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Comentario a la tribuna de Oriol Junqueras, por Carles Reitg
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Comentario a la tribuna de Oriol Junqueras, por Carles Reitg

Confieso que después de leerla me inundó un sentimiento de culpabilidad por haber hecho, posiblemente, una lectura negativa del texto, a pesar de mi interés inicial

Foto: Imagen: Rocío Márquez.
Imagen: Rocío Márquez.
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Estimado Director,

Estos días se ha hecho pública una tribuna de Oriol Junqueras en 'Diario ARA', entorno 'indepe' regentado por un miembro de la burguesía catalana de toda la vida (franquistas con Franco e 'indepes' ahora) y en 'laSexta', entorno podemita regentado, entre otros, por Jaume Roures (trotskista de corazón, empresario, facilitador de cenas en su casa entre Oriol Junqueras y Pablo Iglesias poco antes del 1 de octubre y 'partner' de Qatar en los años del Isis).

Confieso que ante las explicaciones por parte del Presidente del Gobierno y medios afines respecto a que renunciaba a la Declaración Unilateral de Independencia, aunque fuera para justificar los indultos, me interesé por leer la declaración de Oriol Junqueras. Después de leerla, he llegado a la misma conclusión a la que, probablemente, llegaréis vosotros al leer su declaración con mis comentarios, aunque estoy seguro de que no los necesitáis.

También confieso que después de leerla me inundó un sentimiento de culpabilidad por haber hecho, posiblemente, una lectura negativa del texto, a pesar de mi interés inicial, pero esto se ha solucionado solo cuando hoy he visto declaraciones de más de un miembro de la Dirección de ERC diciendo que en ningún punto del escrito pone que renuncian a la DUI. Esta es la conclusión a la que yo había llegado y ellos mismos nos dicen que es verdad. Los comentarios están entre paréntesis y he hecho los que he considerado imprescindibles.

Comienza a andar una nueva Generalitat republicana. Con el gobierno encabezado por Pere Aragonès, tendremos, después de más de 80 años, un presidente de Esquerra Republicana de Cataluña escogido con normalidad parlamentaria. Con los mismos objetivos que nos han movido siempre: construir un país próspero, justo y plenamente libre para todos y cada uno de los ciudadanos que viven en Cataluña, piensen lo que piensen y vengan de donde vengan.

La nueva Generalitat republicana tiene unos retos inmensos, pero afronta las graves crisis que estamos viviendo con voluntad transformadora y estoy convencido de que sabrá liderar la reconstrucción social y económica del país y ganarse la confianza de la ciudadanía manteniéndose siempre al lado de la gente.

Y con el nuevo gobierno se abre una nueva etapa. Más de tres años después del referéndum del 1 de octubre desde ERC hemos hecho una reflexión profunda sobre nuestras fortalezas y debilidades, los errores y los aciertos, para extraer aprendizajes.

Fue evidente que la reacción del Estado fue percibida por gran parte de la sociedad catalana como cada vez menos legítima y alejada de principios democráticos. (Pudo ser desproporcionada y desacertada pero estuvo ajustada a la Ley que vosotros antidemocráticamente vulnerasteis). Pero al mismo tiempo, debemos ser conscientes de que nuestra respuesta (lo vuestro no fue una respuesta, fue un conjunto de acciones contrarias a la ley que generaron una respuesta) tampoco fue entendida como plenamente legítima por una parte de la sociedad, también de la catalana. En este sentido, quiero volver a extender la mano a todos aquellos que se hayan podido sentir excluidos, porque nuestro objetivo debe ser justamente el de construir un futuro que incluya a todos. (Además de sentirnos excluidos, muchos nos sentimos atacados en nuestros derechos).

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(EFE)

Nuestra voluntad es la de siempre. La independencia es la mejor herramienta para ayudar a la gente de este país, pero las estrategias deben adaptarse a las circunstancias para ser ganadoras. La conclusión es que necesitamos ser más; una mayoría incontestable, plural y transversal, que demuestre que gobierna bien y para todos, y que ponga en el centro de la agenda la resolución del conflicto político existente por vías democráticas. (Se hace necesario aclarar que cada vez que el Sr. Oriol Junqueras habla en primera persona del plural -nosotros, nos sentimos, etc- solo se puede referir objetivamente a la parte de los ciudadanos que representa. Esta aclaración solo pretende evitar la posible confusión entre el concepto del conjunto de ciudadanos independentistas y el conjunto de Cataluña ya que no solo no son lo mismo, sino que lo primero -alrededor del 50% de la población según el voto emitido en las últimas elecciones- forma parte de lo segundo).

Defendemos la autodeterminación porque queremos que toda la ciudadanía de nuestro país, toda, pueda decidir si desea que Cataluña sea un estado independiente en forma de república o si apuestan por mantenerse dentro del Estado español. Y, legítimamente, nosotros trabajaremos y defenderemos la opción del sí. Tenemos derecho a gobernarnos con las mismas herramientas que cualquier estado. (En términos legales, el conjunto de ciudadanos de Cataluña no tenemos DERECHO pero lo podemos llegar a tener si con el esfuerzo necesario, dentro de la legalidad, se consigue cambiar la Constitución y el Estatut).

