El último error, por Anselmo Espinosa

Estimado Director,

Como resaltaba Marta Garcia Aller en un artículo reciente, lo tenía difícil pero a Ciudadanos aún le quedaba una última oportunidad. Pero se han equivocado y esa última oportunidad se ha transformado en la última bala de la recamara con la que se van a despedir tras el 4-M de la vida política. Su ofrecimiento a pactar con el PP es como si una gacela ofreciera un descanso al león que le persigue en mitad de la sabana. La justificación de que se han decantado por Isabel Díaz Ayuso para frenar a Pablo Iglesias no se entiende, ya que no había forma más efectiva de frenar al vicepresidente que obteniendo ese 5% clave y bisagra. Si hubieran exigido vetar la entrada de Podemos (y su programa) en el gobierno de la Comunidad de Madrid para facilitar el cambio, lo habrían obtenido. Pero prefirieron utilizar el anti-pablismo como eslogan electoral cuando esa marca ya estaba registrada por PP y Vox con todos los posibles votantes alineados en torno a ellos.

Dicen que el PP ha absorbido los votantes de Ciudadanos. Yo creo que simplemente el votante, antes enfadado, vuelve al PP. Quizás debido a la frustración de la pandemia o ante la complejidad de gobernar desde el multipartidismo, han decidido perdonar la corrupción del partido. Pero parece que no se hubieran dado cuenta de que si la corrupción en Madrid ha desaparecido por un tiempo, ha sido gracias a ese Cs que se evaporará tras el 4-M. Y después de esto, no nos engañemos, la corrupción volverá. Porque los cimientos de los cortijos siguen intactos. Solamente han dejado de celebrar fiestas por un tiempo para que estos parezcan abandonados. La corrupción se da habitualmente de forma más evidente a través del urbanismo y los responsables de Vox en la comunidad de Madrid ya han demostrado que no son estrictos a la hora de cumplir las normas urbanísticas. Es muy probable que, dentro de no mucho, las fiestas vuelvan a los cortijos y si no, tiempo al tiempo.

Anselmo Espinosa