'Motomami' puede representar muy bien el espíritu de estos tiempos porque mezcla lo tierno y lo duro, entra de lleno en el imaginario de lo que Simon May llama 'lo cuqui'
Transmiten ternura la mayoría, nos dibujan una sonrisa bobalicona, suministran una dosis generosa de dopamina, la certeza de que en este mundo ríspido existe una parcela achuchable