Tres cuartas partes de la ciudadanía de Cataluña defiende que la solución al conflicto político existente se resolverá votando en un referéndum. No podemos negar la realidad, nadie. No podemos actuar como si estos consensos no existieran. Nadie.

No queremos formar parte de un estado donde persisten estructuras que sirven para perseguir a los adversarios políticos (opinión subjetiva, no sostenida en base a derecho), donde hemos de acatar leyes que nos parecen profundamente injustas y arbitrarias, (cualquier ciudadano realmente demócrata en cualquier democracia de nuestro entorno, sabe o debería saber que, aunque no te guste una ley, hay que acatarla pero tiene todo el derecho a iniciar todas las acciones políticas y legales para cambiar esa ley), que tipifican como delitos comportamientos que son plenamente democráticos y no deberían ser delictivos (eso se soluciona cambiando la ley, lo cual requiere esfuerzo, empatía y comunicación).

De hecho, tenemos el deber de trabajar incansablemente, por todas las vías democráticas posibles, para cambiar esta situación. Y eso es lo que hemos hecho y haremos. Y hoy seguimos creyendo que la mejor vía para hacerlo, como siempre hemos defendido, es la vía escocesa. (El Sr. Oriol Junqueras sabe perfectamente que el conjunto de leyes inglesas que conforman su Constitución no establecen ninguna limitación para un posible referéndum y que, por esa razón, se pudo acordar) .

La vía del pacto y el acuerdo, la vía del referéndum acordado. Es la opción que genera más garantías y reconocimiento internacional inmediato. Porque sabemos que otras vías no son viables ni deseables en la medida en que, de hecho, nos alejan del objetivo a alcanzar.

Para convertirnos en un estado es imprescindible construir una gran mayoría en Cataluña, pero también hay que ganarse la legitimidad en todas partes. La partida se juega dentro y fuera. Por ello, nunca renunciaremos al diálogo ni a la negociación. Sería una ingenuidad creer que el diálogo político con el estado dará frutos tangibles de forma inmediata, pero creer que podemos prescindir de él sería una irresponsabilidad carísima. Por mucho que se critique y se ridiculice, la mesa de diálogo y negociación entre gobiernos es un éxito en sí misma porque abre un espacio para la potencial resolución del conflicto.

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(EFE)

El diálogo y la negociación son imprescindibles. Los conflictos políticos que se acaban resolviendo lo hacen, tarde o temprano, alrededor de una mesa donde todas las partes exponen libremente sus posiciones. La nuestra, la que representa los grandes consensos del país, es el fin de la represión y la autodeterminación. (Sinceramente, creo que el Sr. Junqueras aquí mezcla dos consensos distintos que no tienen por que ser igual de intensos: lo que él llama, incorrectamente desde el punto de vista jurídico y político, el fin de la represión, y el consenso referido a la autodeterminación).

Estamos ante un conflicto político y éste sólo se podrá resolver por vías políticas y democráticas. Siempre hemos dicho que hay que volver al ámbito de la política, de donde no se nos debería haber hecho salir nunca. (Del ámbito de la política han salido solos los políticos que han transgredido diversas leyes y normas, españolas y catalanas).

Ahora es el momento de la audacia política, el coraje democrático y la reconciliación social. Porque la conciliación del conjunto de nuestra ciudadanía es fundamento imprescindible del futuro.

Para nosotros, lo hemos explicado muchas veces y lo seguimos defendiendo sin matices, la amnistía (el Sr Junqueras sabe que las leyes actuales no permiten esta salida, aunque se pudiera acordar políticamente por lo que en su caso debería acometerse una modificación legislativa de envergadura) es nuestra prioridad para acabar con la persecución judicial (no estamos delante de ninguna persecución judicial sino que estamos delante de la acción de la justicia que tiene la obligación de preservar el cumplimiento de las leyes que algunas personas infringieron).

La cuestión no termina ni con los exiliados ni con los presos y presas políticas, sino que hay que hacerla extensiva al resto de las 3.000 personas que sufren causas judiciales. (En mi opinión, estas personas infringieron la ley, probablemente por la confianza hacia sus líderes y por el nivel de información poco cualificada con el que contaban).

A pesar de ello, hay gestos que pueden aliviar el conflicto, paliar el dolor de la represión (no es ajustado objetivamente a la verdad, hablar de represión) y el sufrimiento de la sociedad catalana (el sufrimiento de la sociedad catalana es diverso como la misma sociedad lo es: no solo son los presos y presas, es el ambiente irrespirable que hace que no hablemos de política entre familiares y amigos, son las inversiones que se han ido y las que no han venido con sus consecuencias económicas, etc.), y cualquier gesto en la línea de la desjudicialización del conflicto ayuda a poder recorrer este camino.

Pero para que este nuevo paradigma sea posible es importante que las dos partes muestren su voluntad y predisposición. Nosotros hace tiempo que, a pesar de estar en la cárcel privados de libertad, nos sentamos a la mesa y mantenemos siempre la mano tendida. Es el momento de que el gobierno español demuestre su compromiso con la reconciliación, el diálogo, y la negociación, mirando al futuro. (Mientras haya un solo político que manifieste que lo volverá a hacer, la necesaria base de confianza para la negociación estará afectada).

Carles Reitg

Estimado Director,

Oriol Junqueras Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) Cataluña
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