Feliz Vanidad

Feliz Vanidad

No podemos decirle a un niño de seis años que juegue con el coche, pero ni mu de todo aquello que ha sustituido al turrón de Navidad por el simple cambio en el orden de las letras: Vanidad

Una niña que no necesita voceros

Una niña que no necesita voceros

Mientras nos echamos las manos a la cabeza indignados por esos niñatos maleducados que han llamado putas a las primeras universitarias, estamos dejando de ver lo que pasa abajo