A este mundo siempre le faltará una primavera

Un lapso que es un estado de ánimo, un suspiro, un mirar abierto pero con los ojos entornados y casi siempre rojos; un latir intenso, congestionado

PorJaime M. de los Santos 1

Cuando el amor mata: Hillary Mantel, en la corte de Enrique VIII

Hillary Mantel consigue entretejer un relato inmenso, intenso, lleno de premura. Un magistral corpus que se enfrenta a la historia desde una obligada objetividad

PorJaime M. de los Santos 1

Roma vuelve a abrir, 'Roma città aperta'

No hay peor guerra que la del miedo y, casi siempre, ese es un castigo que nos inoculan quienes, más temerosos que nosotros mismos, nos requieren débiles. Es hora de abrir las ciudades

PorJaime M. de los Santos 1

Y, yo digo, esto es un museo

Un museo no podía, no debía, ser un simple escenario para la contemplación, un arsenal estratificado de hitos: había que alterar el proceso, la mirada del espectador

PorJaime M. de los Santos

Enterrar y callar

Las despedidas son importantes: nos empeñamos en resumirlas, en simplificarlas, en someterlas al bienestar de los que sobrevivimos

PorJaime M. de los Santos 1

El ministro descreído y 'la dama de Shanghái'

El poder se ha valido siempre de la cultura para dignificar su tiempo, para elaborar un relato que fuera capaz de emocionar. La ha protegido. La ha admirado

PorJaime M. de los Santos

Los días felices; o no... Sobre el capricho de la soledad

“Pienso que este luto me ha cogido en la peor época de mi vida”, le increpa una desesperada Adela a su hermana Magdalena, “no quiero estar encerrada”

PorJaime M. de los Santos

1918, mucho más que una gripe

Fue el año de la enfermedad pero también hubo luces necesarias en mitad de la negrura de la guerra: luces que llegaron de la cultura

PorJaime M. de los Santos 2

A mí también me han llamado maricón

La imperfección también es libertad. La libertad lo es todo. Y nada duele tanto como el rechazo

PorJaime M. de los Santos 6

Historias para un reencuentro en el Museo del Prado: he ahí la cuestión

La pinacoteca madrileña es un espejo, un futuro que sucedió en el pasado, un pasado que aviva el presente, la memoria de un tiempo que, sin más, pasó

PorJaime M. de los Santos 1

La sangre es la vida

Antes que la "idónea" Eva, inductora necesaria, pertinaz ejecutora de la mancha original, dicen, hubo otra "hembra", otra "varona", Lilith

PorJaime M. de los Santos

El Estado soy yo

El 14 de mayo de 1643, en Saint-Germain-en-Laye, Luis XIV se convertía en rey de Francia

PorJaime M. de los Santos 3

El necesario triunfo de la carne

Hoy, nuestro confinado mundo aguarda, al igual que el barquero del Hades, en mitad de una ignota corriente, a que, del otro lado, el que fuere, lleguen señales seguras para tomar pronta tierra

PorJaime M. de los Santos

Madrid no duerme porque nunca se acaba

Cuando Madrid sufre, lloran sus calles; pero esta ciudad brava, eterna, no se agota

PorJaime M. de los Santos 4

Del fuego de Savonarola al arte degenerado de los nazis

Los autócratas, los déspotas, los tiranos, los paladines de la moral asfixiante siempre se verán tentados de mutilar el arte de su generación

PorJaime M. de los Santos 2

Y la ciudad se quedó desierta

La calle sin gente no es calle, es otra cosa, no sé cual, pero una que dista mucho de ser calle

PorJaime M. de los Santos

En busca del tiempo perdido

Cada rincón de Venecia representa un nuevo paradigma, un pedazo de un tiempo que en verdad parece perdido y que, minucioso, Marcel Proust se dispone a recuperar

A este mundo siempre le faltará una primavera

Un lapso que es un estado de ánimo, un suspiro, un mirar abierto pero con los ojos entornados y casi siempre rojos; un latir intenso, congestionado

Cuando el amor mata: Hillary Mantel, en la corte de Enrique VIII

Hillary Mantel consigue entretejer un relato inmenso, intenso, lleno de premura. Un magistral corpus que se enfrenta a la historia desde una obligada objetividad

Roma vuelve a abrir, 'Roma città aperta'

No hay peor guerra que la del miedo y, casi siempre, ese es un castigo que nos inoculan quienes, más temerosos que nosotros mismos, nos requieren débiles. Es hora de abrir las ciudades

Y, yo digo, esto es un museo

Un museo no podía, no debía, ser un simple escenario para la contemplación, un arsenal estratificado de hitos: había que alterar el proceso, la mirada del espectador

Enterrar y callar

Las despedidas son importantes: nos empeñamos en resumirlas, en simplificarlas, en someterlas al bienestar de los que sobrevivimos

El ministro descreído y 'la dama de Shanghái'

El poder se ha valido siempre de la cultura para dignificar su tiempo, para elaborar un relato que fuera capaz de emocionar. La ha protegido. La ha admirado

Los días felices; o no... Sobre el capricho de la soledad

“Pienso que este luto me ha cogido en la peor época de mi vida”, le increpa una desesperada Adela a su hermana Magdalena, “no quiero estar encerrada”

1918, mucho más que una gripe

Fue el año de la enfermedad pero también hubo luces necesarias en mitad de la negrura de la guerra: luces que llegaron de la cultura

A mí también me han llamado maricón

La imperfección también es libertad. La libertad lo es todo. Y nada duele tanto como el rechazo

Historias para un reencuentro en el Museo del Prado: he ahí la cuestión

La pinacoteca madrileña es un espejo, un futuro que sucedió en el pasado, un pasado que aviva el presente, la memoria de un tiempo que, sin más, pasó

La sangre es la vida

Antes que la "idónea" Eva, inductora necesaria, pertinaz ejecutora de la mancha original, dicen, hubo otra "hembra", otra "varona", Lilith

El Estado soy yo

El 14 de mayo de 1643, en Saint-Germain-en-Laye, Luis XIV se convertía en rey de Francia

El necesario triunfo de la carne

Hoy, nuestro confinado mundo aguarda, al igual que el barquero del Hades, en mitad de una ignota corriente, a que, del otro lado, el que fuere, lleguen señales seguras para tomar pronta tierra

Madrid no duerme porque nunca se acaba

Cuando Madrid sufre, lloran sus calles; pero esta ciudad brava, eterna, no se agota

Del fuego de Savonarola al arte degenerado de los nazis

Los autócratas, los déspotas, los tiranos, los paladines de la moral asfixiante siempre se verán tentados de mutilar el arte de su generación

Y la ciudad se quedó desierta

La calle sin gente no es calle, es otra cosa, no sé cual, pero una que dista mucho de ser calle