valdrá la pena estar atento el próximo domingo para entender lo que sea que acabe sucediendo con posterioridad a los comicios
El presidente ha enfadado y decepcionado a muchas personas cómplices con su narrativa. Se han sentido utilizados. Así que queda por ver cuál va a ser el rendimiento neto en términos políticos de la maniobra
La prueba del algodón de una victoria no es otra que el ajuste de los resultados a tus aspiraciones. Y en este sentido es cierto que PNV, PSE-PSOE y Bildu han alcanzado sus objetivos
Junts ha ganado la primera batalla de la legislatura catalana. Y su plan sigue siendo el mismo: conseguir la presidencia para Carles Puigdemont o que deban repetirse los comicios
Ni la coerción moral, tan fácil de desplegar en un asunto como la guerra, le ha servido a Pedro Sánchez para disciplinar a sus compañeros de viaje en el Congreso
Uno y otro comparten un mismo patrón de comportamiento. La no aceptación, aun habiendo transcurrido ya siete años y medio, del absoluto fracaso del proyecto político que intentaron llevar a la práctica en 2017
Tendremos que esperar unos días para comprobar hasta qué punto la belicosa y coincidente unanimidad política de hoy es meramente coyuntural por la inminencia de la cita con las urnas o si, por el contrario, deviene estructural
Los partidos asumen ya resignadamente las tendencias que marca la demoscopia y dan por segura la victoria del candidato socialista, Salvador Illa, seguido de Junts y ERC en tercer lugar
Desde ayer las elecciones catalanas no son ya las de Illa, Puigdemont y Aragonès. Se convierten por decisión del presidente del Gobierno en un plebiscito sobre su persona
Mas-Colell ha dicho a las claras que el soberanismo serio y responsable, por muchos esfuerzos que hagan los junteros ahora, incluyendo fichajes convenientemente dopados de prestigio, está del lado de ERC