Un gobierno de simples, por M. J. Calbet

Estimado Director,

Desde que en el mes de marzo de 2020 empezamos a sufrir los efectos de la pandemia, me he ido dando cuenta de que es verdad la frase 'Spain is different'. Y creo que somos diferentes porque tenemos un gobierno de 'simples' que exige normas, de redacción simple (como si fueran lemas de pancarta), fáciles de entender y, sobre todo, fáciles de redactar. En una palabra, simples.

La cosa se complica cuando un ciudadano tiene que cumplir esas normas. Y se complica porque nuestro gobierno 'simplemente' ha redactado una norma, pero no ha tenido en cuenta sus consecuencias. Por ejemplo, ahora se exige que todos los viajeros que aterricen en un aeropuerto español traigan una PCR negativa que se haya hecho 72 horas antes como mucho.

La idea es fácil de entender, pero ahora veamos las dificultades de llevarlo a la práctica y las medidas que nuestro gobierno debería de haber adjuntado para que su norma pudiera ponerse realmente en práctica. El viajero debe coordinar para que coincidan en menos de 72 horas:

A) El vuelo.
B) La prueba PCR.
C) El resultado negativo de esta prueba PCR.

Y, además, pagar la prueba PCR que puede llegar a costar 100 €, aproximadamente (por persona). Para nuestro gobierno, esto debe de ser muy fácil de conseguir, porque en caso de no cumplirlo nos amenaza con graves multas, pero a la hora de la verdad uno se pregunta:

A) ¿Qué pasa si el resultado de la prueba no llega a tiempo, antes de subirse al avión?
B) ¿Qué pasa si cancelan el vuelo, y lo adelantan o lo atrasan?
C) ¿Se imaginan ustedes la ansiedad que pueden sentir hoy mismo todos los viajeros que quieran venir a España en las próximas fechas?

Nuestro gobierno simplemente no lo ha pensado o le da igual. Otros gobiernos han actuado de otra manera. Por ejemplo, en Alemania el pasado mes de agosto, la PCR obligatoria (y gratuito) se hacía en el aeropuerto de llegada y te exigían cuarentena hasta recibir el resultado negativo, que tardaba uno o dos días. Otro país, otras costumbres, otros gobiernos.

Esto ha sido sólo desmenuzar un ejemplo, pero hay más: llevamos varios meses de ocurrencias simples y yo creo que los españoles no nos merecemos esto.

María Jesús Calbet