Covid en la universidad, por M. Herrero

Estimado director,

la educación universitaria ha dado un giro de 180 grados. Hemos pasado de estar en clase con nuestros compañeros de universidad a estar en casa solos enfrente de una pantalla. Hemos tenido que adaptarnos a escuchar a los profesores por un altavoz y verlos a través de una cámara. Estamos de acuerdo en que no es lo mismo una clase presencial que una online, el nivel de aprendizaje no es el mismo, esa es la realidad. El grado de concentración y motivación se ve reducido debido a la poca interacción entre el profesorado y el alumnado. Por eso no se puede impartir una educación online y exigir una evaluación igual que la presencial. Partiendo del escenario de que las universidades aplican todas las medidas sanitarias requeridas por el Gobierno, según parece el virus únicamente afecta cuando se imparten clases, pero milagrosamente desaparece en los exámenes .

Somos conscientes de la complicada situación sanitaria que estamos viviendo y no podemos culpar a nadie por eso. Pero parece ser que en muchas universidades se ponen continuos impedimentos y dificultades a los alumnos: numerosos trabajos, exámenes con muchas preguntas y un tiempo totalmente inasumible para responderlas con coherencia, lecciones estructuradas de la misma manera que si fuesen presenciales, etc. Es evidente que esta pandemia nos está afectando a todos y es una situación complicada y extraña, tanto para el profesorado como para los alumnos. Por eso es tarea de todos intentar facilitar tanto el trabajo de los profesores como el estudio y la evaluación de los estudiantes.

María Herrero